¡Déjame disfrutar de mi maternidad!

Voy a ser clara. Y franca.

Estoy hecha un lío. Mi confusión parte de tres realidades, quien quiera discutirlas, adelante:

  • Las madres y padres del siglo XXI somos en nuestra mayoría trabajadores, entendido esto como la situación de tener una ocupación al margen de nuestra familia por la que recibimos, en el mejor de los casos, una compensación económica. Da igual que trabajemos por cuenta ajena, como autónomos, en B (jajaja). Aquí, aunque sea por pura supervivencia, casi todos hincamos el lomo. Y si no lo hacemos, estamos buscando activamente trabajo o cómo emprender, que también es una ocupación. En definitiva, vivimos estresados y con la soga al cuello para llegar a todo.
  • El sistema educativo español no funciona como sería deseable. Son muchísimas las razones y muy variadas. Ahondar en ellas excede de la pretensión de este artículo y también, por qué no reconocerlo, de mis propias capacidades. No problem, Google nos las cuenta todas. En cualquier caso, las tasas de abandono y fracaso escolar, así como los resultados del estudios internacionales como el Informe PISA hablan por sí solas. Algo hacemos mal, no los profesores, sino el conjunto de la comunidad educativa.
  • Las competencias que requiere el mercado laboral en pleno siglo XXI nada o poco tienen que ver con las exigidas hace cincuenta años. Sin embargo, casi nada ha cambiado en el desarrollo de las clases en las aulas y el trabajo en casa: memoria, clases magistrales del profesor, deberes tediosos y repetitivos… Y es que modernizar la escuela es mucho más que comprar tablets y pantallas digitales. De nada.

No tenemos tiempo, vivimos agobiados con el reloj peeeero desde que un nuevo bebé llega a nuestras vidas, nos colocan entre las manos un calendario de hitos por meses. A los tres meses, los niños cogen cosas, a los cinco voltean, a partir de los ocho, gatean. Si el tuyo no lo hace, ¡chas! te preocupas. Y si prefieres mantener la calma, te lo recuerdan en la guardería y te recomiendan ejercicios de estimulación.

bebe

Ajá. Así que cuando llegues a casa muerto después de tu jornada laboral, olvídate de disfrutar de tu bebé y dejarle a su libre albedrío. Tienes que hacer con él los consiguientes ejercicios y agobiarte si no ves avances.

Llega la época del colegio y entonces crees que todo va a cambiar, que las rutinas van a estar mejor establecidas y vais a tener más tiempo para disfrutar a vuestro hijo. Error. Comienza la competición presión por apuntar a extraescolares. Todo se nos antoja fundamental para el desarrollo de nuestro hijo. Si no llegan a ser Einstein que no sea por nuestra culpa. Damos entonces pistoletazo de salida a jornadas maratonianas que se complican seriamente a partir de tercero de primaria con los deberes.

En nuestro caso, juro que lo hemos intentado todo. Hemos reducido lo “extra” a la mínima expresión, no hay presiones ni tensiones por hacer más ni por hacer mejor. A pesar de ello, el poco tiempo que tiene mi hija de ocho años para sí misma y para pasar tiempo en familia me sigue pareciendo aberrante.

Ayer una amiga me contaba, ligeramente desazonada, que la profesora de su hijo (3 años) le había dicho que tenía que practicar con él la capacidad espacial, el razonamiento lógico, la concentración y la fuerza. No hay ningún retraso significativo, solamente se trata de que llegue al “nivel medio” para no se frustre.

Este es nuestro sistema, esta es nuestra sociedad.

Tres elementos para mí difícilmente discutibles. Somos la generación de padres (binomio padre-madre) con menos tiempo libre de la historia , el poco que tenemos para disfrutar de nuestros hijos se llena de obligaciones extras, ejercicios de estimulación o tablets. Y los resultados no son buenos ni a corto plazo (rendimiento académico) ni a largo (oportunidades en el mercado laboral).

Y digo yo, por poner un ejemplo, ¿cómo salen adelante los niños finlandeses sin que nadie les cuente a sus papis hasta los seis años en qué capacidad psicosensorialmotoraparlante flojea su pollito? Y me pregunto después, ¿cómo es posible que estos niños unos años después sean de los alumnos más competentes de Europa, y lo que es peor, sin pagar el peaje de los abusivos deberes tradicionales?

