The STONE and the SOUP, el plan B de Paula Sánchez- Dópico

Paula tiene una gran sonrisa, tres hijos y marido. Hastiada de una carrera profesional que no le satisfacía decidió dar un portazo y darle una vuelta a su vida, vida que ya le había avisado de que iba a cambiar planeando una mudanza hasta de país. Con eso en mente, tras muchos meses de trabajo y de estudio se ha sacado de la manga The STONE and the SOUP, un espacio colaborativo online que lleva en marcha mes y medio. Es posible que la hayais visto por ahí y que os haya encantando, como en aquella canción. Sí, es la del avatar de las enormes bragas de Bridget Jones en Twitter, la que proclama a los cuatro vientos que “No es una Superwoman“. Aunque seguro que os suena más por La Musa del Club de Malasmadres.

stone-and-soup_Paula

Let- La bragazas, La Musa, La No Superwoman… ¿Quién es Paula en realidad?
Paula-  Todas, soy un mix. Paula, lo primero. La Bragazas porque fue como empezó todo y creo que refleja bastante el fondo de mi forma de ser, de reírme de mí misma y de intentar pasármelo bien en todas las circunstancias. La Musa, por lo que llegó a partir de ahí. Y la que no es superwoman… aunque la gente se empeña en lo contrario, “hombre, la superwoman” y no- especifica sonriendo- esa porque es la realidad más real, tanto a nivel maternidad como a cualquiera de los otros niveles. No llego, no llego, no llego… no llego y lo asumo. Y mientras me río.

L.- ¿Cuándo decides que tienes que reenfocarte?
P.- Ha sido un proceso de mucho tiempo. Como soy cero intensa hasta que me pegué el tropezón no me di cuenta de todos los pasos que había ido dando me dirigían hacia ahí. Si tengo que poner una fecha abril de 2015. Fue una etapa complicada, mi marido estaba en Bélgica, yo estaba sola con los niños, con el trabajo… Ahí sí que me creía que era superwoman y pensaba: “Bueno, no está, pero me organizo”. Hasta que me fui a verlo un fin de semana, nos relajamos, hablamos y dije: “Quiero dejar el trabajo”. Se trataba de dar un primer paso por mí misma, asumir que lo que tenía no me gustaba y que lo único que podía cambiar, que podía suponer una variante importante, era el trabajo. Allí tomamos la decisión. La crisis de “voy a cumplir cuarenta” también influyó en el asunto.

stone-and-soup_tarjeta

L.- ¿Y a llevarlo a cabo?
P.- Casi de inmediato, porque si lo hubiera dejado pasar se hubiera quedado en la lista de pendientes. Me dediqué a hablar con las personas que son importantes para mí y que son mi apoyo, mi marido y mi padre fundamentalmente, con algunos amigos… todos me decían que lo hiciera. Pero no dejaba de pensar que era una irresponsable por hacerlo con la que estaba cayendo, porque tengo una edad en la que no sé si será fácil o difícil reincorporarme a la vida laboral, en aquel momento no tenía un proyecto ni un plan B. Al sentir tanto apoyo decidí intentarlo y que ese plan B era encontrarme a mí misma, pasármelo mejor y disfrutar más de las cosas. Dejar de preocuparme por las cosas de los otros. Tirarme a la piscina.

The STONE and the SOUP Es una ventanita para que todas esas personas que intentan emprender puedan contarle al resto qué es lo que hacen y qué pueden ofrecer y entre todos crear un núcleo de confianza en el que se puedan producir las colaboraciones.

L.- Defíneme The STONE and the SOUP en una frase
P.- Cuéntale al mundo quién eres –se ríe porque esa es su frase corporativa-. Es una ventanita para que todas esas personas que intentan emprender puedan contarle al resto qué es lo que hacen y qué pueden ofrecer y entre todos crear un núcleo de confianza en el que se puedan producir las colaboraciones.

L.- ¿Qué es lo que hace este proyecto diferente?
P.- Que es mío – ríe otra vez-. En este mes y medio la respuesta está siendo buena. Lo que se ve con más peso es que se trata de que todas las personas que se están presentando se conozcan e interactúen y, en la medida de lo posible, utilicen los intercambios como una manera de trabajar. Sobre todo porque los que están empezando no tienen pasta para pagar esos servicios. Ese puede ser un buen camino, sobre todo en los comienzos.

