Sé lo que estáis pensando: “llega el buen tiempo y ya viene Patch a contarnos la última dieta milagro en busca de titulares fáciles para Google”. Pues sí y no. Hoy vengo a contaros cómo llevo un proceso que empecé en diciembre, cuando mi traumatóloga me puso entre la espada y la pared, advirtiéndome de que la lesión de tobillo que tengo solo se arreglaba o con una operación de dudosa eficacia o perdiendo kilos a porrillo. Así que cogí la opción dos, a sabiendas de que la caja sorpresa la operación es una opción que siempre va a estar ahí sobrevolando.
Como llevo siendo gordita toda mi vida, he probado muchas dietas. Decid una y la he hecho: la de comer solo naranja y carne, la del herbolario amigo, la de la farmacia amiga, la de los sobres amigos que solo saben a tristeza, la del cajón mágico del endocrino, la disociada… y todas tenían en común que me deprimían y me cansaban con el paso de los meses. Y es que cuando tienes muchos kilos por delante que perder, tienes que encontrar algo que se adapte a ti, que no te deje con ansiedad y sobre todo que no te haga vivir un infierno en vida (¿hola? ¿solo naranja y carne?)
Me apunté a En tu línea (antiguos Weight Watchers, que ahora pertenecen a Oprah), primero porque lo que había leído era muy positivo, cosas como que era una de las pocas dietas aprobadas por la OMS, o que te dejaban comer casi de todo y sobre todo porque tienen reuniones semanales de esas en plan guiri, con una coach y un grupo de chicas (también a dieta) que siempre te dan buenos consejos y porque estaba hasta el gorro de dietistas que me echaban broncas porque mi metabolismo no cumplía sus expectativas.
Lo que como con En tu línea
Si tenéis curiosidad por ver físicamente lo que estoy comiendo, podéis verlo en mi hashtag de Intagram #tiobuenacion. Por supuesto, no fotografío todo lo que como, pero podéis haceros una idea: verduras de primero, carne o pescado de segundo. También como un par de veces a la semana pasta, legumbres, arroz… vaya, no me privo de nada.
Os juro que como cosas que no son ensalada, pero es que las cremas no son tan fotogénicas (parecen pota o caca, esto es asi). Después de esta reflexión (que le compartiré a la Reina de Inglaterra si coincidimos) os presento a mi ensalada de langostinos y fresas. Con un chorrito de vinagre de jerez es para morir de amor directamente. #ensaladas #tiabuenacion #healthyfood #salads
El truco está en que es una dieta por puntos y a cada alimento se le asigna una puntuación en función de las calorías, las proteínas y los azúcares. A más azúcar, más puntos. A más proteína, menos puntos. Las frutas y verduras salen gratis. Tengo 30 puntos diarios y algunos extras que me puedo organizar a mi bola. Claro es que si me como (por ejemplo) una hamburguesa de nuestra cadena guiri favorita, por la noche o me salen puntos a deber o tengo que comer solo verduras. La coach siempre insiste en que eso no se debe hacer y que es mejor comer otra cosa por menos puntos y no tener que cenar lechuga sin aliñar.
Me gusta poder elegir y poder darme algún capricho en forma de chocolate o galleta (siempre descontándomelo de los puntos) porque en otras dietas me pasaba meses soñando con tomar algo dulce. No digo que todos los días coma un capricho, pero digamos que cuando me apetece me lo doy (mejor si es pequeño porque si no me quedo sin puntos) y no lo pienso más.
El ejercicio en mi dieta
En el sistema de En tu línea te dicen que tienes que ganar unos puntos diarios por hacer deporte y que si se te agotan los extras (esto a mí aún no me ha pasado, ni en Navidad) puedes tirar de ellos. Los puntos de deporte se ganan en función del tiempo del ejercicio y de la intensidad. Y tienes que dar 3.000 pasos diarios mínimo, que serían más o menos los que das si caminas un kilómetro y medio, cosa fácil a poco que lleves a los peques al cole o hagas la compra.
Esto no me ha costado mucho porque con la lesión ya llevaba 8 meses yendo al gimnasio a diario para rehabilitación. Ahora sigo yendo a diario solo que en vez de rehabilitarme pues voy un poco a mi bola en función de lo que me apetezca: hago bici estática, elíptica (estas dos las hago leyendo mi ebook porque si no me aburro. ¿Qué queréis? Soy de una generación hiperestimulada), natación y aquagym. Todas estas actividades se pueden hacer incluso estando embarazada, no ejercen impacto sobre mi lesión y es fácil regular la intensidad para no acabar derrengada.
Las hago por la mañana en cuanto dejo a la peque en el cole porque es cuando mejor se adapta a mi horario, pero podéis organizaros para hacerlo por la tarde, o pasear con los niños. ¡Ah! Y las horas de parque también se pueden contabilizar como ejercicio si no las pasáis en un banco sentadas. No me digáis que no es un win.