 ¿No será que estamos TODOS caminando en la dirección inadecuada?

Pienso en cómo sería si en vez de recomendarnos una rutina de ejercicios estimulantes nos dijeran “échate en la alfombra y juega con tu bebé hasta donde la imaginación llegue, báñate con él, chapotea en los charcos con tu niño, juega a cambiar roles, hazle masajes, a disfrazaros o a contaros chistes”…

¿No será mejor cambiar extraescolares por visitas en familia a la biblioteca, a museos y a parques? ¿Qué tal nos iría si propusieran cambiar deberes de memoria y repetición por tiempo para hablar, dialogar, discutir, pensar, hacer experimentos en familia? Dejar que escriban historias y nos las lean, que piensen usos delirantes de objetos cotidianos, que representen teatros para nosotros o hagamos el payaso todos juntos y, sobre todo, que dejemos que se aburran. ¡De verdad! Dejemos a los niños que se aburran.

Yo soy solo una madre, así que no sé de muchas cosas. Pero tengo una muy clara: ¡quiero disfrutar criando a mis hijos y si no puedo, que al menos sea por una causa justificada!

Que no me cuenten más milongas.

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60 comentarios

  1. Completamente de acuerdo contigo, disfrutemos más que los niños crecen muy rápido, y sobre todo, cada uno a su propio ritmo, sin necesidad de presionarles…

    1. Exactamente. ¿Por qué tanta presión? ¿Para que no se frustren? No me sirve como excusa porque ese es el caldo de cultivo en el que crece la competitividad y los niños tienen que ser niños. Tiempo habrá para que aprendan las leyes de la jungla

      Gracias por comentar

  2. 100% de acuerdo. Por eso nos hemos venido a vivir a un pueblo, para huir de etiquetas, prisas y clases extras. Como dice una amiga: menos tener, menos hacer y más ser.

    1. ¡Qué gran frase, María! Te la copio: “menos tener, menos hacer y más ser”. Me encanta

  3. Totalmente de acuerdo contigo Vero,
    de hecho…yo tengo mi cruzada particular contra los deberes escolares que roban el tiempo familiar y sólo crean conflictos y desigualdad entre los niños (y eso que mi hija mayor prácticamente nunca trae deberes para casa en 4º de primaria).
    Pienso que de verdad no nos hemos planteado lo que estamos haciendo con la infancia de nuestros hijos y es urgente tomar medidas.
    Un besazo guapa y gracias por el post!

    1. En esa cruzada también estoy yo, Pilar, y desgraciadamente, a mis hijos si les afecta particularmente, sobre todo a la mayor (8 años). Es algo que me enerva y me exaspera, pero entre todos seguro que conseguiremos cambiar “algo” el sistema.

  4. ¡Totalmente de acuerdo!

    1. Gracias por la visita, amiga

  5. Estoy 100℅ de acuerdo! Es horrible la competitividad que desde pequeños se les exige, el ser mejor que el vecino, el tener lo mismo o mas que el de al lado, y si no lo tienen!? Pobres, se van a frustrar, pus no señores! Tolerancia a la frustración, no hagamos niños tiranos que tengan que ser mas que nadie, dejemosles que disfruten de la mejor (en mi opinión) etapa de la vida, y lo mas importante, disfrutemos con ellos!! Menos cosas materiales y mas tiempo y dedicación

    1. Totalmente de acuerdo. No hay que tener miedo a la frustración, forma parte de la vida, y es precisamente ese sentimiento es el que unido a una buena autoestima, hace posible la mejora personal, pero no para competir con nadie, sino para estar orgulloso de uno mismo. Si dejáramos de comparles con los demás… Ay… Pero para eso primero tendremos que dejar los adultos de compararnos entre nosotros.

      Gracias por la visita

  6. Estoy de acuerdo ! Otra de las cosas terribles del sistema es la etiquetación. En seguida ponen a los niños en grupos: “este es inteligente”, “este no puede” y el sistema no tiene en cuenta los distintos talentos, los distintos ritmos de desarrollo de cada niño…Todos tienen que crecer en la misma estructura y adaptarse y en ese camino estoy convencida que muchos pierden el gusto por aprender y lo que es peor llegan a olvidar que ellos SI son buenos en algo.

