Colaboraciones MMM En verano, cuando las aulas cierran y se detienen los comedores escolares, miles de niños y niñas en España pierden algo más que una rutina: se quedan sin su única comida completa del día. Iniciativas solidarias como las bodas solidarias EDUCO ofrecen una forma concreta de ayudar a quienes más lo necesitan, sin recurrir a discursos de lástima. Porque esto no va de dar pena. Va de dar de comer.
La importancia de las becas comedor
En España, más de 1.200.000 familias con hijos a cargo, tienen dificultades para llegar a final de mes. En muchas de estas casas, el acceso a una alimentación equilibrada y suficiente no está garantizado. Los comedores escolares representan un salvavidas, pero no son accesibles para todos: solo 1 de cada 3 familias consigue una beca comedor. El resultado es devastador: más de un millón de niños y niñas se quedan sin su única oportunidad diaria de recibir una comida completa, sana y nutritiva.
Durante el curso escolar, el comedor cumple un papel esencial no solo como recurso alimentario, sino también como espacio de seguridad y desarrollo. Es allí donde muchos menores se sienten protegidos, aprenden a relacionarse, juegan y crecen en igualdad de condiciones con sus compañeros. Pero cuando llega el verano y los colegios cierran durante 80 días, todo eso desaparece.
En los meses de vacaciones, las dificultades se agravan. Las familias con menos recursos pierden no solo el respaldo del comedor escolar, sino también la red de apoyo que supone el entorno educativo. La infancia vulnerable queda aún más expuesta a la exclusión. Por eso, garantizar una alimentación adecuada en verano no es una opción: es una necesidad urgente.
Garantiza una alimentación adecuada en verano con EDUCO
En respuesta, EDUCO impulsa programas de campamentos y actividades estivales donde los niños y niñas, además de disfrutar, jugar y aprender, reciben una comida completa cada día. Un almuerzo nutritivo que no debería ser un lujo, sino un derecho garantizado. Estos espacios permiten que la infancia en situación de vulnerabilidad no quede desatendida durante el periodo más largo sin clases.
Hace más de 30 años que EDUCO trabaja por el bienestar y los derechos de la infancia. Actualmente, la organización lleva a cabo más de 200 proyectos en 18 países, ayudando a un millón de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Como parte de la alianza internacional ChildFund, EDUCO actúa en 70 países y da apoyo a 36 millones de menores y sus familias. Su foco está claro: defender el derecho a la educación, la protección, la participación y la alimentación. Sin educación y sin comida, no hay infancia que prospere.
La solución no pasa solo por más ayudas estatales, aunque ampliar el alcance de la beca comedor durante todo el año sería un paso clave. También depende del compromiso colectivo. De acciones que sumen. De iniciativas que transformen.
Desde EDUCO, se invita a la ciudadanía a colaborar de múltiples formas: donaciones, eventos solidarios, apadrinamientos, o incluso celebraciones con impacto social, como las ya mencionadas bodas solidarias. Porque cada gesto cuenta y puede traducirse en un plato de comida para quien lo necesita.
No se trata de caridad. Se trata de justicia. De garantizar que ningún niño o niña pase hambre mientras otros disfrutan del verano. Porque comer bien no debería depender de la estación del año ni del código postal.
