Hoy en día necesitamos el inglés prácticamente para todo. Esto es así y los pimientos son asados. En la mayoría de los trabajos es fácil que te exijan un nivel de inglés alto porque no nos engañemos, en cuanto la empresa se internacionaliza la mayoría de las comunicaciones se realizan en este idioma. Y es que la lengua de Shakespeare es cada vez más la lengua universal.
Las generaciones que vienen por detrás de la nuestra han estudiado inglés de manera mucho más intensiva que las de los que pasamos los treinta o los cuarenta. Si la perspectiva de ir a una academia convencional te da urticaria y no necesitas una certificación como tal tienes distintas opciones para aprender inglés de una manera mucho menos reglada.
1. Ve contenidos audiovisuales en inglés.
Hace unos años no era tan fácil pero ¿hoy en día? El que no ve las películas en inglés es sencillamente porque no quiere. Todas las plataformas te ofrecen la posibilidad de ver series y programas en su lengua original de manera comodísima. Sí, es verdad que podemos entrar en modo ameba más fácil cuando está traducido a nuestro idioma y que verlos así exige un mínimo de escucha activa pero no se puede tener todo en esta vida.
Si no lo has hecho nunca da mucha pereza sobre todo al principio. Las primeras veces acabas agotado del esfuerzo que tienes que hacer por seguirlo, pero la buena noticia es que todo mejora con el tiempo. Cada vez te será más fácil y entenderás mejor (palabrita de Walewska). Y se nota ¡vaya que si se nota! Lo suyo es poner los subtítulos en inglés también aunque en mi caso aprendo más si los pongo en español. Escoge una serie o un programa que no vaya endemoniadamente rápida (o sea, huye de las de Amy Sherman Palladino como La maravillosa Sra. Maisel o Las chicas Gilmore) y trata de entender lo que dicen.
Si empezar por las series te da pereza te recomiendo que utilices Youtube. Hay muchos contenidos mucho más asequibles, de todo tipo de temas y que en muchos casos incluyen subtítulos. Si son cortitos mejor porque no nos da tiempo a escaquearnos.
2. Hablando de Youtube…
Te recomiendo uno de los canales que más me gustan a mí. Se trata de Amigos Ingleses y son clases de inglés de temas muy específicos ¡pero es que es un canal súper ameno y entretenido! Así que si tienes ocasión te recomiendo que veas cualquiera de sus vídeos porque son adictivos.
3. Habla con un nativo
Vale, lo mejor de esto sería echarse un novio extranjero y así no te queda otra que aprender el idioma… pero lo mismo ya tienes pareja y no es plan de dejarla sólo para aprender un idioma. Existen plataformas como Cambly con las que puedes conectar con un nativo y hablar a través de internet. Lo que más palo suele dar es soltarnos a hablar por eso de la vergüenza así que las clases únicamente de conversación suelen ser una maravillosa idea porque aprendes un montón, ganas en oído y fluidez y sobre todo nos quitamos miedos y complejos.
4. A través de la música.
Cuando era más joven cantábamos las canciones en inglés inventándonos la letra. Ese “agachiiiiiiis de motu playing” de la canción Grease así lo atestigua. Pero hoy está todo mucho más fácil. Plataformas como Spotify nos ponen bien a mano saber qué dicen las canciones porque podemos ver la letra en la misma aplicación. También en Youtube existe una modalidad de vídeos que podéis encontrar muy fácil bajo la etiqueta “lyrics video”. Algunos son muy creativos además, así que además de aprender qué narices están diciendo (que oye, a veces viene bien cuando son vídeos en tu idioma incluso) disfrutaréis de unos vídeos fantásticamente realizados. Os dejo aquí uno de Dua Lipa que me encanta.
5. Contrata una aupair
Vale que no es una opción para todos los públicos pero tener a una persona en tu casa que habla un idioma que no es el tuyo es una experiencia realmente interesante. Aprenderás un montón del idioma pero además supone un gran enriquecimiento cultural. ¿Te puede salir rana? Pues sí, pero merece la pena intentarlo.
Y cuando se acabe esta situación tan rara ¡viaja! Viajar es bueno lo mires como lo mires, así que DO IT!