    1. Las etiquetas son otro de los caballos de batalla de ésta nuestra sociedad, que vienen precisamente determinadas por juzgar a todos los alumnos por el mismo rasero. Einstein dijo: “Todos somos genios. Pero si juzgamos a un pez por su habilidad para trepar un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido”. Ahí lo dejo.

      Gracias por pasar 😉

      1. Me encanta esa cita de Einstein, creo que define exactamente la cuestión. Hay niños (y muchos adultos por el mundo) creyendo que no sirven para nada porque el sistema educativo se ha dedicado a decirles “tú no vales” durante toda su vida.
        Quizás los más trágico sea que en ese proceso se pierden muchos talentos, muchas formas diversas de ver la realidad que quizás ahora nos serian muy necesarias para crear nuevas empresas, un nuevo mundo…

        1. La pérdida de talentos por este asunto es demoledor… Tristísimo. Y mucha culpa es nuestra, de los padres, que seguimos considerando que asignaturas como plástica o música son “marías” sin importancia. No, señores. Son asignaturas tan importantes como las otras, y de hecho son especialmente importantes si son las de interés para nuestros hijos porque es en ellas donde podrán desarrollar toda su potencialidad. ¡ Qué planteamientos tan equivocados manejamos muchas veces !

  7. Yo no puedo hablar de Finlandia pero sí de Suecia, donde vive mi sobrino. Allí las extra escolares es que casi ni existen. Existe la jornada flexible para los padres donde disfrutan de sus hijos. Existen las bibliotecas adaptadas para niños donde juegan desclazos con los libros mientras se disfrazan de los personajes de cada historia. Los colegios casi no tienen asignaturas como tal, son debates, proyectos y escritos. Aprenden a sumar jugando.

    Mi sobrino es pequeño y alucinas con lo que aprende, lo autónomo e independiente que es y, a la vez, la capacidad de sociabilizarse que tiene.

    1. Ay, permíteme que me quite la baba antes de escribir… ¿Pero tan difícil es ver lo que decimos? ¿Tanto cuesta probar otra manera de hacer las cosas?

      Me voy a tomar un carajillo o algo a ver si se me pasa…

      Gracias por pasar 😉

  8. Ni un día, solo unas horas han transcurrido desde que mi pequeño de tres años, haya vuelto del colegio con su carpeta cargada de fichas realizadas durante este trimestre. dibujos, recortables, letras, manualidades, poesías, y todas con la consiguiente nota de: bien, muy bien, necesita ayuda. Anotaciones que no dejo de ver como “letra pequeña”, y a las que presto atención en su justa medida. (Tras una reflexión bien reforzada)

    El informe complementario que acompaña la tutora explica muy al detalle (lo cual se agradece), los avances respecto de las habilidades y aprendizajes del trimestre anterior, siendo el propio niño el único referente. En el apartado final de las observaciones se incorporan consejos respecto de las mejorías que debe tener (siendo esta vez el resto de niños la marca comparativa…preparados, listos, ya..Comienza la carrera).

    Pues os diré que llegan las vacaciones y os puedo asegurar que en mi maleta no habrá ni cajas de puzles, ni de letras, ni de números, menos aún estuches bicolores o rutinas de lecturas y cuentos, sino kg y kg de imaginación que me ayuden a despertar en mi hijo las ganas de conocer todo lo que el mundo y la vida misma nos propone…..

    Y si puedo hasta lle enseñaré las cimas de los montes, a los que se puede llegar, aunque muy pocos lo consigan, tal vez porque nos ponen demasiado difícil su acceso, no porque no haya espacio para todos.

    Felicitaciones máximas querida…#compartiendoreflexión.

    1. Se me han llenado los ojos de lágrimas. Poco más que añadir. Será porque esas cimas de los montes también las quiero, no solo para los míos, sino para tu pequeño y para todos los niños del mundo.

