Hace mucho tiempo que las bicicletas dejaron de ser para el verano. Y pasaron a formar parte del paisaje de nuestras ciudades. Bueno, de las ciudades españolas, algo menos. Porque, la verdad, muy preparadas no están nuestras ciudades para que convivan bicicletas, peatones y vehículos. Envidia que me dan los holandeses, daneses, berlineses…
Pero aún con las dificultades de muchas calles, el tráfico infernal, las aceras rotas y los pseudo carriles-bici de algunos municipios, hay muchas personas que se arman de valor, casco y mochila, para recorrer la ciudad en bicicleta. Ir al trabajo, al colegio, salir con los amigos o recorrer algún barrio por ocio, son actividades que cada vez se realizan más pedaleando. ¿Tú ya eres una urban biker?
Claro, que no todo el mundo tiene a su disposición una bicicleta en condiciones. Quizá la Orbea verde que te regalaron para la comunión o la BH con ruedas de tacos que te tocó en una tómbola, por muy vintage que sean, no parecen apropiadas para las cuestas, los charcos, la silleta del peque y el bolso tamaño XL.
O quizá tu problema para no utilizar la bicicleta más a menudo es que no tienes donde guardarla y el trastero de tus padres te pilla a desmano cada mañana. Te entiendo, mi bicicleta está metida entre cajas de leche y garrafas de 5 litros de agua de mi pueblo (el contrabando de agua es mítico en mi familia). Así que deshago un tetris de cacharros cada vez que la saco…
Ah, ¿que te da miedo montar en bicicleta por la ciudad? Más que comprensible. Para los conductores somos un estorbo. Llevamos nuestro ritmo, no tenemos intermitentes y, además, utilizamos nuestro derecho a usar la calzada como cualquier otro conductor. O la acera, en las ciudades donde se permite… Los coches se pegan a los ciclistas, eso cuando no suben encima de los carriles-bici, o te adelantan rozando, o abren la puerta sin mirar que tú venías por detrás. ¡Un peligro!
Pero, ¿y lo bonito que es ir en bici por la ciudad? Visualiza la imagen: tú en tu bici holandesa marrón chocolate, con manguitos de piel y sillín de muelles (tope vintage). Mañana soleada, cesta delantera con tu bolso, el móvil en el manillar para escuchar música, sillita para el bebé que va feliz mientras pedaleas camino de la guardería… ¿ A que mola?
Vale, tu realidad es otra. Lo sé. La bicicleta es vieja, cambia mal, sudas un montón cuando subes cuestas y tu bebé, que ya no es bebé, apenas cabe en la silla. Se te atasca el abrigo cada vez que vas a bajarte, no sabes cambiar la cadena si se sale y mucho menos una rueda si se pincha (¿o se cambian las “cámaras”? O_O). Se te mueve el maquillaje con el esfuerzo cuando vas a trabajar y el maletín del portátil no cabe en la cestita. Y, además, el viento que sopla en tu ciudad (aquí lo llamamos Cierzo del demonio) es capaz de llevarse el casco por mucho que lo ajustes, amén de que cuando lo llevas a favor vas cual tabla de windsurf surcando los mares… pero prepárate como lo tengas en contra…
Nadie dijo que ser una urban biker fuera sencillo. Veo a las jovenzuelas (y no tanto) del norte de Europa, donde el clima es mucho peor, llueve más y también sopla viento, con sus bicicletas a todas partes y muero de envidia. Será porque en mi ciudad hay pocas bicis, pocos aparcamientos y poca conciencia ciclista. Será porque tenemos bicicletas viejas o que apenas sabemos usar. Sea lo que sea, me provocan envidia sana imágenes como estas…
No se si es moda o necesidad. En mi caso, algo hay de ambas. Porque si te pones a ir en bici, no sirve el pantalón ciclista del instituto, una camiseta de propaganda y unas zapatillas cualquiera: no nos equivoquemos.
Una urban biker tiene look. Así que vamos allá.
- El casco: en España es obligatorio en las ciudades para los niños, pero es aconsejable para todos. Te salva de un buen golpe, creedme. Un casco estiloso, a medida y plegable. Es lo que se lleva ahora. Para mi cumple, he pedido uno de Closca
- La cesta: viene muy bien para llevar mil trastos. Fundamental que se pueda poner y quitar con facilidad. Y que no desentone con el resto del look.
- Las luces: que necesitas que se te vea. Cuanto más mejor. Da igual que haga sol, puede ser que a contraluz pases desapercibida. Así que lo mejor es que pongas luces y reflectantes en tu bici. Las luces led son lo último y, si se puede, que proyecten imágenes cuando ruedas
- La bicicleta: vale, aquí me pierdo y no soy especialista, no te voy a recomendar una u otra. Pero piensa en una bici cómoda, con cambios que te ayuden a subir cuestas y a avanzar más rápido en llano y fácil para subir y bajarte de ella. Si vas a utilizarla solamente en la ciudad o también en carretera o en el campo. Y escoge una chula, que vas a ser una urban biker de pro.
