Lo que menos me gusta de ser mujer

En líneas generales tenemos claro que, si volviésemos a nacer, nos pediríamos de nuevo ser mujer. Peeeroooo, reconozcámoslo, ser mujer, a veces, no es ninguna panacea.

Tener la regla (Sara)

A ver: me encanta ser madre. No lo pasé especialmente bien en los embarazos, pero sin duda no cambio la sensación de tener a mis hijas dentro. Pero la regla ¡eso es otra historia! Odio el dolor intenso, la incomprensión, el “la regla no es una enfermedad”, lo mal que me siento, la suciedad, las hormonas que me hacen estar como una montaña rusa. Y odio aún más fuerte los anuncios de compresas. ¿Se las fuman?

Me sumo… La regla, sin duda alguna (María L. Fernández)

No sé, evidentemente, cómo es ser hombre, pero ser mujer es para mi gusto absolutamente fantástico. En sí mismo, no se me ocurre nada malo de ser mujer salvo -siento ser repetitiva- la regla. Habrá quién lo lleve bien, pero para mi gusto es insufrible. Es un engorro, molesto, me convierte en una pequeña caja de emociones con la que no me siento a gusto y, en definitiva, no le pillo el punto.

Sí, la regla: su llegada y su pérdida.. ¡dichosas hormonas! (Pilar)

mujer

Completamente de acuerdo con mis compañeras. Lo de la regla es incómodo, muy incómodo y eso que yo no puedo quejarme porque no me duele nada pero es incómodo, mucho y por muchos motivos.

Y aunque me queden muchos lustros por delante hasta que desaparezca la regla de mi vida también he visto en mi entorno los estragos que hace cuando se retira. La puñetera menopausia es un proceso de lo más chungo y a algunas mujeres les dura varios años así que sí, la regla es con diferencia lo que más odio de ser mujer, por activa y por pasiva.

El antes, durante y después de la regla (Sonia Urban&Mom)

Me tocan los ovarios los días previos a la regla. No solo empiezo con hinchazón y dolores, sino que, además, se me pone una mala leche de mil demonios. Vamos que me puedo convertir la señora de la guadaña cortando cabezas a poco que alguien me diga ¡ay! Y qué decir de los días que dura. Un auténtico jolgorio de dolores, mareos y pérdidas incontenibles.

Pero esto no es todo porque… mejor es no pensar en lo que queda cuando se va. Mi ginecólogo me ha hecho una lista de problemas derivados que podrían ocupar todo un rollo de papel higiénico.

La presión de estar al 100% en todo (María Jardón)

mujer estresada

Pues aunque evidentemente el number one sería la regla, como mis compañeras ya lo han explicado genial de todas las maneras, en mi caso me decanto por la presión de tener que controlar todo, más bien de que esperan que controlemos todo. Es cierto que esto algunos hombres también lo tienen, pero la realidad es que las mujeres lo vivimos de otra manera… Tenemos que estar al 100% en el trabajo, en casa, con nuestros hijos, con nuestros padres … parece que nuestra cabeza no puede dejar de estar activa en todo momento.

Os diré que de un tiempo a esta parte me he plantado y he delegado muchas cosas en mi Paco y en mis hijos pero, aún así, sigo teniendo esa sensación de que esperan de mi que lo controle todo y que si no, soy una mala madre, mala profesional, mala hija…

Imagen: Pixabay.

Equipo MMM

Las chicas de la redacción de Mujeres y Madres Magazine contando sus cosas. Nos gusta compartir lo que pensamos.

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