      Gracias por redondear el post con tu comentario

    2. No sabes bien como te entiendo, esta semana santa de vacaciones, hemos ido al campo, a ver pájaros, peces en el agua y tambores sonando en las calles. “Con lo pequeña que es a qué la llevas a esas cosas si no entiende” ( Con 14 meses). Su cara de asombro con cada cosa nueva que veía o escuchaba lo decía todo. Mi pequeña esponja se ha empapado de todo lo que la ha rodeado estos días. ha disfrutado y su padre y yo más.
      Pienso que con 14 meses es lo mejor que puedo darle, y con 3 años lo seguirá siendo

      1. Me alegro tanto leeros…. Sois enormes

  9. amen. Añado que quiero disfrutar de ellos y dejar que ellos disfruten de mí, sin la presión de que, el rato que estamos solos, es porque hay deberes.

    besos

    1. Tal cual. Yo quiero vivir y disfrutar la maternidad, y también quiero que ellos disfruten de mí en todas mis facetas, no (solo) en plan Rottenmeyer controlando los deberes.

      Gracias por estar 😀

  10. Chapó Tocaya…. Nada que añadir, hasta las narices de los deberes y los exámenes, ¿que pasará cuándo lleguen a la ESO? menos mal que yo soy muy zen y paso de todo, pero también reconozco que mis hijos me lo ponen fácil y tienen buenos resultados. No sé si sería tan zen si me transmitiesen desde el cole que mi hijo/a no llega, no cumple… con lo que se considera “lo normal”. Es difícil para mucho padres…. Algún día esta sociedad despertará, ¿o no??

    Por cierto… Hace tiempo que no charlamos jopeee…

    Besos

    1. ¡Claro! Yo también soy zen y también he tenido suerte con la mayor que lo pilla todo al vuelo. Pero, ¿y el resto? Compañeros de mi hija de 8 años tienen contracturas por estrés y lloran porque dicen que no quieren ir al colegio. Están abrumados por los deberes. Que baje dios y lo veo. NO ES NORMAL. ¿Y todo para quéeeeee? Porque si esa renuncia les garantizase algo, pero pobrecicos míos… Nada más lejos de la realidad.

      Sí, sí que hace tiempo que no charlamos. Miss U, Tri!! Habrá que organizar algo :_D

  11. Marta Chincha Rabincha

    Totalmente de acuerdo contigo y grandes reflexiones en tu post!!! Yo creo que los deberes se deberían eliminar o llegar a su mínima existencia y solo cuando realmente sea necesario reforzar un tema o algo en concreto, porque yo me pongo en el lugar de l@s niñ@s (mi hija está en último año de infantil y aun no ha llegado a la etapa de primaria y de los deberes, el próximo curso pasa a primaria) que después de acabar el colegio, llegan a casa y hale, a seguir haciendo más de lo mismo, es como si cuando tú terminases de trabajar llegases a casa y tu jefe te dijera antes de irte del trabajo, que en casa continuases trabajando en lo mismo que has dejado sin terminar en la oficina, por poner un ejemplo, vamos hombre ya!!! Y el tiempo libre de desconexión que toda persona humana necesita dónde esta? Que l@s niñ@s tienen que tener tiempo libre para jugar, para divertirse y para porqué no aburrirse y pode crear e imaginar formas nuevas de divertirse y de jugar. Por otro lado, el tema de las extraescolares mi hija solo va a dos de una hora cada una, y elegidas por ella y que son un divertimento que por supuesto no son una obligación o suponen más carga de trabajo mental o tareas extras para casa, si fuera así no iría. Y bueno otro tema es el ritmo de desarrollo de cada niñ@, en fin, pues si pillas con una maestra que no pretende tener una clase homogénea, algo que sinceramente no nos engañemos pero es imposible que tod@s l@s niñ@s sean iguales en cuanto a aprendizaje, pues es genial, porque va adaptando los contenidos y el ritmo de aprendizaje a cada niñ@, y en este sentido tengo que decir, que hemos tenido suerte en el cole de mi hija con su maestra, porque además de ser un amor de persona, es una gran maestra, ha sabido adaptar y enseñar a los niños cantidad de cosas con juegos y talleres fuera de lo marcado en las fichas de los libros de infantil (que también las hacen claro pero si se tienen que saltar algunas pues chica no pasa nada, hay vida y aprendizaje más allá de una ficha aburrida y repetitiva) , sin tener que obligar a que todos estén en el mismo nivel, conseguir una homogeneidad en una clase yo lo veo casi una utopía, hay que saber adaptarse a los ritmos de cada uno, así que sí que se puede enseñar de otra forma, todo es cuestión de querer cambiar los métodos de trabajo y de tener ganas e implicarse en enseñar de otra forma más motivadora y divertida para l@s niñ@s, por cierto mi hija va a un colegio público de nuestro barrio, antes de que preguntéis si es que va a uno privado o a una escuela libre.
    Y después de este rollazo que os he metido con mi humilde opinión, espero que entre todos podamos ir cambiando las cosas y nos dejen disfrutar más de nuestros hij@s y que sobretodo ell@s puedan disfrutar más de su infancia y de su etapa en el colegio. Un besazo guapetona!!!