La motivación: cómo supero los meses a dieta
Ya os he contado que mi principal motivación es mejorar mi lesión, y os aseguro que lo estoy logrando. Con 7 kg menos estoy más ágil, cada vez aguanto más haciendo ejercicio y persiguiendo a mis niños en el parque, por no hablar de que tengo superadísimas las muletas que me acompañaron 8 meses.
Sin embargo, después de cuatro meses de ir al gimnasio un mínimo de cuatro días a la semana lo sigo odiando. Odio ir al gimnasio, está lleno de gente hipermotivada y de máquinas que huelen raro. Aquí lo único que me ayuda es subir mis chorradas a Snapchat (mi usuario es patchyfujur por si os da curiosidad) y quejarme amargamente porque tengo que ir un día más. Los días que menos me apetece salgo más feliz porque serían días en los que me habría quedado en casa y precisamente por eso mi ejercicio cuenta el doble.
No quiero terminar sin hablar de las reuniones, que son una maravilla. Aunque están llenas de carteles motivadores y de jerga guiri (el plan oficialmente se llama Feel good), ayudan un montón, porque nunca te dicen que la has cagado (aunque lleves dos semanas sin perder peso, como me pasó la semana pasada), porque puedes compartir tus pensamientos con otras chicas y sobre todo porque te ayudan a enfrentarte a situaciones cotidianas como “me han invitado a cenar en casa de una chica a la que no le puedo pedir lechuga y pechuga, ¿qué hago?” o “no tengo tiempo ni de coña para irme media hora al gimnasio a pedalear. Dime un ejercicio que pueda hacer en casa y que no sea fregar los azulejos” (media hora a intensidad fuerte serían 4 puntos por si tenéis curiosidad y/o necesidad de fregar azulejos).
Este no es un post patrocinado, solo quería compartir con vosotras el camino que estoy haciendo y pediros ánimos porque aún me quedan muchos meses por delante hasta conseguir mi objetivo: que es conquistar el mundo hacer el camino de Santiago sin tener que amputarme el pie. Si tenéis cualquier duda os responderé con todo el amor pero tened en cuenta que ni soy experta en nutrición ni en deporte.
Imágenes vía Picjumbo y yo misma
También tienes unos cuantos chats de locas que te motivan a seguir Feel Good!! Es duro hacer dieta, pero cuando vas viendo los resultados, up, up, up!! Sigueeeee
Jajaja como decían en los anuncios: sola no puedo, con amigos sí XD
Yo creo que vas genial y estás guapísima! una de las cosas que más motivan de hacer dieta es ver lo guapa que te vas poniendo ¿a que sí? comprar ropa nueva, verte en las fotos sin ganas de llorar, etc.
Venga a por ello!!!!
Tú sí que eres guapa, Pilar!!!
(Lo de las fotos no me ha pasado, yo es que soy muy de verme estupenda siempre jajajaja)
Arriba esos ánimos!!!!
Ponerte a dieta no es tarea fácil pero cuando te pones y vas viendo los resultados, subidón, subidón…
Y el tema ejercicio es pillar algo que te guste. Hoy en día falta tiempo para tantos que hay no?
No pares, sigue, sigue 🙂
Jajaja gracias por tus palabras, Carol! El tiempo está ahí, solo hay que decidir qué dejas de hacer para hacer el ejercicio. Pero es que da tanta pereza….
Yo me animaría, más que por quedarme hecha una sílfide, para ver si con eso de los puntos como mejor y más verduras de esas que dices que salen gratis. Para adquirir buenos hábitos sin hacer locuras, muchos métodos me parecen buenos.
Lo de los hábitos es fundamental. Además mi nevera lo agradece, tiene más rotación ahora que compro más verduras frescas.
Aunque no te hace falta, porque ya lo sabes por Twitter, vuelvo para decirte que al final ¡me animé! Mi tercer día contando puntitos y oye, sin ansiedades ni nada de momento.
Tú puedeeees, vas genial.
Gracias!
Vaaaaamos Patch!!!! Harás ese camino de Santiago, seguro, pero mira todo el camino que llevas recorrido ya!!! Beso
Jajaja lo veo pero como una cosa para dentro de dos o tres años. Gracias por el apoyo, Juanti 🙂
Que dieta más chula!! Yo también he hecho algunas y uff que desastre.
Buscaré información a ver si por mi miniciudad se hace algo de esto…
Por cierto, vas super bien y estás guapisima!
Las dietas son definitivamente una “mierder total” . A mi lo único que me ha funcionado es seguir las pautas de una alimentación “PALEO” que es comer únicamente de forma natural. Nada procesado. Todo fresco y de temporada. Eliminar harinas, panes y pasta, y tomar alimentos sin gluten. Y mano de santo. Es un poco duro al principio pero luego no echas nada de menos. Lo importante es que cambies de forma de alimentarte y no pensar en que estas haciendo dieta. Sino, tarde o temprano, terminas por cansarte. Espero que sigas así que llegues a tu objetivo!! Ánimo!!