No eres tú, soy yo, que me he dado cuenta de que eres lo peor

Hay gente a la que hay que quererla. Así, como concepto. La vecina rubia en Twitter, por su defensa de la ortografía. A mi amiga María José que siempre sale en las fotos como mirando al infinito y está estupenda (y yo parece que salgo del frenopático si hago lo mismo). Y por supuesto a Pedrita Parker. Hoy hablamos de su libro No eres tú, soy yo, que me he dado cuenta de que eres lo peor.

A Pedrita Parker la sigo desde el año Pum: es una persona capaz de ponerme de buen humor sólo por sonreír. Me gusta lo bruta que es y que parece que escribe o diseña sin filtro. Esas burradas que te pasan a ti por la cabeza, ella en lugar de dejarlas estar las recupera y las pone bonitas. Una vez me la compararon con Mr. Wonderful, pero en versión irreverente y yo no termino de estar de acuerdo. Para mí Pedrita es Pedrita. Y punto. Los Wonderful son mucho más convencionales y buenrollistas, ella es toda una personajA.

No eres tú, soy yo, que me he dado cuenta de que eres lo peor

Tengo los tres libros que tiene editados y cada uno merecen la pena en su estilo. Lo curioso es que justo después de Esa cosa (extraña) llamada amor viene este que es muy destroyer pero al mismo tiempo empoderador. Digamos que si esa cosa llamada amor no ha salido como tú esperabas, esta es la continuación. Y Pedrita Parker te habla sin paños calientes: tú eres la mujer de tu vida, estás mucho mejor sin él, y nunca cambies nada de ti. Lo mismo que te dirían tus amigas con un buen puñado de pañuelos delante tras una ruptura amorosa.

La sabiduría de Pedrita es la de una madre o la de una amiga. Es lo que te diría tu madre, pero que no escucharías porque viene de ella. Es lo que te dice una amiga y en este caso sí que lo tomas en consideración.

No eres tú, soy yo, que me he dado cuenta de que eres lo peor debería venir junto con una tableta de chocolate y recetarse en caso de rupturas dolorosas. Créeme.