    1. ¡De rollazo nada, Marta! Menudo comentario tan bien desarrollado has hecho, casi un post! ^^ Estoy absolutamente de acuerdo contigo. O se reduce el tiempo de colegio o más de lo mismo al llegar a a casa, no tiene sentido. Los niños tienen que ser niños porque ése es su oficio, es el verdadero aprendizaje que tienen por delante. Los conocimientos curriculares irán llegando, pero sin presiones, chantajes, contracturas ni estrés.
      Gracias por aportar tu punto de vista 😀

  12. Esta opinión podría haberla dado yo. Igual más a lo bruto, con distinta forma pero igual fondo Tengo una serie de posts programados sobre el asunto de los colegios y en mi entorno parece que lo básico es disponer de pizarras digitales, aula de acogida mañanera y al menos 2 horas de actividades extraescolares por las tardes. Cuando el bichillo et llegue a casa con 3 años ya serán las 7 de la tarde, vamos que te da tiempo para bañera,cenar y casi ni para el cuento de buenas noches. Habrá padres encantados con esta situación (los menos) pero la mayoría seguro que debe claudicar porque sus horarios laborales hacen imposible poder optar a otro tipo de educación y de vida familiar. Está todo mal planteado: la jornada laboral, a escolar, la vergüenza de quienes deciden quedarse en casa para criar a sus hijos… Unos por unas cosas y otros por otras, nadie acaba teniendo la maternidad que le gustaría.

    1. Efectivamente. Está claro que está todo mal planteado pero como una sola persona no puede arreglar el mundo (sí puede pero está a otras cosas…) habrá que intentar que cada uno vaya moviendo los hilos en su ámbito. Al director del colegio, lo suyo. A nosotros los padres, lo nuestro. Y entre todos, modificar en la medida de la posible unas dinámicas que son completamente locas y contraproducentes. Mi vida de lunes a jueves es un caos y solamente tengo a uno de tres con deberes en serio. Miedo me da cuando estén los tres en primaria. Me dan ganas de coger una maleta y escapar al caribe. O más lejos.

  13. Me ha encantado! Es un tema que hace tiempo me da mucho que pensar. Mi hija tiene un año y no va a la guarderia, estoy harta de que me recomienden que la lleve… No y no, porque para mi es una opcion, y me puedo permitir criarla en casa, disfrutarla y que nos disfrute ella a nosotros… No creo que la adaptacion al colegio sea peor por ello, conozco casos en los que el niño desde bebe va a la guarde con disgusto e idem al empezar infantil. Depende de cada niño. Los deberes se pueden equiparar a las horas extras no retribuidas despues de una jornada laboral maratoniana. Y las extraescolares… Dependera del niño, si es muy activo y acude a todo con gusto, bienvenido, pero apuntarle a mil cosas para que sea igual de espabilado que el vecino, pues no estoy de acuerdo. Luego oyes a madres quejarse de que su hijo esta cansadisimo e insoportable. Todo esto dede el resperto, que habra gente que no tenga otro remedio que hacerlo asi. Si pensamos en los adultos la cosa no anda mejor, hay que trabajar a tope, hacer un postgrado los fines de semana, ir al gimnasio al menos dos veces, sacar tiempo para un partido de paddel, y llevar a los niños a todas las extraescolares, es una locura!

    1. Bravoooo!!! Para mí has dado en la clave. Luego nos quejamos de que a última hora del día (cuando realmente nos vemos) están insoportables. No, perdona, están agotados. Muertos de cansancio. Estresados. Y sin herramientas, por su inmadurez normal, para gestionar sus propias emociones… Estalla la tormeta y la vida familiar. No. Así no se puede. ¡Algo tendremos que hacer!

