Hoy en día la definición de familia dista mucho de la que estudiaban nuestros padres en el colegio, hay muchos modelos de familia distintos y cada uno, con unas costumbres, unas tradiciones y una manera de educar y hacer las cosas diferentes. Casi se podría decir que hay tantas maneras de educar como familias hay en el mundo. Sin embargo, hay ciertas cosas que no pueden faltar nunca en una familia.
Amor
Cuando eres madre (o padre) es inevitable que recuerdes cómo eran los tuyos. Cómo era tu vida cuando eras pequeño, las tradiciones que había en tu casa, si tu madre estaba en casa o llegaba tarde de trabajar. Cada uno tiene sus recuerdos pero seguro que hay una cosa que coincide en todos: el amor. Y es que, el amor debe ser sin duda el pilar sobre el que se construya cualquier familia.
Diálogo
Hablar, hablar y hablar. Pregúntale a tus hijos que tal en el cole, a tu pareja que tal su día, que vuestras comidas sean entre conversaciones y no con la tele de fondo. Tus hijos tienen que saber que en casa se puede contar todo y eso, la única manera de transmitirlo es haciendo a diario para que lo vean como algo normal. No caigas en decir “esto es así porque lo digo yo”,que a veces es lo más cómodo, pero a la larga el diálogo es mucho mejor.
Tiempo
Vamos corriendo a todas partes pero en casa tenemos que dejar el reloj lo más apartado posible e intentar poner en práctica la vida slow. No tiene porque ser fin de semana para sentarte tranquilamente a leer un cuento, tomaros con calma la hora del baño de cada día o charlar mientras que estáis sentados a la mesa. Deja de pensar en todo lo que tienes que hacer después y céntrate en ese momento, sácale todo su jugo y disfruta de cada instante que pases en familia.
Comprensión
Porque el día a día no es fácil, ni para ti, ni para tu pareja ni para tus hijos. Cualquiera podéis haber tenido un mal día y contestar de una manera que no es la más apropiada. Antes de tomártelo como lo peor del mundo reflexiona e intenta ponerte en la piel del otro, quizá no esté en su mejor día. Quizá tu pareja ha tenido mucha tensión en el trabajo o tus hijos no les ha salido un trabajo en el colegio.
Juegos
Hay muchas cosas geniales de ser madre y una de ellas es que tenemos la oportunidad de volver a jugar. Tus hijos necesitan que juegues con ellos, que os divirtáis juntos y paséis buenos ratos, esos ratos que se les quedarán grabados para siempre y que ayudan a forjar unos lazos muy fuertes entre vosotros. Tírate al suelo y ¡a jugar!
Miradas
A veces vamos tan rápido que no nos paramos a mirarnos a lo ojos y no nos damos cuenta de que con una sola mirada podemos saber si todo va bien o no. Siéntate al lado de tus hijos y obsérvalos, puedes aprender mucho de ellos con este pequeño gesto. Mira a tu pareja, hablaros con la mirada como hacíais cuando erais novios, son esas viejas costumbres que no está de más recuperar.
Risas
Ya lo decía Charles Chaplin “un día sin una sonrisa es un día perdido”, no pierdas ningún día y no dejes que tus hijos lo hagan. La risa es una de las mejores terapias que hay y los niños deberían de hacerlo muy a menudo. Hazles cosquillas, haceos bromas, aprende a reírte de ti misma y enséñales esa importante lección a los peques. Que en tu casa todos los días se escuchen risas porque por desgracia, las cosas ya son bastante difíciles de puertas para fuera.
Perdón
Esto es básico. Debemos acostumbrarnos a pedir perdón. Si le levantamos la voz a nuestra pareja porque tenemos un mal día o si se la levantamos a nuestros hijos porque hemos perdido los nervios…debemos pedirles perdón. Es de humanos el equivocarse, pero lo importante es saber reaccionar después.
Normas
Sí, quizá este punto tenga varios detractores pero en una casa igual que hay un momento para el juego y las risas, también debe haber algunas normas como hacer la cama, recoger cuando se tiran las cosas, poner la mesa… Es importante que los niños aprendan desde pequeños que no pueden hacer todo lo que les venga en gana y a saber acatar las normas. Lo que no quiere decir que no les enseñemos a pensar por ellos mismos, pero hay un momento para cada cosa.
Besos
¡A todas horas! No, no me refiero a que os paséis el día besuqueándoos (que tampoco tendría nada de malo). Pero un beso al levantarse, al irse, al llegar, al acostarse, porque sí, porque te quiero, el “peaje” para pasar a la habitación de juego, el beso que lo cura todo… Los besos son una de las muestras de cariño mejor que hay y a los peques les encanta. Además, hay que aprovechar que luego llega un momento en el que los venden caros…
Abrazos
Es algo muy similar a los besos, los abrazos son símbolo de protección. ¿Donde está mejor un niño que en los brazos de su madre? Pero no sólo a ellos, si no también a tu pareja. Es bueno que los abrazos formen parte del día a día de cualquier familia.
Paciencia
Kilos y kilos de paciencia, porque por mucho que queramos, los niños y los adultos vemos el mundo desde un prisma diferente. Donde nosotros vemos “hay que llegar pronto para que puedan disfrutar de un rato de parque”, ellos ven un “no me apetece calzarme porque estoy jugando con mi coche”. Paciencia para esas comidas interminables (los que no tenemos la suerte de tener un niño que coma bien), o para esas noches de baile de camas (en mi casa es un clásico). Paciencia para esas rabietas que todos pasan, las peleas entre hermanos o esas palabrotas que aprenden a decir. Hay que tener paciencia porque TODO forma parte de su proceso de crecimiento y la manera en la que nosotros lo vivamos o enfoquemos, es primordial.
Seguramente se me olvidará algo fundamental pero estos son unos buenos pilares sobre los que construir los cimientos de cualquier familia. ¿Añadirías alguno?
Imagenes: Pixabay
Muy bueno compañera!
Todos muy importantes aunque mir favoritos son el amor, el tiempo y la paciencia 😉
Gracias Pilar! Veo esos y añado Besos y abrazos 😉