¿Por qué nos cuesta tanto aceptar los piropos?

Christina Hendricks
Christina Hendricks, mi girlcrush

 

– ¡Pero María, qué guapa vienes hoy!

– ¿Tú crees? ¡Si tengo unas ojeras inmensas! ¡Y mira, me está volviendo el acné, jajajaja!

Esta es una conversación que en mayor o menor medida hemos tenido todas. ¿Qué nos pasa? ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar un piropo aunque sepamos en nuestro fuero interno que la otra persona tiene razón?

Se nos ha educado diciendo que la humildad era buena y penalizando a los creídos: a los listos que saben que lo son, a guapas a rabiar y a gente que destacaba en alguna faceta se le ha marginado o se ha hecho burla de ellos, sobre todo al aceptar piropos. No hace falta que vayamos por el mundo como si fuéramos el summun de la creación, pero opino que seríamos un poquito más felices si aceptáramos estos piropos (los que recibimos en las obras son harina de otro costal y como veis no me refiero a estos) y si los hiciéramos más a menudo.

Aceptar piropos, cuando sabemos que es cierto, nos mejora la autoestima. Además, o por lo menos a mí me pasa, nos alegra el día. Y por si esto fuera poco, nos acerca más a la persona que nos los dirige, cuando sabemos que son sinceros.

Pajares y Esteso
Piropos: lo estás haciendo mal

Quiero aprovechar este huequecito para reivindicar el piropo, el arte de darlos y recibirlos, con sinceridad, como método para mejorar nuestra autoestima y para ser más felices. Basta ya de esa falsa modestia, de cuando sabemos que vamos despampanantes e intentamos mencionar alguna cosa que no sea todo lo perfecta que desearíamos en nuestro atuendo.

Yo llevo unos años poniendo en práctica la aceptación libre de piropos y diciendo a los que me rodean las cosas buenas que veo en ellos y ¿qué queréis que os diga? Me ha mejorado la vida, la autoestima y soy bastante más feliz en esta faceta. ¿Os unís a mi reto de libre aceptación piropil?

Patch

Periodista, bloguera, amansadora de fieras, @communitymadre y tratando de conquistar el mundo desde los 80. Puedes encontrarme en No es un desfile donde voy contando mis tonterías desde 2003. ¡Ah! Y ahora he escrito un libro Responde primero a la segunda pregunta.

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13 comentarios

  1. Cuanta razón tienes, que nos costará aceptar un “que guapa estas hoy” y cosas asi!
    Soy la primera que le cuesta aceptarlos, a ver si pongo esa aceptación libre de piropos que decías 😉
    Saludos!

    1. Venga, pues vamos a ello 😀

  2. Pues sí, deberíamos aceptarlos más y no pensar que nos lo dicen falsamente por quedar bien (es lo que me pasa a mí 😉 )

    1. Es como hacer un viaje con buenas drogas, te lo aseguro 🙂 Libérate!

  3. Me uno, me uno, que ya estoy harta de esta educación en la humildad

    1. Venga, vamos a elevar nuestra autoestima 🙂

  4. No seré yo la que caiga en un feminismo radical en esto del piropo, aunque vaya por delante que me rayan esos piropos soeces o groseros, que pueden ser insultantes y me da igual el origen Rh que tengan. En fin, que bienvenido sea el piropo y esas flores de par de mañana, que te insuflan más energía que la tostada de pan aceitado y el cafetón de primera hora …y como de piropos va la cosa, ahí os va eso de: pero que bonicas estas chicas de mujeresymadresmagazine.¡

    1. Jajaja tú sí que eres bonica 🙂

      A ver, yo creo que la cosa va más allá del feminismo, si hay un día que tienes el guapo subido y lo sabes, y encima tienes la suerte de que te lo dicen, pues dí que sí, ole tú y a disfrutar 😀

  5. A mi me cuesta aceptarlos porque normalmente pienso que son exagerados. Que me digan que tengo buen aspecto cuando voy con uniforme de madre, manchurrones infantiles por la ropa y pelos de loca..
    Pero me gustaría ser capaz de aceptar. los poropos igual que me gustaría ir despampanante de vez en cuando 😉

  6. Yo soy muy de aceptar piropos, aunque soy humilde, a nadie le amarga un dulce. Pero a veces parece que está mejor visto hacer gala de una falsa modestia que del verdadero orgullo por tener alguna virtud destacable. Oye ¡y a mí me gustan hasta los piropos de las obras! Ay, con lo que yo he llegado a escuchar en mis tiempos mozos.

  7. Pues tengo que aprender, porque ha sido leer la frase de inicio y pensar “está hablando de mi”

    besos

  8. Pues yo ni falsa modestia ni leches. Yo soy de las que aceptan los piropos de buen grado. Por algo me arreglo el día a día para estar siempre despampanante y cuando me lo reconocen digo un sonoro Graccciiiiiaaaaasssss!
    Y los piropos de los obreros oiga, bienvenidos son, a mas de una nos alegra el día 🙂

  9. ¿Y esto otro os suena?
    – ¡Qué camiseta más chula llevas!
    – Uf, si es muy vieja.

    Como si la ropa de hace años no tuviera derecho a ser bonita y sentar bien ja ja ja ja ja

    Yo soy muy de decir piropos y de aceptarlos. A veces son exagerados pero lo que muestran es el amor con el que te miran. O que tienes el guapo subido y no te habías enterado.

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