Sí, han vuelto los grupos de whatsapp. Probablemente si ya eres una madre experimentada y llevas conviviendo con los grupos un tiempo, al volver del verano, estos empezarán a adquirir vida propia de nuevo. Algunos aparecen, otros desaparecen y los que pensabas que habían quedado inactivos, de repente, en septiembre, renacen y ya continuarán con nosotros hasta junio.
Con los cambios de ciclo, o de clase, los grupos pasan a estar de actualidad. Hoy en día, hay que ser muy valiente para abrir el grupo, so pena de que el resto piensen que “eres esa madre que está en todos los saraos.” Y os digo, que el de la clase de mi hija pequeña, que ha pasado a primaria este año, tardó en crearse 3 horas… Andábamos todas mirando de reojo el móvil esperando a ver quién era la osada que daba el paso, y en ese momento…
Y seguíamos y seguíamos, presentándonos. Y aquí va la primera confesión… No me he memorizado ningún número más. Es más, de la clase de la mayor de primaria hay números que sigo sin tenerlos memorizados, y mi intención es no incrementar mis contactos salvo que sea estrictamente necesario.
Me da una pereza enorme, porque no sé quiénes son los niños, y lógicamente, tampoco sé quiénes son los padres. He empezado a insinuarle a mi hija, que si está a gusto con sus amigas, que tampoco es preciso que haga más amiguitas, con las que tenemos estamos bien y con sus madres y padres hemos hecho un grupito molón.
A decir verdad, cuando tenía quince, veinte o hasta treinta años, me consideraba una persona muy sociable, que solía ir ampliando su grupo de amistades, pero a día de hoy, he cerrado el cupo, me he hecho más selectiva y ya no paso por crear nuevas amistades.
Y es que que nuestros hijos sean amigos no es equivalente a que si quedan ellas a jugar, yo tengo que estar de palique con alguien que no me cae bien.
Creo que se me conoce “la madre que abandonó dos veces el mismo grupo de whatsapp” y es que no olvidemos que los grupos bien utilizados pueden ser un arma muy útil y que te sacan de más de un apuro. En clase de la mayor tenemos un padre que elabora unas notas geniales de la reuniones y que luego nos las pasan en el grupo provocando gestos de admiración en todos los integrantes. Para estos supuestos en una bendición. Pero cuando los grupos no se usan bien, entonces se convierten en un arma de doble filo que puede traer muchos problemas o incluso dar pie a tesis doctorales sobre las libretas.
Nunca jamás pensé que comprar seis libretas dieran para toda una “Oda a la libreta”: Libreta de dos líneas o de cuadrícula; de pauta Montesori, de cuadrícula de cuatro o cinco milímetros, con gusanillo o con grapas, tamaño A4 o A5, de tapa dura, de plástico o de tapa semi-rígida; de 80 gr o de 90 gr. Vamos a ver, señores, saquen las reglas y midan la distancia entre las dos líneas, por si la de mi hija es de 3,45 mm o 3,25mm. Desde aquí hago un llamamiento a los profesores de este país. No podéis mandar comprar material de manera libre. Las instrucciones tienen que ser claras y precisas, indicando exactamente qué queréis, el libertinaje da paso a hordas de madres corriendo a la compra del material y fotografiando indiscrimandamente los diferentes modelos de libreta, y generando la más absoluta desconfianza ante una compra tan trascendental.
Otra de mis dudas, es por qué casi no hay ningún padre en estos grupos. Normalmente, suelen haber dos o tres frente a casi treinta madres. Suelen participar poco, y cuando alguna suelta un: “Chicaaaaasss”, se ofende, y se manifiesta.
Vamos a ver caballero, sin entrar en disquisiciones gramaticales u ortográficas, me va a perdonar, pero el “chicaaaasss” igual no era para usted, que desde que dijiste que eras Juan, el papá de Pepito, no te hemos vuelto a oír y se nos ha olvidado que habitas en los grupos de whatsapp, así que, no pasa nada porque se te hable en femenino.
Por otro lado, os digo, que vivir al margen del grupo es posible y no te conviertes en una apestada social, aunque estés cerca de ello. Arriesgar, vivir al límite le da sabor a la vida y si un día nadie te ha recordado que tenían que llevar el espumillón, pues no pasa nada, tu hijo saldrá del cole sabiendo que él es el reponsable de que no se le olviden sus obligaciones y que los grupos no están para que seamos la agenda de nuestros hijos. Así que si decides pasarte al lado oscuro, allí te estaré esperando.