Todos tenemos en la memoria ese viaje que se quedó grabado a fuego, lleno de recuerdos y de anécdotas y también tenemos apuntado en la libreta ese viaje que deseamos con todas nuestras ganas.
Cuando viajar es placer se disfruta tanto viviendo y después recordando como planeando y soñando con cómo será la realidad del viaje cuando lo vivamos.
Hoy te traemos esos viajes de nuestra vida, algunos los hemos hecho y otros están ahí, en el horizonte ¿y tu, también tienes uno de estos viajes en mente?
Vietnam, Camboya y Pucket (María Jardón)
Sin lugar a dudas el viaje de mi vida fue nuestra luna de Miel, recorrimos Vietnam, visitamos los templos de Angkor de Camboya y estuvimos unos días en la playa en Puckhet; pero no sólo por el destino que elegimos, si no también, por el estado en el que viajas. Recuerdo que en todo momento estaba como en una nube de felicidad, cero preocupaciones, la cabeza totalmente en el viaje sin pensar en nada ni en nadie salvo en donde estaba, con quien estaba y lo que estaba viviendo. Además, es que no pudimos elegir mejor destino. Vietnam es impresionante, sus gentes muy amables y su cultura sencillamente, me encantó. Los templos de Angkor de Camboya también me gustaron muchísimo y el descanso en Pucket era necesario para recuperarnos del periplo atravesando un país y medio…¡totalmente recomendable!
Cuba, más pronto que tarde (Pilar)
Nos gusta viajar, mucho, pero como a casi todos, la llegada de los niños nos ha retenido en destinos más cercanos aunque ahora que van creciendo empezamos a mirar con ojitos a volver a salir un poco más lejos.
Y ahí aparece Cuba. Escaparnos un mes a la isla y recorrerla por nuestra cuenta, pasar unos días en Camagüey y en Varadero, circular por Santiago y por La Habana y disfrutar de la belleza de una naturaleza exuberante.
Ese sería hoy por hoy el viaje de mi vida y después seguro que es uno de esos que recordaremos con una sonrisa.
Brasil, un lugar para soñar (Sonia)
Sin duda fue la mejor elección que hicimos en el mejor momento. Brasil es un país espectacular. Su naturaleza, sus ciudades, su gente. Es uno de esos sitios que guardas en tu memoria para siempre.
En ese viaje visitamos “la pancita” de Brasil con un recorrido desde Salvador de Bahía a Belén pasando por sitios idílicos como Fortaleza, Natal y Pipa. Anocheceres de ensueño en playas que no se pueden describir con palabras, dormir el cabañas en la naturaleza, compartir el desayuno con los monos titis, recorrer kilómetros de dunas sin ver a nadie… Un sueño que quiero repetir.
Senegal de la mano de Unicef (Nat)
Hace justo dos meses tuve la inmensa suerte de viajar hasta Senegal de la mano de Unicef con el fin de conocer todos sus proyectos allí. Sin duda fue toda una experiencia que me ha marcado para siempre. Un viaje duro, muy duro, pero del que guardo unos recuerdos maravillosos y que permitió ver que hay esperanza. Una parte de mí se quedó allí y un pedacito de Senegal se vino conmigo para siempre.
Andorra (Majo)
Ya sé que dicho así parece una tontería, pero el viaje de este verano a Andorra para nosotros fue muy especial. Era la primera vez que como familia salíamos más de un fin de semana de casa y además como íbamos con amigos. Aprendimos a respetar los horarios de todos los integrantes del viaje, estuvimos en contacto con la naturaleza. Comimos cuando tuvimos hambre, vivimos experiencias únicas y nos enamoramos todos el país vecino. Una experiencia única en un lugar inolvidable.
Estambul (Vero)
Fui a aquel viaje con mi madre y mi hermana, y sin saber cómo ni por qué, me eregí en guardianas de su integridad, en aquella enorme ciudad de casi quince millones de habitantes, siendo yo la más joven y paleta de las tres. Soy así, muy de echarse pa´lante ante la adversidad.
Lo cierto es que no era necesario ser “guardiana” de nada, vivimos unos días mágicos en una ciudad maravillosa a caballo entre oriente y occidente con todo lo que ello implica. Yo volvería mañana mismo y recomiendo el viaje a cualquiera siempre que tengo ocasión.
La costa Dálmata (María Fernández)
Era mi sueño. Visitar Croacia era un anhelo que tenía desde hacía muchísimo tiempo y en 2003 lo cumplí. Fue un viaje especial, por el destino elegido y porque eran las primeras vacaciones con mi entonces novio y hoy marido. No me defraudó ni lo más mínimo y, aunque no lo fuese, ambos lo recordamos como una auténtica luna de miel.
El valle del Loira (Sara)
Fue en el viaje de novios. Fuimos al valle del Loira y fue un sitio que disfruté cada minuto. Es todo tan bonito y pude empaparme de tanta cultura que para mí fue un súper viaje ¡y además comí como si no hubiera un mañana y dormí en auténticos castillos! No me arrepiento nada haber elegido este destino alternativo en el que íbamos en coche a nuestra bola.
Imágenes: Mentalfloss (VeroTri); Telegraph (María Fernández) Castillo del Loira via Shutterstock