La cocina sana de Paola

Mexicana de nacimiento, Paola Procell lleva tanto tiempo viviendo en España que ha hecho de nuestro país su hogar. Aquí ha formado una familia y desarrollado una intensa carrera profesional vinculada al mundo del diseño editorial. Hace un par de años decidió dar un vuelco rotundo a su vida y fruto de su empeño acaba de ver la luz La Cocina Sana, un blog que apuesta por llevar a nuestra mesa hábitos de vida y, sobre todo, alimentarios saludables.

La cocina siempre la había apasionado, pero cuando se vio obligada a lidiar con las múltiples alergias alimentarias de su hija pequeña emprendió un camino en el que la “obligación” se convirtió en devoción. Todas esas inquietudes y un sinfín de recetas frescas, asequibles y familiares están ahora a vuestra disposición. Blogs de cocina hay miles; de vida sana, más; pero yo conozco a Paola desde hace doce años, desde que, embarazadas de nuestras primeras hijas, coincidimos en un foro y en esta más de una década he aprendido a admirarla como mujer, madre y profesional y por eso quiero daros a conocer este proyecto que casi es para ella como un tercer hijo.

paolacocinasana

Usted es una abanderada de lo que se conoce como realfood, ¿qué se esconde detrás de este término?

Es la comida de verdad que  tienen  una alta concentración nutricional por naturaleza y NO han sido sometidos a procesos industriales complejos que destruyen significativamente su calidad. Frutas verduras, hortalizas, Carnes, huevos, pescado, tubérculos…

¿Qué es lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de velar por nuestra alimentación y la de nuestros hijos?

La respuesta es muy simple, eligir lo más importante:  comida de verdad  con la mejor calidad posible. No tiene nada que ver el precio que tiene. Te pongo un ejemplo, si compro sandía en invierno lo más seguro es que sea cara, no porque sea buena (tal vez lo es) sino porque viene traída de otra parte. Si consumimos productos de temporada es casi seguro acertar en calidad. Otro ejemplo, está demostrado que los huevos criados en libertad son mejores nutricionalmente que los huevos de jaula. Aquí el precio sí influye. Para conocer lo mejor, hay que cuestionar lo que compramos, y entre menos etiquetas tenga, mejor. Si hay etiquetado, tenemos que leer ingredientes además de los valores nutricionales. Si sabemos leer, nos vamos a llevar muchas sorpresas, como por ejemplo, la mayoría de pan integral que nos venden no es pan integral, hay ausencia de harina integral.

¿Podrías enseñarnos cómo leer bien una etiqueta?
Es muy díficil contestar en pocas líneas, pero es cuestión de investigar y ponerse. Saber bajo qué nombres se esconde la ázucar ¡y las grasas!  cuántos azúcares tiene y cuánta proteína, hay muchos factores a tener en cuenta. Una buena forma de maximizar la calidad es comprar lo más sencillo posible: yogures naturales de leche entera, en vez de productos infantiles. Etiquetas limpias, las llamó yo. Los productos funcionales, esos que nos venden enriquecidos, no son mejores que la comida real. Llevo leyendo etiquetas muchos años porque mi hija era alérgica y ahora me doy cuenta que no buscaba lo más importante. Todo conocimiento lleva tiempo, así que empieza ahora, te equivocarás y aprenderás. A mí muchas veces compro mal por confiada.

¿Qué requisitos debe seguir un menú infantil?

Las mayoría de las madres le damos más importancia a la cantidad que a la calidad. Es inevitable. Si ofrecemos calidad, la cantidad es secundario. Te lo dice una  mamá de una niña tiquismikis y mala comedora.

Un plato redondo debería tener 3 cosas: hidratos de carbono + proteínas + grasas de calidad.

Con hidratos de carbono hago alusión también a frutas, verduras y legumbres que parece que el apelativo solo se lo lleva los cereales (arroz, trigo, avena, quinoa, etc.). Estos deberían ser integrales.

Así que cuando digo plato redondo no hablo de galletas, leche, bocadillo de chorizo.  Existen miles de opciones: ¿Por qué un niño no puede merendar un huevo con almendras y aguacate? ¿O un bocadillo integral con hummus y atún? Nos faltan ideas, el marketing de la industria alimentaria nos tiene bien aleccionadas con galletas, chocolate industrial y lácteos dopados de azúcar.

Desde tu propia experiencia ¿es difícil cambiar los hábitos alimenticios de un niño? ¿Qué es lo más complicado?

Pues depende del niño. Pero sí, es complicado si es “mal comedor” y ha estado acostrumbrado a determinado tipo de comida. En casa la mayor evalúa muchas cosas: la textura del alimento, el color, el tamaño. Recuerdo que de pequeña le daba de comer por colores.Ahora todo eso me parece absurdo. Entre más grande sea el niño más difícil es cambiar los hábitos pero no imposible. El ejemplo cuenta. Lo que no puedes pedir es que ellos coman bien y los padres, no.  Con la pequeña lo tengo mejor… y peor.  Muchas veces la hermana mayor influye en sus decisiones: la copia. Así que animo a todas las madres a crear hábitos saludables desde pequeños, hay que dejarles experimentar y jugar con el alimento, evitar potitos muy machacados…

¿Cómo hacer que los platos les resulten atractivos? ¿Cómo hacer que los prueben?

