Que me encanta ir al cine no es secreto. Pero quienes frecuentamos mucho las salas acabamos siendo unos raritos y nos molestan un montón de cosas de la (super) experiencia que es ir al cine. Aquí el top ten de las cosas que me sacan de mis casillas de ir a ver una película ¿añadirías alguna?
1. Que te cobren más por sacarlas online. ¿En serio? Puedo entender que me cobren lo mismo pero ¿más? ¿De qué vas, Bitter Kas?
2. Que la fila para comprar las palomitas sea la misma que la de comprar las entradas. Oiga, que yo las he sacado por internet para no hacer fila ¿no podrían habilitar una fila para quien solo quiere palomitas? ¿Sabes lo que te digo? Que me voy a la tienda de al lado, que no tengo que esperar ¡tú te lo pierdes!
3. Que tengas que empeñar un riñón para pagar las entradas. Aquí en mi ciudad afortunadamente si las compras online en los cines a los que siempre voy (¡hola, Cinesa!) sale a un precio muy razonable pero cuando oigo que en otras ciudades están pagando casi 10 euros por ver una peli en pantalla grande alucino pepinillos. ¿Qué será lo próximo? ¿Que para entrar les exijan a su primogénito en prenda?
4. Que solo queden entradas para la primera fila. En el cine todos tenemos unos sitios que nos gustan y otros que no. Hay quien prefiere ponerse arriba del todo y a quien le gusta sentarse más abajo pero ¿en la primera fila? ¿seriously? ¿Quién quiere ver los mocos de su actor preferido a tamaño gigante? Bueno… si en lugar de esto es a Fassbender desnudo… bueno, igual me lo pienso.
5. La costumbre de algunos cines de numerar las filas con letras ¡Nunca sabes si es buena o mala la entrada que te han dado hasta que estás ahí! Y cuando los pares están a un lado y los impares a otro ¿están 1,2,3 y 5 seguidas?
6. Cuando los asientos son tan pequeños que tienes que jugar al tetris con tu culo, los abrigos, las palomitas, las bebidas y los niños. Te sientes un hobbit, ahí, encajada, con las piernas recogidas y ¡por dios! ¡que no pase nadie porque entonces sí que me acuerdo de los muertos del que pase! Las multisalas tienen mucho menos glamour, pero son infinitamente más cómodas, reconozcámoslo.
7. Que se te siente delante el más alto de la ciudad. Ahora que las salas son más inclinadas pasa menos (salvo cuando tienes 7 años) pero era un latazo esto de estar moviéndote todo el rato esperando encontrar un buen ángulo en que no te tape.
8. Que el de atrás te dé patadas en tu asiento. En serio. #NO. Córtate los pies si quieres, pero déjanos a mí y a mi espalda tranquilos. Graciaaaaas
9. Que la gente dé por saco, así en general. Si voy a una sesión matinal, a una película infantil, etc. entiendo que son niños, pero no soporto a los que se creen que el cine es su salón de casa. Por citar algunos
- Los que llegan tarde al cine y hacen levantarse a toda una fila porque encima entran por el lado que no es.
- Los que comen como los mismos gorrinos y mastican tan alto que se les oye más a ellos que a la misma película. Suelen coincidir con…
- Los que lo dejan todo hecho una auténtica porquería ¿tanto te cuesta ser un poco cívico? Ya sé que hay gente encargada de limpiarlo, pero si todos llevamos nuestra mierda a la basura igual les ayudamos un poco.
- Los que consultan el móvil en plena película sin darse cuenta de que están dejando ciego al de detrás con el brillo de la pantalla
- Los que, no sólo no han apagado el sonido del móvil ¡sino que contestan! ¡Ahí, con un par!
- Los que comentan la película en voz alta. No tengo ganas de que me la vayas radiando, gracias. Ahórrate tus ¿sesudos? comentarios.
- Los desconocidos que se te duermen en el hombro. #basadoenhechosreales (todo El Sexto Sentido con uno que primero comentaba y luego se quedó dormido en mi hombro. No sé qué era peor)
10. Que después de todo la película sea un asco. Esto debería estar penado, por ley.
(Aún así, ¡que viva el cine! ¡Yo no sé qué haría sin él! ¡Vayamos todos al cine este verano!)
Foto: Commons Wikipedia
Que el combo de palomitas cueste 15 euros, más que la entrada de casi 10…y no…no se pueden coger unas tristes palomitas porque el precio está puesto también altísimo para que y lleves combo…hemos llegado a pagar 35 euros por entradas y palomitas con refresco….para dos!!!!!
Por encima de todo lo que no soporto es que la gente hable; y lo peor es cuando tienes detrás a alguien que ya ha visto la película y la va comentando con su acompañante (que para él /ella es la primera vez que la ve) con comentarios del tipo: “ahora verás, viene una escena que es buenísima…”o “esto es para partirse, mira mira”.. vamos, como si fuera fútbol y no cine !!!
Uff odio que me radien las películas, en el cine o en casa, da igual. Y las pataditas en el asiento… yo ya no me quedo callada. Mi límite son 5, en ese momento me giro y muy amablemente le amenazo con cortarle el pie si vuelve a darme un golpe en el asiento…