Os lo juro que no lo entiendo: si buscas imágenes de archivo en cualquier banco de imagen sobre mudanzas salen un montón de fotos de gente partidos de la risa entre cajas de cartón. Es como aquel fenómeno que también se da en los bancos de imágenes de ensaladas que cuentan chistes: si os habéis fijado hay muchísimas fotos de mujeres muertas de risa delante de ensaladas que te hacen preguntarte ¿qué narices le pasa a esa muchacha?. Pero a lo que íbamos… este fenómeno de mudanzas que provocan la hilaridad de sus propietarios ¿qué sentido tienen? Todo el mundo sabe que las mudanzas son el horror y que provocan de todo menos alegría entre los propietarios.
Nosotros este año nos hemos mudado y no ha sido traumático, pero divertido tampoco. Hemos acabado cansados, malhumorados y doloridos y desde luego no teníamos ganas de hacer el canelo metiéndonos en cajas y empujándonos por el piso. A pesar de todo, creo que lo hemos sabido hacer medianamente bien y os quería contar algunas de las cosas que a nosotros nos han ayudado.
Consejos para sobrevivir a una mudanza
Buscando quien haga la mudanza
Sin duda no es lo mismo hacer una mudanza cuando tienes veintipocos y cuatro cosas mal contadas que cuando estamos hablando de trasladar un piso familiar con las cosas acumuladas en quince años por cuatro personas. Así como hasta ahora las mudanzas habían sido un poco de cualquier manera y tirando de familiares y amigos en ésta ni nos lo hemos planteado: había que contratar a alguien que la hiciera obligatoriamente, fundamentalmente porque estábamos hablando de desmontar muebles muy grandes y de subirlos luego hasta un piso alto.
Antes de hacer la mudanza es importante que penséis en qué tenéis que trasladar de verdad. ¿Vais a llevaros todos los muebles o a dejar algunos? Esto es importante a la hora de pedir presupuesto, así que hay que ser lo más preciso posible. La mayoría de los transportistas vendrán a vuestra casa para ver in situ qué es lo que vais a trasladar, así que ganad tiempo teniéndolo pensado de antemano. ¡Y reservaos algo de tiempo para recibirlos! A nuestra casa vinieron al menos cuatro personas distintas para podernos hacer el presupuesto y esto lleva tiempo.
Yo me dediqué a escribir por email a un montón de gente pidiendo presupuesto. Una vez que contactaban con nosotros mi marido empezaba a hacer preguntas. No es lo mismo -vuelvo a decir lo mismo – una mudanza de cuando era (más) joven que la de ahora. Posiblemente en aquel momento hubiese ido a precio sin más pero ahora nos preocupaban cosas como los seguros, si hay o no contrato y si es una empresa seria. Para eso mi marido buscaba a ver si estaban inscritos en la asociación de mudanzas que existe. Él dice, con buen criterio, que es menos probable que se largue con nuestras cosas o simplemente que sea un poco pirata del Caribe alguien que se llama Paco Martínez y que es el dueño de Mudanzas Paco Martínez que alguien que ha cambiado de razón social ochenta veces por los pufos que ha ido dejando.
¿Mi consejo? Sospecha cuando algo sea sospechosamente barato.
¿Qué tipo de mudanza queremos?
Existen muchos tipos de mudanza: están aquellas en las que tú haces todo y se limitan a llevarse tus cosas. Luego están las que te lo hacen absolutamente todo: ellos desmontan y embalan todo. Por último están las mixtas, en las que te cobran por caja y tú haces parte y ellos el resto.
A ver: yo os soy sincera. Una mudanza en condiciones es algo caro, mucho más caro de lo que podemos imaginar. Pero pensad en que el tiempo es dinero. Si lo podéis pagar es preferible ahorrar en otras cosas porque 1) es una paliza, sobre todo si tenéis muchas cosas 2) es muy incómodo tener un montón de cajas danzando por la casa durante mucho tiempo 3) requiere mucho tiempo prepararla. En mi caso hemos contratado la mudanza completa y he ahorrado pintando y empapelando yo misma la casa nueva. Prefiero gastar el dinero que tenía destinado a eso en la mudanza y sufrir menos. Es una decisión personal, pero si queréis hacer la mudanza a lo low cost tratad de ser realistas con los tiempos, el esfuerzo etc.
Aprovecha para tirar y ordenar
En mi caso yo soy muy de ordenar y tirar cosas habitualmente (quien dice tirar dice donar, regalar, etc.). Cada vez que hago cambio de armario me vuelvo un poco loca y quito cosas a saco, pero mi marido no es nada fan de deshacerse de lo innecesario. Cuando se hace mudanza es imprescindible ponerse serio y aprovechar para mandar a freír espárragos lo supérfluo. Minimiza. Sin dudar. Piensa que cuantas menos cosas traslades más barato te saldrá. ¡Si eso no es un incentivo…!
Contrates lo que contrates piensa que no te vas a librar de hacer algo de tarea antes, así que mentalízate y sobre todo, piensa que si es posible gastar algunos días de vacaciones extra (además de los que por ley te corresponden) igual merece la pena.
CONSEJO: En muchos seguros del hogar incluyen unas horas al año para trabajos en casa. Es un buen momento para llamarlos y que cuelguen cuadros, cortinas etc.
Sobre todo, tómatelo con filosofía y trata de no desesperarte. Al final si nos mudamos suele ser a mejor así que piensa en el fin de todo el proceso y en que vuestra nueva casa seguro que es fantástica.
A mí me encanta mudarme, oye. Con esto de vivir de alquiler desde que nos independizamos, no me daba ninguna pereza cambiar de piso cuando los precios fluctuaban muy alegremente. Peor cuando la niña empezó a ir al cole nos compramos nuestro pisito y ya no nos moveremos de aquí. Sólo hemos hecho una mudanza nosotros mismos, y el resto siempre pagando ¡y es dinero bien invertido! En 4-6 horas lo teníamos todo listo y sin deslomarnos. Eso sí, lo de la cobertura del seguro para estas tareítas me acaba de descubrir un universo nuevo de posibilidades.