Hay millones de fotos en pinterest de presentaciones y es muy lógico que les anime, aunque les anima más hacerlos que comerlos, la verdad. No importa que no lo coman, hay que hacerse a esa idea, si lo manipulan con sus manos es un importante paso y aconsejo que cocinen mientras tengan ¡hambre! No hay mejor motivación que esa para que prueben la comida. Los más pequeños sabes que lo probaran porque todo lo llevan a la boca.

¿Crees que el hecho de que no seas cocinera “profesional”, sino una madre a la que le gusta la cocina te acerca más a los problemas y las realidades alimentarias de otras familias?

Sin duda. Un profesional sanitario o chef que no tenga hijos le falta esa empatía por el día a día, no sabe lo que significa una bajada de percentil o no ha pasado por la preocupación por el “no coge peso”. Es observar los toros detrás de la barrera donde es más fácil dirigir. Pero bueno, tanto me ha enseñado las experiencias de mis hijas, una mala comedora y otra multiálergica; y ahora mi madre que hay que alimentarla por sonda, que estoy decidida a estudiar nutrición. No importa los años que me lleve.

¿Está una buena alimentación reñida con el tiempo y con la economía?

Desde luego.La falta de tiempo repercute bastante. Yo misma, muchas veces cedo por agotamiento con alimentos que sé que no deberían comer (por eso lo mejor es que no entren en casa). Es frustrante pasar en la cocina horas para que luego dejen el plato entero. Es tentador repetir cocinar lo que te garantiza que sí se van a comer.

¿La economía? cuando vas al supermercado sin planificar es muy fácil caer en las promociones y en los productos más baratos. Por eso, la planificación es importantísima, sabrás que productos tienen que ser de calidad y pagar más y cuáles no. La inversión merece mucho la pena.

¿En qué consisten los cursos que impartes de la mano de FitNatura?

FitNatura y yo nos compenetramos muy bien. La idea es dar más cursos de cocina además de abordar el tema infantil. El enfoque es enseñar a la gente de una manera fácil y amena a elaborar ciertos alimentos para prescindir lo más posible de los procesados. En casa yo hago los yogures el queso fresco y el pan integral. La idea de estos cursos es dar herramientas a la gente para que pueda comer mejor a la medida de sus posibilidades.

La gente que no vive en Madrid, ¿tiene alguna forma de conocer ese trabajo que realizáis? 

Mucha gente nos lo está preguntando y tenemos como proyecto grabar vídeos para asistir online o bien verlo después, también pondremos una descarga de las recetas que impartimos. Además, personalmente me ha servido para darme el impulso para crear un sitio online sobre cocina sana: www.lacocinasana.com. Tiene mucho trabajo detrás y espero que le guste a la gente. Llevo más de un año con ella y creo que es diferente.

¿Cómo acaba una persona con un perfil profesional vinculado al diseño gráfico en un mundo como el de la cocina y la nutrición?

Antes de quedarme embarazada estaba en un curso de nutrición. Me apasiona desde siempre como cocinar. Es algo que me debía. Parece que la vida me lo va poniendo una y otra vez, de diferentes maneras, con mis hijas, conmigo misma y ahora con mi madre.

¿Cómo se “reprograma” una profesionalmente cuando ronda los cuarenta?

Soy una persona muy creativa, me asusta pensar que estaré haciendo lo mismo 40 años más. No van de la mano creatividad y monotonía. Tal vez antes ser cuarentón era de viejos, pero veo que a esta edad tenemos mucha energía y vida para seguir evolucionando.

¿Nos podrías poner algún ejemplo de menú o recetas de las que propones?

Te voy a decir un secreto. Mi cocina es muy sencilla. No tengo tiempo para complicaciones. En casa el rey del desayuno es el huevo, estos muffins los hago en el microondas.

El brócoli, la coliflor y el salmón con arroz basmati se lo comen de maravilla.

Y, por suerte, mis hijas no son Mafalda. Las cremas y sopas nunca faltan.

la cocina sana

Ahora que ya conoces a Paola, desde aquí os animamos a que visitéis tanto su blog como sus perfiles en Instagram y Facebook para no perderos detalle. ¡Ah! y todas las fotos que encontráis en este artículo son hechas por ella.

María L. Fernández

Soy María Fernández. Mujer, madre, amante, amiga y periodista en permanente propiedad conmutativa. No sé vivir sin contar historias. Las mías, las tuyas, las de los demás. Nunca sabrás si voy o vengo, pero cuando te hablo ten la seguridad de que lo hago de forma honesta, porque no sé hacerlo de otra manera.

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