L.- ¿Te da miedo que con el “todo gratis” de internet te intenten “puentear”?
P.- Creo que hay sitio para todo el mundo. Hay muchos proyectos parecidos, cada uno tiene su objetivo, su manera de trabajar y su momento (puede que tengas una idea buenísima pero que por el momento en el que estás no funcione) creo que no se trata de puentear. Si yo puedo ayudar a una gente y otros a otra, fenomenal, todos cabemos. No es algo en lo que piense.

L.- ¿Es importante rodearse de la gente adecuada? Más allá de los amigos, ¿no? Te leía en un post hace unos días en el que contabas tu experiencia con Nuria Pérez y decías que Laura -Baena, fundadora del Club de Malasmadres- no te servía.
P.- Claro, Laura me ayudó y me ayuda muchísimo, pero en los momentos previos necesitaba a alguien que fuese totalmente ajeno a mí. Ya sabes que, a veces, alguien cercano está mediatizado por la parte más sentimental, como cuando hablas con tus hermanos o tu marido. En el caso de Nuria, ahora sí tenemos una relación personal y hemos llegado a un punto en el que ya no hay tanto esa imparcialidad, pero en el inicio fue perfecto porque era una persona completamente externa a mí que sólo conocía lo que yo le iba contando. Además, se preocupó de preguntar a mi entorno. Fue ella quien me dijo que lo que yo le contaba de cómo era y lo que le decía el resto de la gente no tenía ninguna relación. Así que, al hilo de lo que me decías antes, la gente adecuada sí, pero siempre y cuando sea gente que vale. Sobre todo a nivel personal. Ese es el primer paso. No me sirve de nada alguien que tenga un nombre muy gordo si luego no hay conexión y los intereses no confluyen en un mismo punto. Eso no vale aquí.

stone-and-soup_pensativa

L.- Yo creo mucho en la magia. ¿Qué tiene de mágico este proyecto?
P.- Para mí, por la parte personal, es la primera vez en mi vida que me animo a hacer algo profesional y por mí misma, pensando y creyendo, que, de verdad, se puede conseguir. Si se conseguirá en la manera en que yo he planificado no lo sé, pero para mí ya es un gran paso el haber decidido dar esta serie de minipasitos. Esa es la magia: haber conseguido dar el primer paso de un gran cambio.

L.- Y ahora te marchas a Italia.  El proyecto ¿es transnacional?, ¿lo vas a poder seguir llevando cabo?
P.- Esa es la idea. De hecho todo el camino de The STONE and the SOUP que comencé con Nuria y el diseño partía de la base de que había una alta probabilidad de que nos fuéramos. El primer destino que nos planteamos fue Estados Unidos y por eso la idea fue algo online, no presencial, para poder realizarlo desde cualquier sitio. El hecho de estar cerca también permite que con cierta frecuencia pueda venir.

L.- ¿Cuánto pesan los hijos? En el viaje, el cambio de país, en tu proyecto…
P.- No te diría todo, pero sí mucho. Mi trabajo no me impedía conciliar, porque tenía un horario relativamente bueno, pero sí que influía mucho en mi estado de ánimo y no me permitía estar lo suficientemente bien como para disfrutar de ellos. La decisión de dejar ese trabajo nos permite disfrutarnos más y lo veamos todo de otra manera. El hecho de empezar un proyecto como emprendedora permite que sea más flexible en mis tiempos y que pueda dedicarles las horas que ellos necesitan.

L.- Escribí un artículo en Mujeres y Madres Magazine que se llamaba Reinvención Maternal. ¿Tú crees que la maternidad nos despierta la chispa? ¿Que con la llegada de los hijos nos dan ganas de cambiar lo establecido?
P.- No sé si es eso, creo que lo mío fue una mezcla de varias cosas. Después de quince años trabajando de la misma manera, en un momento de decisiones importantes me planteo qué hacer. A mí me gusta trabajar, hacer cosas ajenas a mi vida personal pero que me llenen. Mi progresión laboral suponía que, si quería crecer, tenía que dar un paso más, que implicaba mayor responsabilidad, más viajes y más ausencias, algo incompatible con el tipo de vida familiar que quería llevar. Eso, junto con la crisis de los treinta y nueve, hace que empiece a pensar y busque alternativas, nuevas formas que me permitieran mantener un nivel de vida satisfactorio en todos los sentidos. Y eso, unido al hecho de que nos vayamos, confluye en el proyecto. También creo que, inconscientemente, las cosas las piensas en momentos determinados. Nosotros sabíamos hacía ya un año que nos marchábamos, así que no era tanta locura el dejar el trabajo. ¿Qué era lo peor que me podía pasar si no iniciaba el proyecto? Volver a la situación en la que ya estaba. Lo vería con más distancia, no me afectaría tanto, sobre todo al principio. Luego… somos de caer en la misma piedra –risas-.

