Let B. Díaz

Soy Leticia la mamá de Ojazos desde 2013, mujer desde 1978. Siempre corriendo y con mil cosas en la cabeza para hacer pero con poco tiempo para llevarlas a cabo. Escribo en Esto no es como me lo contaron y Las Letras de Let porque es lo que más me gusta hacer en el
mundo. Activa, habladora y comprometida, cabezota y risueña vivo en una permanente contradicción. Necesito contar las cosas que me pasan para que no se me enquisten en alma.

Artículos recomendados

5 comentarios

  1. Hace años le regalé a un amigo de mi hija un juego con escoba, fregona, cubo…todo en miniatura ¡era una monada! y se lo regalé porque me lo pidió él mismo.
    Sin embargo su padre se enfadó porque dijo que “no quiero que mi hijo sea un maricón” (palabras textuales).
    Tenemos taaaanto camino por recorrer…

    1. Desconocía que las apetencias sexuales y gustos sentimentales venían determinados por las elecciones de juguetes y juegos. Cuánto me queda por aprender. Un beso compañera

  2. Totalmente de acuerdo contigo. Mi hijo jugará con lo que él quiera, igual que lo hace mi hija: cocinita, carritos de bebés, muñecos, coches, pelotas, etc. Armas de juguetes no, es lo único que no va a entrar en mi casa, ni para el niño ni para la niña.

    1. Para mí,como decía en el artículo, lo de las armas es del todo incomprensible: con todo lo horrendo que pasa en el mundo por su culpa deberían estar vetadas de cualquier hogar. Un abrazo.

Los comentarios están cerrados.