Parir en invierno… Nacer en verano

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No… No me he hecho un lío con el título, ni pretendo crear desconcierto.
No es una contradicción. Ni tampoco un bucle espacio temporal.

¿Entonces? ¿Cómo es eso de parir en invierno y nacer en verano? Bueno, eso es lo que yo me pido.

Yo nací en verano.

Es chulo nacer en verano…

  • No te atiborran de vitamina D nada más nacer (¿o sí? ya no recuerdo…) en todo caso no pinta tan dramático lo de no ver el sol.
  • Te sacan a pasear y los primeros sonidos que oyes son pájaros que cantan y nenes que ríen y celebran sus vacaciones.
  • No hace frío y te ponen ropita de algodón, sin necesidad de luego forrarte cual bebé esquimal.
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Tu madre llega así de cuqui a parir…
  • Tus padres, probablemente, estén de vacaciones y puedan pasar más tiempo contigo alargando su permiso de paternidad empalmando una cosa con otra…
  • En tu cumple siempre hará buen tiempo y lo podrás festejar al aire libre. Que se quiten todos los parques de pelotas del mundo en donde se ponga un bosque, una piscina o una merienda campestre.
  • Ser niña de verano solo tiene una desventaja: que cuando celebras tu cumpleaños en edad escolar, tus amigos suelen estar de vacaciones en el pueblo con los abuelos. Así que o tus padres se enrollan y lo celebras a la vuelta en septiembre o… pero bueno, eliminando el pequeño detalle de la eventual no-celebración de tu cumple, el resto es genial.

Sí. A mí me parece bonito nacer en verano…

… pero me pido parir en invierno

  • Tu barriga es una estufa fabulosa. Eres una persona adosada a un radiador portátil que te permitirá pasear con el abrigo abierto en plena nevada. Sin embargo, seamos francos, si tu último mes es julio, la barriga es agónica.
  • Tu tripita te parece graciosa y te gusta verte en el espejo y fantasear con tu cuerpo orondo en el catálogo Amancio. Pero no nos engañemos: Es un alivio poder llevar esa barriga (y los riñoncicos) cubierta el último mes, aunque te pases la vida frotando lamparones de tus camisas de preñi.
  • A lo que sigue no le he encontrado base científica pero, en verano, me da la sensación de que tienden a retrasarse los nacimientos. No se si sucedió solo el verano que mi hijo se pasó 14 días de la fecha término, pero todas las embarazadas a mi alrededor parecían ponerse de parto más tarde de lo previsto.
  • En cambio mi hija de diciembre, aún siendo la primera y de talante relajado, se adelantó una semana. Tal vez fue el olor del polvorón. Tal vez por el patadón de un nadador cegato en la piscina… Eso es un misterio sin resolver pero nació antes de que nadie hubiera llamado para preguntar si “ya sí… o qué”.
  • Lo contrario es un castigo. Pasarte dos semanas de la fecha cuando todos temían un parto prematuro. Ya no sabes que decirle a tu familia. Que no llamen más por dios. Por lo menos en invierno estarán distraídos con las compras navideñas e igual algún dia se les pasa llamar para preguntar si ya pariste.
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Los tejanos esos con refajo son lo más, de lo más…
  • En pleno mes de diciembre, mientras ves la nieve caer, arrimarte a una fuente de calor te aliviará el dolor de las contracciones. El crepitar del fuego te relajará. De espaldas contra el tiro de la chimenea, y con los ojos cerrados, te concentrarás entre contracción y contracción.
  • En la bañera, con agua templada, cuando la cosa se ponga difícil, las contracciones se llevarán mucho mejor. En verano, puedes no acabar de verlo apetecible.
  • Un dato tonto quizás pero hay estudios sesudos que demuestran que la mayoría de los alumbramientos se producen de noche y ahora piensa: ¿Dónde te va a pillar el evento una preciosa noche de verano? ¿En un cine al aire libre? ¿En una terracita picando unas olivas? ¿En una verbena? En cambio… ¿dónde te pillará el evento una noche de invierno? Probablemente, en casa con la batamanta o el chándal y lista para el combate.
  • Si das a luz en invierno, con un poco de suerte, en medio año te enfundes un bañador y te atrevas a pasear por la playa… Si pares en julio, visualízalo: Cuarentena, dudas… y se te pasó el verano.
  • Superado el nacimiento, vas a tener una pequeña lapa pegada a tu cuerpo durante los próximos meses… Si no hace un calor sofocante, lo disfrutaréis mucho más los dos ¿no?
  • Y para terminar: a los seis meses, cuando empiece a sentarse, ¡estaréis listos para salir juntos a por vuestro primer picnic!

Son chorradas pero a mí ahora, si me dan a elegir, prefiero parir en invierno y es algo que nunca hubiera dicho. Pero vamos, todo esto es relativo, y seguro que tenéis mil razones para opinar lo contrario.

¿Cómo lo viviste o cómo imaginas que vas a vivirlo tú?

Fotos: Tambako The Jaguar, Alejandro Martínez y Antoine K.

Nuria Puig

Mi nombre es Nuria pero, donde vivo, tienden a llamarme Julia. He tirado la toalla y, si me llamas Julia, también me giraré. He trabajado en construcción y en educación pero lo que hace que me olvide de comer y de beber es: escribir. Voy por la vida con Gorro y a lo Loco

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9 comentarios

  1. Tienes toda la razón, yo tengo la experiencia de un parto en diciembre y otro en agosto y aunque ya no estoy en edad de parir, si tuviera que hacerlo, elegiría sin duda invierno

  2. Pues pienso exactamente igual que tú. Yo nací en septiembre y estoy encantada, y mis hijos son de marzo y de abril, que no es verano, pero me librè de megapanzón en pleno agosto, que no sé si hubiera podido!

  3. Yo tengo una de final de junio y otro de final de febrero y mucjo mejor el de invierno!! Lo que dices, llegas al verano con un bebé más espabilado, los meses de pegarte a el hace fresco y no estáis acalorados… Eso sí, me quedo con las ganas de lucir tripon playero porque veo a las embarazadas estupendas , sienta tan bien estar preñi!

  4. Tooooooda la razón! Mi primer hijo nació el 3 de agosto, no es casualidad que el segundo naciera en enero, por dios que calor agosto, barriga, el parto… Que calor!!

  5. Yo nací en verano y lo de celebrar el cumple es limonero, siempre hay alguien que falta. Y mira que te iba a decir que al menos siempre hace buen tiempo, pero este año me callo. Que manda narices pasar el verano a 40 grados y que cuando he celebrado el cumple haya amenaza de tormenta y bajas temperaturas, como en otoño.
    Sobre lo de parir, bueno, tres niños tengo y ninguno nació en verano, no te digo más, jejejeje 😉

  6. Yo nací en junio y elegí la primavera para mis hijos: marzo, abril y mediados de junio. Me libré de lo peor del verano y nacieron de cara al buen tiempo porque yo a lo que le tengo terror es a que un recién nacido se resfríe. Cada una con lo nuestro.

  7. Soy nacida en primavera, puertas de verano y la peque nació en pleno verano. Secundo que si me vuelvo a quedar embarazada, quiero que sea un parto de invierno. Sobre todo por los últimos puntos, porque con el calor y una lapa, no lo paso nada bien!!!!

    Por cierto! Mi marido es de pleno verano, como la niña, y para celebrar su cumple o lo hace ahora o no hay nadie con él. Solo yo que siempre tengo fiesta para que hagamos algo especial

    🙂

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