Química o por qué la monogamia está sobrevalorada

quimica-monogamia-sobrevalorada

Como pasa con todos esos cuentos que nos contaron en nuestra más tierna infancia, almibarados y envueltos en kilómetros de celofán rosa, nos creímos la historia de la pareja para toda la eternidad, la que se conoce en la casi adolescencia y acaba sus días juntos mirando al horizonte agarraditos de la mano (WTF?) Cuentos de hadas. Y casos, como todo en esta vida, haberlos haylos pero lo cierto es que cada vez son más minoritarios. ¿Por qué fracasan en la actualidad las parejas? ¿Es que cada vez tenemos menos aguante?

Me temo que detrás de las estadísticas de divorcios y separaciones podemos encontrar, por una parte, la esclavitud de los horarios actuales en los que las obligaciones y el cansancio se acumulan casi sin tiempo para comentarlas entre ambos miembros de la pareja y, por otra, quizá como producto de lo anterior, el hastío de una relación prolongada en el tiempo. Y mientras corres cada día, casi sin poder mirarte en el espejo, te cruzas con ese colega de trabajo o ese conocido con el que se te eriza la piel, un latigazo como de 100.000 kws en tu núcleo duro. Pura química.

La química

La química, esa gran desconocida que nos hace sentirnos en un momento determinado más cercanas a aquel que nos cruzamos un par de segundos cada día que al hombre que duerme a nuestro lado. Porque sí, señoras, a nosotras también nos pasa pero, cuando nos pasa, normalmente se ponen en marcha todos nuestros mecanismos de contención: recordamos las promesas de fidelidad, la familia formada y apaciguamos nuestras ganas de mambo intentando no pensar en el maromo de turno ni en esa amiga de relación “abierta” que tiene encuentros esporádicos con hombres que no son su marido.

Ahí es donde viene la reflexión: ¿es necesaria la monogamia para poder avanzar como sociedad o es una convención más sin mucho sentido? Y yendo un poco más allá: ¿no puede ser hasta beneficioso que cada uno eche, de vez en cuando, una canita al aire? Porque uno tiene claro lo del amor y el compromiso en cuanto al futuro pero ¿qué puede tener de malo compartir un revolcón con alguien que hace que nos tiemblen las piernas solo con pasar a 3 metros?

Los cuernos, esa temida palabra

Quizá ese sea el quid de la cuestión: la terminología. A nadie le gusta pensar que le han puesto los cuernos o, lo que es peor, que sean los demás quienes piensen que se los están poniendo. Pero, si se trata sólo de sexo, de ese instinto animal que se materializa en un aquí te pillo aquí te mato, ¿son realmente cuernos? Pues cada vez hay más gente que opina que no y que el plan vital de cada uno poco tiene que ver con a quién mete en su cama (no técnicamente en la suya, que eso de que sea la cama compartida siempre echa para atrás).

Sexo

Al final, todo se reduce a sexo. No hay más, aunque los humanos nos compliquemos en enredos y líos, inventando románticos encuentros que no deberían ir más allá de un rato placentero. Esa sería la situación, siempre que se haya pactado previamente, en la que la confianza no se vería traicionada. Ni planes de futuro, ni cenas a la luz de las velas, solo encuentros que no trasciendan más allá de lo carnal ni pasen la barrera del sentimiento, solo liberación de endorfinas. Cada pareja debe encontrar su equilibrio pero, si nos fijamos en la naturaleza, lo excepcional es la elección de una pareja para toda la vida siendo la poligamia lo más habitual. Juzguen ustedes mismas.

Let B. Díaz

Soy Leticia la mamá de Ojazos desde 2013, mujer desde 1978. Siempre corriendo y con mil cosas en la cabeza para hacer pero con poco tiempo para llevarlas a cabo. Escribo en Esto no es como me lo contaron y Las Letras de Let porque es lo que más me gusta hacer en el
mundo. Activa, habladora y comprometida, cabezota y risueña vivo en una permanente contradicción. Necesito contar las cosas que me pasan para que no se me enquisten en alma.