“En The STONE and the SOUP estoy dejando en él todas mis ganas y mi ilusión y hay gente que se acerca ahí a tomarse un café que merece mucho la pena conocer. Son personas muy reales, con proyectos muy buenos, que han tenido la valentía de creer en una alternativa a comenzar pagando mediante la colaboración. Les gusta, lo ven como una posibilidad y quieren crecer como todos y contarle al mundo quiénes son”.

L.- Me das mucha envidia, que yo aún no he encontrado mi lugar en el mundo.
P.- Yo tampoco las tengo todas conmigo. The STONE & the SOUP lleva sólo unas semanas en marcha y la idea original ya va variando…No sé dónde va a acabar esto, pero mientras tanto disfruto y conozco un montón de gente. Gente con historias reales detrás. A mí es lo que me mueve.

L.- ¿Por qué elegir The STONE and the SOUP?
P.- Estoy dejando en él todas mis ganas y mi ilusión y hay gente que se acerca ahí a tomarse un café que merece mucho la pena conocer.  Son personas muy reales, con proyectos muy buenos, que han tenido la valentía de creer en una alternativa a comenzar pagando mediante la colaboración. Les gusta, lo ven como una posibilidad y quieren crecer como todos y contarle al mundo quiénes son.

L.- ¿Cómo vas a ganar dinero con esto?
P.- Por el momento simplemente es intercambio. Hasta después de verano la idea es ver cómo se mueve y los intereses de la gente. Cuando ya se inicie el nuevo curso tenemos muchas ideas que tienen que concretarse y seguramente incluiremos contenidos de pago, como un extra que se puede ofrecer a través de The STONE and the SOUP y que resulte atractivo para todos.

Let B. Díaz

Soy Leticia la mamá de Ojazos desde 2013, mujer desde 1978. Siempre corriendo y con mil cosas en la cabeza para hacer pero con poco tiempo para llevarlas a cabo. Escribo en Esto no es como me lo contaron y Las Letras de Let porque es lo que más me gusta hacer en el
mundo. Activa, habladora y comprometida, cabezota y risueña vivo en una permanente contradicción. Necesito contar las cosas que me pasan para que no se me enquisten en alma.

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15 comentarios

  1. ¡ilusión infinita estar hoy con vosotras! Mil gracias y espero compartir muchos cafés.

    Besos

    1. Ilusión la nuestra por haber tenido la oportunidad de pasar un rato contigo y conocer un poquito más de tu proyecto. Estoy segura de que el éxito te está esperando. Un besote

  2. Me encanta leer proyectos de mamis emprendedoras! seguro que le irá genial

  3. ¡Ay, Paula! No te puedes imaginas cuánto me gustas tú y tu proyecto! Stone&Soup lo sigo desde el principio y ha sido un punto de inflexión para mí (eso sin tomarnos el café en directo!). Me ha encantado la entrevista, Let. Encontrarás tu camino, tú lo vales! Un abrazo

    1. Gracias, bombón. Mucha suerte con tu proyecto. Un besote.

  4. Enhorabuena a las dos,valeis muchísimo las dos,las dos habéis dado un gran paso en este año y sois muy valientes y el proyecto de Paula me encanta,un besazo

    1. Gracias, corazón, siempre tan rebonita. Un besote

  5. Ole Paula!!!! Toda la suerte y mi apoyo!!! Besotes ????

    1. Olé con olé. Besote, Andrea.

  6. La Sonrisa de Mini Yo

    Mucha suerte, seguro que te va genial.
    Me alegro mucho por ti
    Besos

  7. Qué bien Paula, te deseo todo lo mejor en este nuevo proyecto. Seguro que irá genial y conseguirás todo lo que te propongas, se te ve con muchas ganas y fuerzas. Muacs

    1. Yo también lo creo, Izaya. Gracias por pasarte. Un besazo.

  8. Maravillosa Paula y fenomenal la entrevista
    Un saludo a las dos!
    Miriam

    1. Muchas gracias, Míriam. También por pasarte 😉

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