Ventajas de vivir lejos de la ciudad

Vivir lejos de la ciudad tiene muchas ventajas y a mí me encanta, lo confieso. Aún recuerdo, cuando allá por el año 2002, estábamos inmersos en plena búsqueda de casa. Al principio nuestra idea era vivir en Madrid, cerca de la familia. No sé muy bien en qué momento también barajamos la opción de irnos fuera de la ciudad y por esa opción, finalmente, nos decidimos. Elegimos vivir lejos de la ciudad sin saber lo mucho que nos iba a gustar. Y aún teniendo que desplazarme hasta Madrid todos los días, después de 11 años y pico, no me puedo alegrar más de aquella decisión que tomamos. ¡Y os voy a contar por qué!

Vivir lejos de la ciudad… te ayuda a desconectar

Una de las principales razones por las que, sin duda, me gusta vivir lejos de la ciudad es porque me ayuda a desconectar. A mí y a mi filosofía de vida nos ayuda mucho. Y no sólo a desconectar el fin de semana, salir de la ciudad a diario después de mi jornada laboral me ayuda a romper con mucha más facilidad de mi rutina, también entre semana. Y eso, a la larga, se agradece. Para mí, vivir fuera, es calidad de vida y eso compensa la distancia hasta el trabajo con creces.

Vivir lejos de la ciudad… respiras un aire más limpio

Últimamente, Madrid está cada dos por tres en alerta debido a los altos e insostenibles índices de contaminación. Algo que cada vez trae más consecuencias en la salud de los que viven allí y que asusta. No tenéis más que fijaros en la masa gris que se aprecia en la foto para ser conscientes de la realidad de lo que respiramos los que transitamos Madrid a diario. Vivir lejos de la ciudad no me garantiza respirar un aire cien por cien saludable, eso está claro, pero desde luego me permite que mi familia y yo respiremos un aire más saludable que el que se respira en el centro de la ciudad. Y algo es algo.

Vivir lejos de la ciudad… te ofrece opciones de ocio diferentes

Otra de las ventajas para mí de vivir lejos de la ciudad es que las opciones de ocio son completamente diferentes a cuando vives en ella. Para nosotros lo habitual es salir a caminar al campo, hacer rutas chulas para descubrir sitios nuevos, ir a ver los caballos o dar de comer a los burros… Disfrutar al aire libre con las peques tiene muchas ventajas y que sea una de nuestras principales opciones de ocio mola. Para nosotros es más raro ir al cine que salir al campo y me gusta que así sea, la verdad.

Vivir lejos de la ciudad… te regala silencio

Vivir alejado de la ciudad también te regala silencio. Al menos donde vivo yo no sabéis lo mucho que lo agradezco. Igual será porque me hago mayor, pero para mí vivir sin ruido excesivo de coches, motos o autobuses y oír chicharras o pájaros cuando abro la ventana es todo un privilegio.

Vivir lejos de la ciudad… es olvidarte de los atascos

Olvidarte de atascos o de las esperas delante de los semáforos es otra de las ventajas de vivir lejos de la ciudad. Nada de perder en tiempo encerrado dentro del coche para moverte de un sitio a otro. El coche en el pueblo lo utilizamos poco, podemos ir andando a casi todo y, deseando estoy que sean un poco más mayores, para poder ir hasta al cole en bicicleta. ¡Todo un lujo!

Vivir lejos de la ciudad… te regala atardeceres que son <3

Y, sin duda, lo que más me gusta de vivir lejos de la ciudad son los atardeceres de los que disfruto cada día; son absolutamente increíbles. Las puestas de sol me encantan, igual que a mis peques, y son muchos los días en los que paramos nuestra rutina diaria para contemplar las puestas de sol. Paramos para disfrutar de ellas sin más, una inyección de energía para nosotras que cada día nos gusta más. En verano lo hacemos desde la terraza muchos días, es la suerte de tener buenas vistas desde casa, pero en invierno no dejamos de disfrutar de ellas. Buscamos cualquier ubicación y ver esconderse el sol tras las montañas muchos días se convierte en un juego y es una verdadera delicia.

Y tú, ¿eres más de campo o de ciudad? ¿Se te ocurre alguna razón más por la que prefieras vivir lejos de la ciudad?

Imágenes: Propias