La movida madrileña que nadie entiende

Hoy vengo a contaros una historia. La nueva movida madrileña que nadie entiende y que tengo la sensación de que se va a extender por otras ciudades como sigamos por este camino. Veréis. Había una vez un barrio que pensó que una de las paredes del polideportivo municipal estaba bastante fea.

Lo hablaron entre los vecinos y se lo comentaron a los responsables municipales “¡oye! ¿habéis visto qué fea está esta pared?¿podríamos hacer algo para ponerla bonita? que está en una calle por la que pasa mucha gente y además en el lateral del polideportivo, mejor si es agradable a la vista ¿no?”

Pues les dieron la razón, por muchos motivos la belleza en el entorno urbano según todos los expertos, nos hace felices, nos ayuda a encontrarnos mejor y al mismo tiempo a cuidar más el entorno, las calles, las plazas, los parques.

Llevaron la idea a la junta de distrito donde participan las asociaciones de vecinos, las asociaciones de padres y madres de los colegios de la zona, las asociaciones deportivas, los colectivos que hacen actividades en el barrio. Los que viven en ese distrito y van a pasar varias veces a la semana por delante de ese muro que estaba tan feo.

Recibieron distintas propuestas y las votaron entre todos. Al final la más votada fue la que proponía pintar algo con la colaboración de los vecinos, algo en lo que pudieran participar los niños de los colegios a través de las AMPAs y algo que les representara a todos, que fuera bello y además inspirador.

Decidieron pintar un mural con los rostros de distintas personas, distintas mujeres que a lo largo de la historia han destacado por sus méritos deportivos, científicos, su lucha por la igualdad racial, su reivindicación de la justicia social, su implicación contra el fascismo, su labor altruista por la defensa del medio ambiente.

Y entre todas esas caras, la cara de una vecina del barrio, Rosa Arauzo una mujer que se ha identificado con la defensa de los derechos de los colectivos LGTBQI. Para muchos de los vecinos del barrio una amiga, para otros parte de su familia, para todos un rostro conocido y una historia inspiradora.

Como al ayuntamiento, dirigido por una mujer en aquel tiempo, le pareció una buena idea en la que el tejido social del barrio se había implicado le adjudicó una partida presupuestaria para que pudieran ponerse a ello y así lo hicieron.

Desde la Junta de Distrito convocaron a distintos artistas, les pidieron presupuestos y contrataron a los que les parecieron mejores. Contrataron a un colectivo de artistas madrileños llamado UNLOGIC y se pusieron manos a la obra.

la movida madrileña

Y ahí estaba su mural, su muro feo había pasado a ser un muro con los rostros de quince mujeres con los que las niñas y los niños que pasan por ahí a diario podían inspirarse, podrían confirmar que es posible que “las capacidades no dependen de tu género”.

No es sólo que puedas soñar con ser astronauta, por ejemplo, es que puedes serlo como lo fue Valentina o poeta y rapera como Gata Cattana o política como Angela Davis o cantante como Nina Simone.

Pero a los tres años, a los nuevos políticos que dirigían la ciudad ya no les gustaba ese mural y lo que simbolizaba. Habían cambiado de dirigentes, a los de ahora no les gustaba ver a mujeres que habían sido francotiradoras contra los soldados nazis, no les parecía inspirador que las mujeres participaran en revoluciones o en conflictos armados como protagonistas de los mismos, mano a mano como otro soldado más, defendiendo lo que creían justo en igualdad de condiciones que sus compañeros.

Había que borrar ese mural y esos políticos decidieron que lo borraban. Les daba igual que los vecinos se negaran que insistieran en que ellos querían allí su mural que querían que sus hijos e hijas vieran cada día los rostros de esas mujeres y conocieran sus historias y pensaran en ellas y trabajaran por conseguir más justicia para todos.

No, a esos políticos no les gustaba esa inspiración para los vecinos de ese barrio. Podrían pintar otros muros, por supuesto. Podrían pintar otros murales en otras zonas del barrio, claro que sí. Pero es que no es eso lo que quieren y lo que buscan esos políticos.

No era eso lo que buscaban cuando dijeron las barbaridades que dijeron sobre Las 13 Rosas, trece mujeres, algunas de ellas adolescentes de la edad de nuestros hijos, que fueron fusiladas el 5 de Agosto de 1939 por pensar de otro modo al que tenían los que se levantaron en armas contra el gobierno, los que ganaron la guerra civil.

Y aquí está la nueva movida madrileña que nadie entiende, la de unos políticos que no piensan en lo que quieren los vecinos, en lo que han creado como grupo, como familia, como tejido social que se apoya y se inspira.

Hay una política y unos políticos que no busca unir sino fragmentar, que no trabaja por mejorar las condiciones de vida de los vecinos sino las suyas propias, que se enfoca en mejorar el presente de todos sino por el futuro propio. Hay una política y unos políticos que no saben lo que es el trabajo en equipo ni la democracia y así nos va.

  • Actualización: A día de hoy que se ha publicado este post, el ayuntamiento ha aprobado una moción presentada por un partido de la oposición para no borrar este mural con el voto a favor de uno de los partidos de gobierno. Ese partido que antes votó a favor de borrarlo cuando la moción la presentó el partido de ultraderecha, ha cambiado su voto no sin antes dejar claro que según su portavoz, la señora Begoña Villacís, en ese mural debería haber otras mujeres que también defendieron el feminismo como Margaret Thatcher, no puedo añadir nada más a esas declaraciones que este video de la propia Margaret Thatcher hablando de feminismo, saquen ustedes sus propias conclusiones señoras mías.

Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

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