Siete concursos de cocina de Netflix

Seamos sinceros: a mí cocinar no me gusta nada. Cocino por supervivencia, porque no me queda otra. Siempre digo que mi comida preferida es aquella que no tengo que hacer yo porque a mí esto de estar entre fogones como que no. Me parece que lleva muchísimo tiempo, que se ensucia mogollón y que además apenas has terminado ya tienes que empezar a planificar la siguiente comida ¡y eso por no hablar de lo desagradecido que es! Yo no sé en vuestras casas pero en la mía lo que le gusta a una hija no le gusta a la otra así que es todo un quebradero de cabeza. 

Cocinar no me gusta especialmente. No es que sea tampoco la peor cocinera del mundo (ese es, probablemente, mi marido), pero mi falta de amor a la cocina se nota y mucho. Eso sí, como comensal soy de lo más agradecido porque pienso en que no lo he tenido que hacer yo ¡y todo lo disfruto! Hace unos años era bastante más complicada de dar de comer pero cuanto mayor me hago más fácil es. 

Eso sí, soy una mujer llena de contradicciones porque si algo me gusta son los concursos de cocina. ¡Me encanta ver cocinar a la gente! Así como hacerlo yo no me relaja en absoluto, me flipa ver cocinar a gente que -aparentemente al menos- sabe lo que hace. Netflix es un lugar lleno de sorpresas y en su catálogo podéis encontrar un buen surtido de realities de cocina… y yo por supuesto he visto unos cuantos. Aquí están algunos de mis favoritos.

Todo el mundo a la mesa

Es una de las últimas inclusiones en el catálogo de Netflix y la verdad es que está fenomenal. Se trata de un concurso de cocina en el que participan chefs de todo el mundo, algunos con estrella Michelin incluso ¡para que veáis el nivel! En cada programa “viajan” a un país del mundo, que actúa como anfitrión. En la primera prueba tres celebridades del país (una de ellas relacionada con la cocina siempre) proponen un plato típico de su país y deciden qué tres equipos son los peores. Estos se tienen que batir en duelo y cocinar un plato con un ingrediente propuesto por un chef de reconocido prestigio del país. En el caso de nuestro país fue Andoni Adúriz. 

Los chefs compiten en parejas, siempre con el mismo compañero y es muy chulo ver como se complementan los participantes. 

Zumbo’s Just Desserts

Este programa es genial para verlo. Zumbo es un cocinero australiano de prestigio que hace auténticas maravillas. En el concurso los concursantes tienen que enfrentarse a una primera prueba con un tema propuesto, unas veces más filosófico y otras que tiene que ver con técnicas. Los dos que peor lo hagan tendrán que recrear una creación de Zumbo ¡lo que no es nada fácil porque hace auténticas maravillas! 

Me encanta la estética de este concurso y la verdad es que en casa estamos esperando nuevas temporadas. 

Sugar Rush

Este concurso es americano y también tiene que ver con postres. En él participan 4 equipos en tres rondas. Tienen un tiempo total máximo y de ahi van descontando. Si invierten mucho tiempo en una prueba tendrán menos para la siguiente. Cada ronda es eliminatoria. 

Es muy entretenido, aunque me quedo con Zumbo. 

The Big Family Cooking Showdown

The Big Family Cooking Showdown

Este es un programa inglés de lo más interesante. Para mí tiene un problema y es que lo alargan demasiado, pero la propuesta está muy bien. Básicamente se trata de encontrar la familia inglesa que mejor cocina. Para ello se enfrentan de dos en dos en cada programa. En la primera prueba tienen que cocinar con un presupuesto limitado. La segunda se desarrolla en las casas de los concursantes a las que van los jueces a cenar. La tercera es un menú libre en plató. 

Es todo muy entrañable, la verdad ¡y súper inglés! 

El Menú del millón

Creo que existe una versión de este mismo programa ambientada en otro país. A Manchester llegan varios proyectos relacionados con la cocina y se testan por medio de restaurantes pop-up para encontrar inversores que quieran poner capital en ellos.  

The worst cooks in America

Un concurso de cocina que no se toma nada muy en serio. Un grupo de famosos (bueno, famosos en EEUU, aquí no los conoce ni el tato) con nulas cualidades culinarias tienen que aprender a cocinar. Las pruebas son muy sencillas porque es que, de verdad, no cocinan nada absolutamente… y además se ríen bastante de ellos. 

Nailed it

Nail it

Este es el antiprograma de cocina y por eso es tan divertido. Se trata de divertirse con gente anónima que no cocina nada de nada. Les hacen replicar auténticas monadas y hacen las mayores bazofias del mundo. Es muy divertido y mi compañera Sonia ya habló de él aquí

¿Sois tan fans de los programas de cocina como yo? 

Sara Palacios

Soy Sara Palacios, aunque en la red muchos me conocen como Walewska, mi nombre de guerra. Soy curiosa, inquieta, seriéfila, gafapastas y a ratos pedante. Los que me conocen dicen que tengo mucho sentido del humor y yo no sé si soy graciosa o no, pero que me gusta reírme continuamente es un hecho. ¡Soy una optimista incorregible!

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