Hace años, las agendas eran una herramienta de trabajo circunscrita básicamente al terreno laboral. Sin embargo, nuestro ritmo de vida ha cogido tal velocidad y solemos tener tantísimos frentes abiertos que estar bien organizarnos, tener las cosas claras, aliviar carga mental poniendo las tareas por escrito… es fundamental para sobrevivir dentro y fuera del trabajo. Las agendas se han convertido en un bien de primera necesidad para muchos e infinidad de grandes y pequeñas firmas han sabido aprovechar el filón.
En la estantería en la que antes había poco más que un par de agendas de colores neutros y tamaño único, ahora proliferan propuestas de todos los tamaños, colores, formatos… En los grandes almacenes, en las librerías, hay zonas reservadas para ellas y la verdad es que ojearlas es una auténtica tentación, más para el cada vez más creciente grupo de fans de la papelería.
Es tal el furor por las agendas que os puedo asegurar que algunas se lanzan casi como auténticos best-sellers, con lista de espera y todo. Si quieres comprar una determinada ya puedes ser precavida y andar espabilada, porque corres el riesgo de quedarte sin ella. Ni que decir tiene que, además, son un magnífico regalo, así que aunque ya llegamos un poco tarde para incluirla en la lista de Reyes, quizás os podáis dar un homenaje. No son todas las que son, ni son todas las que están, pero he aquí una pequeña recopilación de las que más me gustan
Lucia Be
Agendas hay infinidad y, seamos sinceros, a día de hoy la mayoría ofrecen lo mismo. Las hay serias y tradicionales y las hay cuquis, que es lo que se ha puesto de moda últimamente. Pegatinas, diseño cuidado hasta el último detalle, complementos varios e infinidad de formatos. Al final, decidirse es cuestión de gustos más que de utilidad y ahí, Lucía Be se lleva la palma. Sus trabajo es espectacular y sus agendas, como no podía ser de otra forma, también lo son. Abrir sus páginas es una inyección de buenas vibraciones para los 365 días del año.
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Charuca
Hay productos que se ponen de moda, no sabes bien por qué, y realmente a poco que los evalúes te das cuenta de que su fama no se corresponde con su calidad. Con las agendas Charuca pasa todo lo contrario. Seguramente en el mercado encontraréis otras más baratas y probablemente algunos puedan pensar que son una capricho, pero realmente son el colmo de la elegancia, son la mar de útiles y es tal la variedad de modelos, tamaños y formatos que sería rarísimo que no encontrases la que mejor se adapta a tus necesidades. Son un primor. Personalizables la máximo y con todo tipo de complementos. Si no queréis quedaros sin ella ¡apurad!, porque están volando.
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Mr Wonderful
En nuestro país hay diseñadores estupendos y gente muy creativa. Ambas virtudes, combinadas, han dado lugar a infinidad de marcas con extensas líneas de productos fácilmente reconocibles. Sin duda, la pionera ha sido Mr. Wonderfuly ya solo por eso merece todo nuestro reconocimiento. Su buenrrollismo ha creado escuela, tanto para bien como para mal. Es cierto que algunos pueden estar ya un tanto saturados, pero sus agendas siguen siendo un must, sobre todo entre las generaciones más jóvenes. Por experiencia propia os puedo decir que el público infantil es muy fan, sobre todo en esa edad en el despuntar de la adolescencia. Las agendas de Mr Wonderful y sus mensajes positivos arrasarán este año, como lo llevan haciendo desde hace varias campañas.
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Agendas “canallas”
Mr. Wonderful es la cara y Miss Borderlike, no digo que sea la cruz, pero sí que forma parte de ese grupo de agendas “canallas”, como la de La Vecina Rubia o Moderna de Pueblo, con un público femenino muy concreto que aprovechan el tirón entre sus incondicionales. De entre todas, yo sin duda me quedo con la de Moderna de Pueblo, porque sus ilustraciones son fantásticas y Raquel Córcoles no deja de sorprenderme con su ácido humor y esa capacidad para captar la esencia de la vida sin dramas, pero con un realismo abrumador. Post its, marcadores de páginas, pegatinas y un montón de sorpresas en cada página. También en varios formatos, para que no nos falte de nada.
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María Hesse
Ya veis que, como os decía antes, decidirse por una agenda u otra es una cuestión de funcionalidad, pero también de “sensaciones”. De ese enamoramiento que nos entra por las cosas bonitas, por las cosas que nos transmiten, por las que nos inspiran o, sencillamente, por los proyectos que nos tocan el corazón. A mí con Maria Hesse me ha pasado esto último. Esta ilustradora sevillana es una auténtica artistaza con mayúsculas y desde que mi hija me la descubrió, estoy “in love” total con ella. Su agenda es un alegato feminista con reseñas a la vida de doce mujeres que marcaron tendencia cada una en su campo.
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Agendas UO
Así, como concepto, de UO me gusta casi todo. Pero su agenda “Paradise” me tiene enamoradisima. Su diseño vegetal en tonos verdes -con lo que a mí me puede gustar el verde- me tiene loca. Y es que, al final, en esto de las agendas, lo complicado es realmente decidirte por una. Hay varios formatos y su organizador semanal es el complemento perfecto de sobremesa.
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Croqueta y empanadilla
Quizás no sean las más bonitas del mundo, pero yo le tengo un cariño especial. Croqueta y Empanadilla son dos personajes que acompañan estas ilustraciones llenas de humor que consiguen sacarte una sonrisa con un humor totalmente blanco. Tiene todo lo imprescindible en una buena agenda y a mi me parece una opción estupenda esta de Ana Oncina para todas aquellas, como yo, “Empanadas de la vida”.
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