Maria Jardón La subida desenfrenada del precio de la luz y sus franjas horarias ha hecho que todos seamos mucho más conscientes del gasto energético que hacemos. ¿A qué hora ponemos el lavavajillas?, ¿cuántas lavadoras ponemos a la semana?, ¿Utilizamos mucho el horno para cocinar? Lo cierto es que hay algunos gestos que tenemos muy interiorizados cuando pensamos en reducir nuestro consumo como acabar con el gasto fantasma, sin embargo, puede que no prestemos mucha atención a algunos electrodomésticos para ahorrar energía que también juegan un papel importante en nuestra factura.
Y es que según datos del Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE), los electrodomésticos suponen el 61,8% del gasto de electricidad que tiene un hogar a lo largo de un año. Esta claro que se han colado en nuestra vida para hacerla más fácil y se han vuelto prácticamente imprescindibles, no podemos dejar de utilizarlos pero sí hacerlo de una manera consciente. Vamos a ver cómo debes vigilar estos electrodomésticos para ahorrar energía.
El televisor
No es uno de los electrodomésticos que más consume sin embargo hay dos factores que hacen que su gasto sea significativo. En primer lugar su uso, en la mayoría de las casas es uno de los aparatos que más tiempo pasa encendido, y hay en algunas donde apenas lo apagan porque les hace compañía. Por otro lado esta, la opción stand by que hace que aunque esté apagado siga consumiendo energía, algo que también es importante controlar.
La forma de ahorrar consumo es muy sencilla. Por un lado es importante que lo apaguemos cuando no estemos prestándole la atención suficiente. Es decir, nada de tenerlo de fondo mientras hacemos otras cosas, la televisión es para verla y sino, está mejor apagada. Por otro, dile adiós al consumo fantasma desconectando completamente el aparato. No es necesario que tengas que desenchufarlo cada vez que no vas a verlo, puedes utilizar una regleta y apagarla cada vez que le das al off. Otra alternativa es utilizar enchufes inteligentes que te darán la opción de programar los aparatos para que se desconecten por la noche, por ejemplo, o puedes conectarlos o desconectarlos a través de tu smartphone.
El horno
Es conocido por el gasto de energía que produce cuando lo utilizamos. Es cierto que cada vez se tiene más en cuenta el consumo energético a la hora de fabricar este tipo de electrodomésticos, aún así, sigue siendo uno de los aparatos que más consume en nuestra cocina. Estos son algunos tips que te pueden ayudar para tratar de reducir el gasto:
- No precalientes el horno, es cierto que todas las recetas te piden que lo hagas pero si te lo ahorras, aunque luego tengas que dejar un poquito más la comida para que termine de hacerse, estarás ahorrando. Lo mismo pasa con el final del cocinado, el calor se mantiene bastante tiempo después así que puedes desconectarlo un poco antes de terminar y tu menú seguirá cocinándose.
- No abras la puerta, otro punto básico, no sólo porque puede estropearse lo que estés cocinando, como ocurre con los bizcochos, sino porque perderá calor y necesitará más potencia para recuperarlo.
- Utilízalo en tramos de bajo coste. Ahora que la hora influye tanto, intenta sacarle todo el partido a tu horno en horarios donde no repercuta tanto su uso en la factura.
El Frigorífico
Uno de los primeros aparatos que entran en un hogar y que nunca se apaga, eso nos da una idea de lo importante que es en nuestro día a día, pero también de lo mucho que consume. De hecho, puede llegar a suponer el 20% del gasto de todos los electrodomésticos que tenemos en el hogar. No podemos apagarlo pero sí podemos hacer algunas cosas para rebajar al máximo su consumo:
- Lo primero debemos tener muy claro dónde instalarlo, debe estar alejado de fuentes de calor como un radiador, el horno o la placa de la cocina. También es importante que tenga espacio para respirar, por ello es mejor no pegarlo a la pared.
- A la hora de comprarlo elige uno con la etiqueta energética, cuantas más A mas ahorrarás aunque de primeras te parezca un gasto innecesario, tu factura de la luz lo notará (y el medioambiente también).
- Intenta abrir la puerta sólo para lo imprescindible, nada de abrir para ver lo que comemos hoy. Lo ideal es que en la puerta tengas una lista de lo que hay en su interior y vayas tachando según sacas las cosas. Eso te ayudará muchísimo también a la hora de hacer la compra.
- ¡Nunca! metas nada caliente. Esto es importantísimo, la harás trabajar mucho más para alcanzar los grados que quieres y por lo tanto, aumentará considerablemente su consumo.
- No te pases de frío. A la hora de ajustar la temperatura tanto del frigorífico como del congelador no te pases demasiado. Unos 5º en el frigorífico o -18º en el congelador serán suficiente.
La lavadora
Y por último la lavadora, otro de los ladrones de energía de nuestra casa, puede llegar a consumir entre los 1.500 y los 2.200 KW, y si además tienes secadora puede llegar a doblar o triplicar ese gasto. Para tratar de controlar al máximo su consumo debemos tener en cuenta estos detalles.
- Al igual que con el frigorífico, compra una lavadora eficiente, que tenga la etiqueta A
- Pon siempre la carga llena, así tendrás que poner menos lavadoras.
- ¿De verdad está sucio? Asegúrate que lo que echas a lavar está sucio. Por ejemplo, si por mis hijos fuera ¡cambiarían el pijama a diario!, en cuanto me descuido está en el cesto de lavar, claro, es mucho más cómodo que doblarlo y meterlo debajo de la almohada…
- Tienda la lavadora en cuanto acaba. De esta manera se arrugará menos la ropa y tendrás que planchar mucho menos.
- Utiliza lavados en agua fría, o si tu lavadora tiene la opción ECO, el consumo será menor.
Como ves, son aparatos que consumen mucho pero si vigilamos estos electrodomésticos para ahorrar energía nos lo agradecerá nuestro bolsillo, pero también el planeta.