  14. Ay, cuanto daño hemos hecho los psicólogos con esto de la estimulación! Tienes razón en que es mejor recomendar jugar que estimular.
    Por desgracia, la mayoría de los niños que vemos en consulta (da igual el motivo) tienen unas jornadas laborales de 10 horas o más! Eso no hay cuerpo que lo resista, y claro, les tienen que “medicar” para continuar con ese ritmo

    1. Ay… que me has tocado otra fibra sensible. Esto es un gran drama… Muy serio.
      Es un problema social de primera magnitud, nos estamos cargando la infancia de los niños y sin ser conscientes…

  15. Es verdad que cada vez hay más madres implicadas en la educación de sus hijos, así como la planteáis vosotras. Sin embargo, la gran mayoría sigue pidiéndome deberes para sus hijos en mis tutoría, “para que tengan algo que hacer”.
    Y cuando les pido algo “especial”, fuera de lo habitual, ponen el grito en el cielo y, por desgracia, muy poca colaboración.
    Es difícil cambiar las cosas cuando el objetivo es solo de unos pocos.
    Un saludo.

    1. Para que tengan algo que hacer? Aburrirse e inventarse ocupaciones no es una opción? Y de dónde esperamos que salgan los emprendedores que anhelamos? En serio, adónde vamos matando la creatividad innata de nuestros hijos?

      1. Nuria, qué decirte? Supongo que es muy cansado, una vez que llegas a casa del trabajo, que “el niñ@” esté inventando y desordenado la casa.
        Es complicado como maestra luchar contracorriente.
        A ver si cada vez somos más las que “disfrutamos de nuestra maternidad” de verdad!
        Yo de la mía lo hago muchísimo!

        1. Yo doy fe de que eso que comenta Ana es verdad. Los maestros preparados, motivados y que llegan a coles establecidos con ganas de cambio se encuentran con resistencias de todo tipo, incluidas las de muchos padres que piden “deberes, disciplina o mano dura”.

          Por eso los profes no pueden ser responsables de la situación del sistema educativo, el cambio tiene que venir de arriba o la revolución de abajo. Ellos serán agentes del cambio, como toda la comunidad educativo. ¡Ojalá algún día nos hagan caso!

  16. Olé!! Pienso lo mismo que tú.

    1. ¡No lo dudaba! 😉

  17. Genial post, estoy segura de que tus hijos a pesar de disfrutan mucho de ti y contigo,a veces siendo libres aprenden mas, un besazo

  18. Me quito el sombrero con cada una de las palabras de este post. Y me quedo con “dejemos a los niños que se aburran”. Lo dice todo. De eso mismo hablamos en “Mamá, me aburro…” o arriba la imaginación. Mamás y papás del mundo, disfrutad que el tiempo vuela 🙂

  19. Comparto tu idea, aunque creo que cuerta cantidad de deberes están bien, no todos los días ni mucho menos. Y sentarte tu, o alguien cercano con él a hacerlos.
    Yo paso de las extraescolares. Son un saca dineros que no apoyo. Mis hijos sólo hacen judo 2 veces a la semana en el polideportivo local y les sirve de desahogo.
    Son niños. Tienen que tener tiempo de aburrirse y jugar. Ya tendrán obligaciones cuando les toque.

  20. yomisma y la realidad de muchos

    Yo no creo que lleve a mis hijos a extraescolares no puedo elegir, no tengo trabajo ni dinero eso si me parece un verdadero problema.
    Perdí mi trabajo por ser madre y ahora no lo encuentro por lo mismo….esta sociedad me castiga continuamente por ser madre…cuando no tenga nada que dar a mis hijos me llamaran mala madre y tal vez me los quiten y me volverán a castigar por ser madre….me río yo de las extraescolares…

    1. Ay…. :____(
      Cuánto lo siento… Sin lugar a dudas el que comentas es un problema mayor que el que traje yo a la palestra con este post… La violencia silenciosa que se ejerce contra las madres en nuestra sociedad es brutal. Supongo que te gustará leer el post de hoy, seguro que te sientes identificada.

      http://www.mujeresymadresmagazine.com/mujer-y-madre-busca-trabajo/

      Un abrazo y mucho ánimo

  21. Creo que dependerá del entorno en el que nos movamos que nos exijamos (o peor, autoexijamos más) En nuestro entorno y centros educativos siempre nos han dado pautas a través del juego y de estar con los niños, nunca lo contrario. Hay coles aberrantes con deberes exagerados.
    No todos los centros son así, eso seguro, ni todos los horarios son maratonianos. En muchos coles ya existe la jornada intensiva que, aunque no se les pueda recoger a las 2, sí se pueden quedar al comedor y alguna hora más que aprovechan para hacer deberes. Es decir, que los puedes recoger a las 5 habiendo comido, jugado con sus compañeros, y hecho los deberes y con toda la tarde por delante.