Artículos recomendados

17 comentarios

  1. Buenísimo post compañera!
    Hace replantearse las cosas sin duda

    1. A veces hay que revisar nuestras opiniones inamovibles. Quizá no estemos de acuerdo en todo pero nos haga tomar otra perspectiva de las cosas. Besote, linda.

  2. Que no que no..que lo que está sobrevalorado no es la monogamía, sino el amor de pareja. LLamamos relación a eso de vivir con otra persona, compartiendo casa, hijos y hasta cama….cuando sin embargo, ambas pueden tener intereses muy distintos…la necesidad de no entrar en un conflicto existencial hace que solo flotemos en la superficie, sin descender…Claro que puede ser un mar de corales, pero….y si hubiera fango?….. Los humanos, con esa extraordinaria capacidad e inteligencia en lo tecnológico, pero que necios somos para resolver cuestiones tan esenciales. Buena reflexión la tuya…Saludos.

    1. Tu comentario abre una nueva vertiente de reflexión, ¡me encanta! Las líneas de flotación con esenciales para mantener el equilibrio en el día a día y no siempre es fácil (o estamos preparados) para abordar una labor de limpieza profunda. Gracias por tu opinión. Un abrazo.

  3. El conflicto de términos, ahí has dado en la clave. ¿Que son los cuernos? Siempre pensamos en el “ya no te quiero y me voy con otra” cuando puede ser algo tan simple como una “aquí y ahora” pero te sigo queriendo… ¡Uyyyy! Y entonces, ¿son cuernos una sola vez?¿Si son con la misma persona varias veces? ¿Cómo nos afecta eso? ¿Cómo afecta a la familia? Es que Let, el hilo es tan fino, que tirar da miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a que otro u otra te guste más, miedo a que no haya vuelta atrás, a pensar que no era tan sólida la relación como te creías… Apasionante tema, sí señor.

    1. Esto da para hablar largo y tendido. Fíjate que yo siempre comento que para mí es peor que mi pareja esté dándole a la cabeza todo el día en cómo ver a otra o hablar con ella que un aquí te pillo aquí te mato, pero no tengo claro cuántas veces de aquí te pillo aquí te mato son cuernos. El miedo nos paraliza, ¿queremos permanecer en la parálisis?

  4. Genial el post!!

    Yo no creo que el amor de pareja esté sobrevalorado y creo que en muchos casos la monogamia si.

    Este tema como buen tu dices, hay que discutirlo en pareja y es algo que entre los dos se tiene que definir.

    A quién no le gusta la atención? Es que sentir gusto y química por alguien es de lo más natural. Luego ya cada quien define si actuar o no en esas emociones. Ver algo “bonito” y pedirle a los ojos que no lo admiren no es natural.

    Aun solteros el Chico y yo tuvimos esta conversación, y los dos acordamos que una montada de cuernos se define por el tiempo y la atención que le dediques a otra persona. Un revolcón es eso, nada más.
    Es muy difícil lidiar con el tiempo, las ocupaciones, la familia y además mantener al amor ardiendo. Eso si es una cosa de decisión, de proponerse mantener la llama viva. El Chico y yo tenemos 10 años de matrimonio, y con mucho gusto reconocemos cuando vemos una persona que nos llame la atención, no estamos atados por la cadera y cada quien es libre de ver 🙂 no hemos actuado en lo demás, porque no ha existido la necesidad, claro que para eso nos ocupamos mucho en hacer vida de pareja aparte de la de familia.

    1. Una conversación a tiempo elimina muchos quebraderos de cabeza, además de hacer que el otro te conozca mejor y tú conozcas mejor al otro. ¡Cuántas discusiones tenemos por no dejar claros muchos puntos al principio de la relación! Aquello de “qué va a pensar de mí” o “eso no se lo puedo decir” castran nuestra libertad de ser como somos desde el minuto cero. Y luego vienen los disgustos. No seré yo quien abogue por soltar las cosas sin pensar, pero sí que opino que todo dicho desde la educación y el respeto se puede decir. Así que me declaro fan de ti y El Chico y de vuestra conversación previa.

