Educar sin género

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¿Es posible educar sin género? Se acerca Carnaval y, de nuevo, se aviva la polémica en torno a los disfraces y aquello que les rodea. Desde los disfraces de “enfermera sexy” que podemos encontrar en el chino de turno, y que, a mayor cabreo, presentan una foto de cuerpo de mujer y cabeza de niña, al cartel para la candidatura de la reina infantil del Carnaval de Tenerife, con una niña que más parece una mujer, todo confluye en una hipersexualización de las niñas completamente intolerable. Como señala Alba Alonso, fundadora de Real Kiddys, en su artículo Hipersexualización infantil en los carnavales publicado en su web:

Los carnavales son una época en la cual se presentan gran cantidad de estereotipos que dañan la imagen que tanto niños como niñas tienen acerca de los diferentes sexos.”

Las cosas, por suerte, están comenzando a cambiar. La propia Alba desde Real Kiddys en colaboración con Madresfera, la plataforma que aglutina más de 3.000 blogs de madres y padres, dio impulso al cambio con su iniciativa #soyquiendecide que promueve juguetes no sexistas. Y a las madres y padres cada vez les chirrían más cosas como estas.

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Educar sin género

Recientemente se ha dado a conocer el I Estudio Imaginarium de Educación y Género que pone de manifiesto que casi el 99% de los padres están concienciados acerca de la necesidad de educar sin género. De hecho, el 80% de los encuestados reconoce haber comprado juguetes o disfraces que tradicionalmente se identificaban con el género opuesto al de su hija o hijo. Un dato del que congratularse que pone de manifiesto un avance importante en el pensamiento de este país.

No obstante, ese mismo estudio también recoge que, conforme las niñas y los niños van cumpliendo años, los roles de género se refuerzan. De esta forma, las niñas comienzan a elegir cocinitas y muñecas, mientras que los niños se decantan por juguetes de acción y coches.

Profesiones deseables

Sí, esto de educar sin género está muy bien, pero ¿qué profesión queremos realmente las españolas y españoles para nuestros hijos e hijas? El estudio se cuestiona sobre ello y arroja unos datos no tan esperanzadores. Pese a la conciencia a la hora de comprar juguetes, quienes tienen hijos preferirían que se dedicaran al deporte profesional, la robótica o la ingeniería; mientras que quienes tienen hijas hablan de danza, enseñanza o diseño. Algo que pone de manifiesto una discrepancia importante.

Asimismo, entre las conclusiones que arroja el citado estudio, encontramos que en la elección de extraescolares, pese a dejarse en mano de niños y niñas, prevalece el perfil del género. Ellos eligen practicar hockey, fútbol o baloncesto; ellas, gimnasia rítmica o patinaje.

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¿Es posible educar sin género?

Por tanto, ¿es posible educar sin género? Con los datos de este estudio en la mano podríamos decir que, en la actualidad, es muy difícil. En cuanto los peques empiezan a crecer hay algo que se nos escapa de las manos. Desconozco si se trata del miedo a no encajar, de la conciencia grupal, del machismo que empapa todo lo que nos rodea, pero el dato está ahí: un 42% de los padres y madres encuestados cree que su hijo o hija sería objeto de burla si llevara al colegio un objeto que no se correspondiera con su género.

No obstante, ¡no perdamos la esperanza! Las grandes revoluciones comienzan con pequeños pasos. Sigamos caminando hacia la educación sin género, puede que no la encontremos de golpe, de un día para otro, puede que tengamos que esperar y que no sean nuestros hijos e hijas quienes la alcancen, sino los suyos.

Lo que parece claro es que si no perseveramos en esta línea, perpetuaremos la anterior. Y de esa ya hemos tenido demasiado.

Imágenes: Imaginarium.

Let B. Díaz

Soy Leticia la mamá de Ojazos desde 2013, mujer desde 1978. Siempre corriendo y con mil cosas en la cabeza para hacer pero con poco tiempo para llevarlas a cabo. Escribo en Esto no es como me lo contaron y Las Letras de Let porque es lo que más me gusta hacer en el
mundo. Activa, habladora y comprometida, cabezota y risueña vivo en una permanente contradicción. Necesito contar las cosas que me pasan para que no se me enquisten en alma.

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3 comentarios

  1. Muy buena reflexión Let… pues como te decí en FB: No creo que se pueda educar sin género, y tampoco creo que se deba, el género es parte de la identidad de cada persona. Sabes que soy partidaria de la llamada igualdad, pero de la igualdad de derechos y deberes. En roles que no dependan del género, eso sí, pero en educar pensando que no existen las diferencias, no. Porque existen, más allá de los roles, no somos iguales y ya, eso es una verdad como una catedral.
    Por otra parte, creo que la segunda pregunta existencial que nos hacemos los humanos es quién soy/qué soy.
    La pregunta 1ra.¿Soy una persona independiente de mi madre?
    Y la 2da ¿Soy niña o niño?
    Mi hija me preguntó hace muy poco: ¿a mí por qué nadie me preguntó si yo quería ser niño o niña? ¿por qué los chicos no pueden maquillarse ni usar tacones como nosotras?
    Sé que esas preguntas vienen porque la sociedad tiende a limitar los roles de acuerdo al género con el que nacemos. Y nosotros la hemos críado sin reforzar esas limitaciones. Sin embargo, una vez que entra en el sistema escolar, la realidad la ha hecho cuestionarse la libertad de lo que “puede” hacer/ser.

    Un abrazo desde Budapest

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