Pilar Fonseca Ya ha llegado el sol de justicia y las vacaciones escolares se acercan peligrosamente en la agenda de miles de familias. La llegada del buen tiempo y las vacaciones escolares nos recuerdan la importancia de proteger la piel de los más pequeños frente al sol.
La fotoprotección infantil sigue siendo uno de esos temas que genera muchas dudas en madres, padres y cuidadores: ¿a qué edad se puede empezar a usar protector solar? ¿Qué tipo de filtro es el más recomendable? ¿Qué marcas son realmente seguras y eficaces?
Hemos preparado una guía actualizada y basada en evidencia científica para que puedas tomar decisiones informadas y proteger la piel de tus hijos de la mejor manera posible.
Proteger la piel de los niños y niñas del sol es una inversión en salud a largo plazo. Elegir un buen filtro solar, preferentemente mineral, adaptado a la edad y tipo de piel, junto con medidas físicas de protección, es la mejor estrategia para evitar quemaduras, envejecimiento prematuro y reducir el riesgo de cáncer de piel en el futuro. La fotoprotección es un hábito que se aprende desde la infancia y que debe acompañar a tus hijos durante toda su vida.
¿Cuándo y cómo empezar a proteger a los niños del sol?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara: los bebés menores de un año no deben exponerse al sol de forma directa. Su piel es extremadamente sensible y reactiva, por lo que la mejor protección es evitar la exposición solar, vestirlos con ropa que cubra su cuerpo, gorros de ala ancha y, cuando sea posible, gafas de sol homologadas.
Sin embargo, sabemos que en la práctica esto no siempre es sencillo, especialmente en países soleados como el nuestro o durante las vacaciones de verano que están a punto de llegar a nuestras vidas y a las de nuestros hijos. Por eso, cuando la exposición es inevitable, la ropa y los complementos siguen siendo la primera línea de defensa.
En cuanto al uso de cremas solares, no se recomienda aplicarlas antes de los seis meses de vida. A partir de esa edad, sí se puede recurrir a protectores solares, pero siempre eligiendo fórmulas específicas para bebés y niños, con ingredientes suaves y respetuosos con una piel tan sensible como la suya.
Si tienes dudas sobre qué producto elegir o cómo aplicarlo correctamente, consulta siempre con tu dermatólogo o pediatra de confianza. La prevención y la información son las mejores aliadas para cuidar la piel.
¿Qué pasa con los bebés menores de seis meses?
Para los recién nacidos y bebés menores de seis meses, la recomendación sigue siendo evitar la exposición solar directa y no utilizar cremas solares, ni siquiera las formuladas para bebés. En estos casos, la protección debe ser exclusivamente física: ropa, gorros y sombra. A partir de los seis meses, se pueden empezar a usar protectores solares minerales específicos, siempre consultando con el pediatra si hay dudas sobre alergias o condiciones cutáneas especiales.
Filtros solares: ¿minerales o químicos?
El mercado ofrece dos grandes tipos de filtros solares: los minerales (también llamados físicos) y los químicos. Para la piel infantil, la evidencia científica y las recomendaciones de sociedades dermatológicas internacionales se inclinan claramente por los filtros minerales, especialmente en los primeros años de vida.
¿Cómo funcionan los filtros solares minerales?
Los filtros minerales, como el dióxido de titanio y el óxido de zinc, actúan formando una barrera física sobre la piel que refleja y dispersa la radiación solar. Esto significa que no penetran en la piel, sino que permanecen en la superficie, actuando como un escudo inmediato contra los rayos UVA y UVB. Por el contrario, los filtros químicos absorben la radiación y la transforman en calor, y suelen requerir unos 20 minutos tras su aplicación para ofrecer protección efectiva.
La gran ventaja de los filtros minerales es su perfil de seguridad: no contienen ingredientes sintéticos potencialmente irritantes, son menos propensos a desencadenar alergias y ofrecen protección inmediata. Además, su eficacia frente a la radiación de amplio espectro (UVA y UVB) está ampliamente demostrada.
¿Qué características debe tener un buen protector solar infantil?
A la hora de elegir un protector solar infantil de cara al verano y a la exposición que van a tener nuestros niños y niñas, es fundamental fijarse en varios aspectos:
- Que sea de amplio espectro, es decir, que proteja tanto frente a los rayos UVA como a los UVB.
- Que tenga un factor de protección solar (SPF) de al menos 30, aunque la mayoría de expertos recomiendan SPF 50 o superior para la piel infantil.
- Que sea resistente al agua y a la fricción, ya que los niños suelen estar en constante movimiento y en contacto con el agua o la arena.
- Que esté formulado para pieles sensibles, sin perfumes ni colorantes, y que sea hipoalergénico.
- Que su textura permita una aplicación fácil y rápida, sin dejar residuos blancos excesivos, para que los pequeños no rechacen su uso.
Algunas marcas y productos más recomendados por dermatólogos y pediatras
La crema solar es solo una parte de la estrategia de protección. Los dermatólogos insisten en la importancia de combinar el uso de protector solar con otras medidas: vestir a los niños con ropa ligera pero que cubra bien la piel, usar gorros de ala ancha y gafas de sol homologadas, fomentar el juego en la sombra y evitar la exposición durante las horas centrales del día (de 10 a 16 horas). Además, es fundamental reaplicar el protector solar cada dos horas y después de cada baño o sudoración intensa.
Conviene recordar que la protección solar debe aplicarse durante todo el año, no solo en verano, ya que los rayos UV están presentes incluso en días nublados o en invierno.
Actualmente, existen en el mercado varias opciones de protectores solares infantiles que cumplen con estos requisitos y cuentan con el aval de expertos y organismos sanitarios. Entre los más destacados se encuentran:
- ISDIN Fotoprotector Pediatrics Fusion Fluid Mineral Baby SPF50+: Apto desde el nacimiento, con filtros 100% minerales, textura fluida y rápida absorción. Es hipoalergénico, biodegradable y especialmente indicado para pieles atópicas o muy sensibles.
- Nivea Sun Babies & Kids Sensitive Spray Solar FP50+: Formulado con camomila orgánica, sin perfume y con protección inmediata de amplio espectro. Es extra resistente al agua y está avalado por pediatras.
- Vichy Protector Solar Niños Spray SPF50+: Refuerza la barrera cutánea con agua volcánica y probióticos, textura ultraligera y sin fragancia. Testado pediátricamente para pieles sensibles.
- La Roche-Posay Anthelios Dermo-Pediatrics SPF50+: Ofrece alta protección frente a UVA/UVB, contaminación e infrarrojos. Su tecnología “wet skin” permite aplicarlo sobre la piel mojada sin perder eficacia.
- Acorelle Protector Solar FPS 50+ Para Bebé Sin Perfume: Filtro mineral puro, hipoalergénico, sin perfume y con aceites vegetales de alta calidad. Recomendado para bebés y niños con piel sensible.
- Matarrania Solar de filtro mineral, 100% natural: Elaborado en España con óxido de zinc no-nano, vegano, resistente al agua y respetuoso con el medioambiente. Aunque está recomendada a partir de los 3 años, es una opción sostenible y segura para pieles muy sensibles.
