Calor y color: Nos vestimos de rojo este invierno

Bueno yo sólo os doy algunas ideas y vosotras os vestís de rojo si os apetece aunque creo que deberíamos hacerlo más a menudo.

Sino un total look como en aquella película de 1984 “La mujer de rojo”, sí dejar ver en nuestra indumentaria pequeñas pinceladas de este tono, porque no sabía yo lo mucho que nos influye, para bien.

moda invierno roja

Es evidente que los colores que nos rodean influyen en nuestro estado de ánimo, como pasa con la luz de nuestro entorno que también nos afecta en cómo nos sentimos y en cómo afrontamos nuestra vida y mucho en algunos casos.

El rojo es uno de los colores a los que les damos menos presencia que a otros tonos en nuestro armario porque es arrollador y ese pecado es también su mayor virtud.

Todo al  rojo

siempre rojo
Siempre rojo by mamafulltime featuring a red sweater

Apostar todo al rojo, como si estuviéramos en el casino cada vez que abrimos la puerta de nuestro armario no es lo más frecuente, quizás tampoco sería lo más adecuado, ni lo más sensato y sí lo más aburrido.

Sin embargo, sí tendríamos que tener en cuenta que los colores del espectro del rojo son los que más nos animan, tienen un nivel de intensidad innegable y eso nos afecta emocionalmente para bien.

Una mañana brumosa con ese trench rojo y esa bufanda o una noche fría con ese abrigo color carmín, nos da esa energía que en ese momento necesitábamos aunque no lo supiéramos, que esas cosas pasan, nos pasan.

Pinceladas de rojo
Pinceladas de rojo por mamafulltime con suede booties

Esa bufanda cálida y roja, incluso las tapas de esa libreta (sí, otro día hablaremos de mi adicción a las libretas).

O esos guantes que suben hasta el antebrazo en un color como el rojo que no sólo protegen nuestras manos del frío, es que además nos calientan por dentro cada vez que los miramos moverse mientras caminamos aunque no nos estemos dando ni cuenta.

Unas deportivas rojas o unas botas de este color pueden ser el punto que rompa con el aburrimiento de un traje oscuro, más formal y menos atrevido, aunque sin pasarse.

Incluso ese corazón rojo sangrante en medio del clutch de Moschino le da un punto de calor al agresivo y frío negro que dice mucho de la mano que lo lleva.

Pero además… ¿quién no ha oído relacionar el color rojo con el amor o el corazón o la pasión o los amantes?

Son colores fuertes, enérgicos que mueven a la excitación y levantan nuestras emociones independientemente de la talla que tengamos o de cómo se supone que tengamos que vestirnos por la forma de nuestro cuerpo.

Rojo pasión

noche de rojo
Noche de Rojo by mamafulltime featuring a 80s dress

No pintaríamos en tonos rojos un dormitorio y sin embargo sí es una buena opción para un comedor, según dicen los expertos en cromatismo porque el rojo estimula la conversación.

Por dar sólo una pincelada más sobre el tema y sobre este color, os recuerdo la “teoría del pintalabios rojo”.

Es de sobra conocida esta historia que se descubrió por casualidad y que demuestra, según los datos de una empresa de cosméticos de esas de toda la vida como es Estée Lauder, que existe una relación directa entre el aumento de la venta de este color en las barras de labios y que la sociedad esté viviendo un periodo de crisis sobre todo económica.

Nos pintamos la sonrisa de rojo cuando tenemos la necesidad de sentirnos fuertes, de defender la alegría como una trinchera que decía Benedetti, de hacer que entre la positividad a nuestras vidas.

Así que no es descabellado vestirse de rojo y sentir “que la fuerza nos acompaña” y si os pasa como a mí que vestir de un solo color no es lo vuestro, la combinación del rojo con otros colores no es complicada en absoluto.

No será porque no os he ofrecido distintas opciones a lo largo de este post para que el rojo se haga un hueco entre las perchas de vuestro armario y no sólo para una noche de fiesta o sí, porque a fin de cuentas las noches de fiestas pueden ser todas las noches.

Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

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