  5. Un tema peliagudo que hace pensar… nosotros lo hemos hablado y eso es lo importante… que la pareja esté de acuerdo en el tema lo demás… que digan lo que quieran porque una sabe lo que tiene.

    1. Desde que soy madre he abierto los ojos a una realidad que antes ya vivía pero no veía: juzgamos todo el tiempo. Eso incluye las parejas: qué hacen o dejan de hacer los demás parece ser un entretenimiento para otros y, entre dos, como dices cada uno sabe lo que tiene. Nadie está en disposición de tener toda la información pero es que, además, nadie es exactamente igual a otro por lo que, aunque la tuviera, no podría juzgar lo que vive el de al lado. Es así de sencillo. Más respeto y empatía es lo que nos hace falta, ¿no crees?

  6. El papá de mi bichilla me dice que tanta lucha por la igualdad de género ha acabado haciendo que la sociedad esté completamente diseñada al gusto de las mujeres. Que ellos, como machos dominantes, irían preñando por la calle a toda la que pasara, porque es su instinto natural. Pero como nos quieren, y nosotras hemos creado una serie de normas para obligarles a ser fieles, se someten a nuestros deseos mientras siguen perdidamente enamorados. ¿Cómo se te queda el cuerpo? Me dan ganas de dejarle libre y que se vaya a la calle, a ver cuántas se dejaban preñar por un extraño.

    1. Dile al papá de la bichilla con amor que no hay que hacer de todo una cuestión de género. Que las mujeres también tenemos mariposas entre las piernas, XD. Y que la monogamia también puede suponer una renuncia para nosotras, ea.
      Besotes

      1. Jajajajaja. Ya me gustaría a mí tener una sociedad un poquito más diseñada para las mujeres, aunque hay que reconocerle al papá de la bichilla imaginación para defender su argumento. Me ha encantado la frase de Verónica: ¡que también tenemos mariposas entre las piernas! Nosotras también disfrutamos del sexo, no solo ellos, y hay que reconocer que las rutinas y discusiones propias de la convivencia pueden apagar la llama.
        Por cierto, eso de que ellos irían preñando a toda hembra que se pusiera en su radio de acción me lo enseñaron en la primera o segunda clase de Comunicación en la Facultad, justo después de decirnos que el primer ser vivo que comunicó fue el gusano de luz (¿adivinas el apodo que le cayó al profesor desde entonces? xD)

  7. ¡Qué grande! En tema de convivencia me quedo con la monogamia o con la soledad, por aquello de la pereza del cambio, pero,¿en química y sexo? Cierto todo lo que dices. Besicos

    1. Ay, sí, quita, quita, acostumbrarse a las rarezas de uno y otro cada poco tiempo puede ser tremendo, convivir con uno ya es bastante. Eso, o lo de la Bonham-Cartes y Burton que tenían un piso cada uno contiguos entre sí. Respetando espacios y eso. Un abrazo.

  8. El poder de la quimica es un tema muy tabu…un tema delicado. Gran post. Muy de acuerdo aunque creo que a veces puede haber una fina linea entre mirar y actuar o entre “aqui te pillo aqui te mato” y enredarse un poco mas. Y sobretodo! Es dificil que ambos definan las cosas igual 🙂

    1. La línea, definitivamente, es muy fina por eso creo que, como en todo lo que concierne a la pareja, hay que dejarlo todo muy hablado antes de pasar a la acción. Muy importante ese punto que destacas: que ambos definan las cosas igual… ese es otro hilito del que tirar… no tengo claro que sea fácil estar de acuerdo en eso. Un abrazo.

Los comentarios están cerrados.