    Es cuestión de volver a mirar nuestras prioridades. A lo mejor hay que cambiar algo.

    1. Claro que sí, Tita, el post es generalista y sé de buena tinta que hay coles que funcionan de otra forma y padres que ya han operado el cambio en su mentalidad. En cualquier caso, nunca está de más traer estas reflexiones a flote, puesto que incluso cuando los coles son más flexibles y respetuosos con las necesidades de los niños, muchas veces se encuentran con reticencias por parte de los padres que quieren más “disciplina” para sus hijos. Es una reflexión en general, desde la mirada de un niño y que se dirige al conjunto de la sociedad.
      Gracias por aportar

  22. Muy buen post, trabajo en una Escuela Infantil (con niños que en septiembre cuando empiezan alguno no tienen ni 1 año) y el otro día una madre me pregunta: Nagore ¿tenemos que trabajar con el algo en casa?¿Le reforzamos en algo?
    Me quede mirándola y la conteste: Si, jugar con el, eso es todo lo que tenéis que hacer de tarea.
    Por favor que tienen 1 año, que si no saben como hace el perro ya lo aprenderán y si no lo aprenden pues nadie se ha muerto por no saber hacer “Guau”

    1. Ay, Nagore… ¿ves cómo estamos perdiendo el horizonte? ¡¡Un añito!! Qué buena respuesta le diste a esa mamá. Espero que no se quedara con la duda de si lo que dijiste era o no un buen consejo. Hay padres que sienten que si no están estimulando a sus hijos, están perdiendo el tiempo. ¡Cuánta energía desperdiciada! No hay mayor estimulación para aprender que jugar y reír.
      Besos

      1. La verdad es que a mi me gustaría enseñarles de forma distinta, experimentando mucho más, y no haciendo fichas y más fichas que me parecen absurdas siendo tan pequeños, pero como no es mi escuela no me queda otra 🙁 creo que pueden aprender más mediante la experimentación que no haciendo fichas que yo creo que no aprenden nada, al menos los míos con un añito.

        1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. No soy maestra pero me apasiona la pedagogía, de hecho he comenzado a estudiar el Grado. Y no, no tiene mucho sentido hacer fichas a esa edad. Pegar gomets les puede ayudar a desarrollar la motricidad fina, pero solamente se consigue adelantar un hito que se adquiriría sin forzar más adelante. Lo importante es aprender experimentando… Para los primeros años de vida, no hay nada para mí tan maravilloso como el método Montessori.
          Un abrazo

  23. Totalmente de acuerdo, para mi lo importante en estas edades, es amarlos y apoyarlos siempre, jugar en cada oportunidad. Ya habrá tiempo para hacerse adulto, cada cosa a su hora. Necesitamos generaciones de gente sensible, comprensiva y compasiva. A esta edad se fomentan estos valores y sólo del amor en familia y aprovechando la extraordinaria capacidad de los niños para ver el mundo podremos avanzar hacia un futuro mejor para ellos.

    1. Chapeau! Nada que añadir, Mayra

      Un abrazo

  24. Que razon tienes vero! Si te cuento lo.competitivo que es el sistema aqui…que niños de prescolar tienen clases de refuerzo..y se les hace examen psicotecnico para entrar al.colegio!
    Igual no podemos cambiar ni el sistema ni las leyes…pero igual si nos hacemos un poco las.sordas y jugamos libremente con los niños. Sin hitos . O si no les presionamos en los deberes o en sacarse un 10…quizas…quizas…poquito a poco todo cambie un poco. Quizas…

    1. Ojalá, al menos que por nosotras no quede. Granito a granito iremos cambiando el mundo.
      Un abrazo

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