¿Te animas a subirte y pedalear?
Me encantaría ser una Urban Biker, pero como tú, de las de las imágenes jejejeje. Por el momento, me conformo con salir en bici los fines de semana.
Ojalá hubiera mucha más concienciación, sobre todo en las grandes ciudades y estuvieran mejor preparadas, por que, como tu dices, entiendo perfectamente a la gente que le puede dar miedo ir por pleno Madrid (por ejemplo) en bicicleta en hora punta.
Yo tengo la suerte de vivir en una ciudad pequeña, pero el peligro de los coches, está siempre ahí. Por eso tenemos que hacernos ver los urban bikers en las ciudades, para que se vaya legislando en favor de la coexistencia de bicis y coches en la calzada..
Hola! Buen post! Yo soy ciclista urbana y hace algo más de dos años inicié un blog sobre mi experiencia en Málaga ( http://www.soylistaporquesoyciclista.blogspot.com )
Ahora no pedaleo porque entre el embarazo y ahora la crianza no me subo a la bici y la tengo en el balcón bajo tres dedos de polvo!
Deseando estoy de volver a montar…
Un abrazo
Gracias Yolanda!! Yo estuve también unos años sin poder ir en bici por la ciudad y lo echaba muuuucho de menos
Yo viví tres años en Sevilla y la bici es una de las cosas que más hecho de menos (aparte de la gente). En Santiago montar en bici es complicado, entre el empedrado, la lluvia, las cuestas y que todo está más o menos cerca para ir andando, da pereza montarse en bici
No me extraña que la eches de menos, pero seguro que los días de sol, son un gozada… al final, el empedrado, con rueda ancha se lleva mejor..
Gracias por comentar!!
A mí me encanta montar en bici pero uf, como medio de transporte en Madrid lo veo peligroso, yo ahora mismo no me atrevería y eso que yo me muevo mucho en moto pero no sé, no es lo mismo, tienes más control al poder acelerar e ir a la par o más rápido, jiji, que los coches.
Hay ciudades que están más adaptadas y concienciadas y son más llanas, todo hay que decirlo, jejeje
Pues en capitales grandes, como Berlín o Londres, hay bicicletas por todas partes. Y es que la mayor parte de la ciudad es de tráfico lento. Hay que hacerse ver, unirse con otros urban bikers para “conquistar” las ciudades y que podamos usar las calzadas sin peligro… De todas formas, Madrid Rio es una gozada para la bici, por ejemplo..
Gracias por comentar!
Yo no sé ni si me acordaré de montar en bici. Pero el Pueblucho Infernal es un despropósito para los ciclistas porque el único carril bici lo han puesto bordeando el polígono industrial, a las afueras del pueblo ¿dónde vamos a ir por allí?
Cuando los carriles bici los diseñan personas que no tienen bici, mal vamos… Seguro que en tu pueblo, como en el mío, algo así ha pasado…
Yo siempre la miro con ojos golosones y sé que debería usarla mucho más pero la rutina y la pereza me dan un abanico de excusas a las que agarrarme con uñas y dientes… aiinnsss… ¡soy débil y vaga!
¿Y lo monísima que te verías encima de la bicicleta? De una bicicleta monísima, todo sea dicho 😀
En mi pueblo MOncofar, todas las mujeres van en bici, es un pueblo llano y es el medio transporte oficial… Ahora el casco no lo lleva nadie.
Y yo… Sinceramente que soy más patosa que nadie, no me veo subiéndome a la bici, aunque la bici molona ya la tengo.
Besos
La bici mola, y mucho! Pero no nos engañemos, yo creo que en las ciudades españolas no hay mucho espíritu “biciclero”. Se intenta, se dan facilidades, pero no siempre es práctico.
Tacones y pedaleo, complicado. Más de un niño y bici, imposible. Ir muy cargado, peligroso. Y el clima… porque siempre nos referimos a la lluvia y el viento como los enemigos de la bicicleta. Pero hay uno peor, el calor asfixiante del verano. Eso de llegar sudando a mares a una reunión de trabajo, ejem, ejem…
Eso sí, para hacer excursiones los fines de semana me encanta!
El ser biker es como ser runner, es moda pero hacemos muchas personas que lo disfrutamos mucho.
Yo tengo años de no disfrutar de la bicicleta (con tres niños no veo como). Vivo en Chicago y la ciudad está muy bien preparada para los bikers, los automovilistas creo que ya tienen mucha más conciencia y el clima no para a nadie.
Mis hijos mayores disfrutan mucho de salir en bici los findes y yo les sigo a pie con el menor.
La bici es genial! Hay que disfrutarla más y de ser posible vernos igual de divinas que las de las fotos.
Donde vivo, el carril bici lo pusieron para poder decir que había y no para q se pudiese usar , es mas peligroso q ir por otro sitio. ( ya se tubo q lamentar una muerte x lo mal q esta hecho en algunos cruces,en su recuerdo hay una bici blanca)…Me encantaría pero no me atrevo y aun menos portando niña,así que lo dejamos a los fines de semana, en zonas poco transitadas.