¿Quién ha dicho que jugar es solo cosas de niños? Jugar es divertido a cualquier edad y si tú eres de las que disfrutas jugando, ya sea con tus hijos o con otros adultos, has llegado al artículo indicado. En Mujeres y Madres Magazine nos vamos a centrar hoy, concretamente, en los juegos de mesa. Estos son nuestros preferidos, ¿y los tuyos?
Monopoly (Let)
Horas y horas de tardes y tardes pasamos mi hermana y yo jugando al Monopoly en nuestra infancia. Nos encantaba. Tanto que echo mucho de menos jugar.
Estoy segura de que lo conocéis, pero, por si acaso, os cuento que el Monopoly consiste en comprar calles, estaciones de tren, centrales eléctricas, pagar impuestos… ¡e incluso ir a la cárcel! todo para hacerse con la mayor fortuna y así ganar arruinando a los demás. Mi madre siempre dice que nací para rica, debe ser por eso que me gusta tanto.
El Monopoly es un juego que tiene diferentes ediciones -ciudades de diferentes países-, pero que también autoriza ediciones especiales para promover productos de otras empresas -seguro que alguna de mis compañeras muere por Monopoly Star Wars-.
Una de las cosas que más me gustan, además de poder ser dueña del Paseo de la Castellana de Madrid, es el hecho de que cada grupo de jugadores adapta las reglas. Y es que, cuando comentas que te gusta jugar a Monopoly, tu interlocutor te pregunta cómo juegas. No conozco a nadie que juegue de la misma forma.
Y a ti, ¿te gusta el Monopoly?
Mus (Merak)
Yo no soy mucho de juegos de mesa, al menos no de juegos de tablero, aunque he de reconocer que desde que nacieron las niñas he disfrutado de momentos de diversión gracias al Dobble, al Unno o al Fantasma. Pero a mí, lo que realmente me gustan, son los juegos de cartas y, de entre todos, mi preferido es el mus. Ahora llevo años sin jugar -y es una lástima, porque mientras que escribo me están entrando unas ganas locas de hacerlo-, pero he disfrutado de noches en las que la madrugada nos pillaba dándole que te pego a las cartas. Guardo recuerdos increíbles de un bareto cutre que abría a horas intempestivas y al que íbamos a jugar cuando salíamos de trabajar. Mano tras mano, pincho de ensaladilla rusa tras pincho, pasamos momentos inolvidables.
He de reconocer que nunca jugué muy bien, porque sé me da fatal mentir, ¡pero disfrutaba como la que más!
Uno (Nat)
Aunque parezca mentira, no conocía el Uno, hasta que lo descubrí las pasadas Navidades en nuestro viaje familiar a Holanda. Desde entonces es un imprescindible en casa. Nos encanta a todos y jugamos un montón. Admite un montón de jugadores, es divertido para todas las edades y las risas están garantizadas. ¡Menuda cara de panoli se te queda cuando te toca chuparte 12 cartas del tirón!
Carcassonne (Sara)
En mi casa jugamos un montón en familia ¡nos chifla! Para nosotros es un planazo pasar los fines de semana con algún juego de mesa. Carcassonne es mi juego de mesa favorito y también lo es de Mencía. Una de las cosas que más me gusta es que es igual de divertido tengas la edad que tengas, algo que no siempre es fácil de conseguir. Carcassonne mezcla estrategia con un poco de suerte y cuando eres ya experto puedes elaborar estrategias más complicadas para ponérselo difícil al de al lado. Es súper sencillo de entender, bastante rápido y nos lo pasamos bomba ¡súper recomendable!
El juego de la vida (Nuria)
A nosotros por razones climáticas nos toca pasar muchas horas a cubierto, así que estamos bien surtidos. Como Sara, pasamos muchas tardes en Carcassone (¡será por extensiones!). También hemos sido durante hooooras y horas Colonos de Catán. Tenemos Memories para todos los gustos y nos encanta echar carreras con nuestros camellos en Camel Up, pero para esta selección me voy a quedar con nuestra última adquisición: El juego de la vida (¡versión Minions!). Desde entonces, ya sabemos que lo que mola de verdad en la vida es… ¡ser espía o planificador de misiones! Apto para trogloditas de 5 años.
El cinquillo o “cinquet” (Majo)
Sin duda, en casa de los Sarrión es el juego estrella, junto con el Rumykub. Pero a diferencia de este último, las peques también participan del juego y a la vez que jugamos y nos entretenemos les enseñamos a ellas a pensar.
Tenemos dos versiones del juego, cuando jugamos adultos o cuando jugamos con los peques. Si solo somos adultos, jugamos pensando, usando estrategias e intentando machacar al resto de contrincantes. Pero si juega Blanca, lo hacemos de manera pedagógica sin hacer sangre.
A mí me encantan estos juegos y ahora que la mayor ya tiene una edad más acorde estamos jugando bastante (enchufando previamente al peque con Peppa Pig o nos destroza el tablero). Este ha sido el verano de Hotel y el Uno. Probamos con el Cluedo (versión adultos) pero mi hija tuvo pesadillas esa noche con asesinatos, ¡qué cargo de conciencia el mío!
Por cierto, les regalé a mis padres el juego de Carcassonne y me dijeron que las primeras veces les costaba pillar las reglas… ¡y me estáis diciendo que para jugar con niños está bien! Mejor no se lo cuento a ellos, jajajaja.
Cuánto pudimos disfrutar mi hermana, mi prima y yo del Hotel esos sábados tarde de visita en su casa. No me había acordado de ello hasta ahora que lo dices tú.
Cuando era pequeña veía con mi padre saber y ganar y cifras y letras, para mi comunión me regalaron los jugos de los dos programas y sin duda el favorito era el de cifras y letras. De más mayor nos dio con el Rummi clásico (rami como lo llamaba mi madre jajaja). Y los últimos que descubrí con los amigos, “Idioteces” con el que nos lo hemos pasado genial y reído hasta casi hacernos pipí encima, se trata de inventar algo sobre un tema e intentar engañar a los demás para que voten por ella y ganes, lo que pasa rs que nosotros vamos a lo loco y a crear ideas locas jajaajja. Y el otro juego es el “saboteur” un juego donde puedes ser el gnomo excavador en busca de las gemmas o un saboteador, es muy divertido también.
Os recomiendo estos dos últimos para probarlos con amigos, son geniales ?
Los dos primeros los conozco, claro, menudas tardes de sobremesa de cifras y letras me he pasado yo también, jugando mientras veía el programa con ellos (que yo jamás tuve el juego); pero de los dos últimos ni idea. Si alguna vez conseguimos encajar para ir de casa rural -ya sabes: hay que hacer encaje de bolillos- lo miraré.
En mi casa somos aficionados al Carcassonne sobre todo, jugamos con los niños y pasamos unos domingos muy divertidos en familia. Siempre hemos intentado introducirles en el mundo de los juegos de mesa porque nos permiten pasar más tiempo con ellos y que dejen la maldita videoconsola.
Un saludo!
El Carcassone como he contado es mi favorito ¡es que es tan divertido, tan genial y tan para toda la familia! A nosotros nos encanta. Mi hija pequeña tiene ahora 7 y ya lleva un año jugando sola. Antes se hacía un poco de lío, pero nos daba las fichas e íbamos en equipo igualmente. Ahora es su preferido 🙂