Ventajas e inconvenientes de las vacaciones tardías

Muchas ya habréis disfrutado de vuestras vacaciones y os confesaré que yo también, pero antes de tener niños, cuando mis vacaciones no dependían tanto del descanso escolar, siempre optábamos por irnos de vacaciones la primera quincena de septiembre y me encantaba.

Todos sabemos que las fechas que más elegimos para veranear son la segunda quincena de julio y la primera de agosto, sin embargo, hay muchos que apuestan por escapar de lo típico y se inclinan por coger vacaciones tardías y es que esta opción tiene muchas ventajas, aunque también algún inconveniente

vacaciones tardías
Por fin vacaciones (shutterstock)

Ventajas de las vacaciones tardías

Menos gente

Si optas por irte de vacaciones en septiembre o, incluso, a finales de agosto, lo normal es que te encuentres mucha menos gente en el destino que hayas elegido y esto, en muchas ocasiones, se agradece. No sé a ti, pero a mi las masificaciones en mis vacaciones me ponen muy nerviosa.

Más tranquilas

Esto va muy unido a lo anterior, al no haber tanta gente podemos tomarnos las cosas con más calma. No hay que ducharse corriendo al salir de la playa para ir a coger sitio para cenar, ni llegar el primero para coger ese barco que da un paseo hasta la playa o madrugar para no tener que hacer colas para entrar al parque acuático, eso si no escogemos sitios como la Warner, donde seguro que podremos ir a muchos más sitios porque habrá menos gente.

Ahorrar vacaciones
Ahorrar en vacaciones (Shutterstock)

Ahorraremos

Al salirnos un poco de la temporada alta los precios se reducen bastante en muchas cosas. Hoteles, medios de transporte, paquetes vacacionales, viajes organizados… Dependiendo del tipo de vacaciones que elijas, el ahorro puede ser muy importante.

Temperaturas más suaves

En septiembre las temperaturas son más suaves que en julio y agosto por lo que no pasaremos tanto calor. Esto es genial, sobre todo si queremos aprovechar para hacer turismo o practicar algún deporte.

Puedes escoger donde ir

Este año lo he sufrido en mis propias carnes. Queríamos repetir un hotel al que hemos ido un par de veces y que nos encanta, pero en las fechas en las que podíamos ir ya estaba todo completo y eso que es muy grande y que cuando lo miramos era febrero… En septiembre es mucho más fácil que esté libre el sitio con el que llevas soñando todo el año

vacaciones oficina
Con la cabeza en las vacaciones (Shutterstock)

Todos llegan y tú te vas

Puede que se haga un pelín larga la espera, pero eso de saber que todavía tienes por delante las vacaciones es una sensación indescriptible.

Disfrutar de tu ciudad en verano

Esto es algo que no todos valoran pero para mi no tiene precio. Hasta hace unos años vivía en Madrid y me encantaba disfrutar de esa ciudad el mes de agosto. Sin atascos, sin aglomeraciones, con sitio para aparcar, disfrutando de las terracitas por la noche… ¡No tiene precio!

Desventajas de las vacaciones tardías

La espera se hace eterna

Ver como todos tus compañeros se van marchando de vacaciones escalonadamente y tu sigues sin moverte del trabajo puede resultar muy duro. Para esto te recomiendo que al menos te cojas una semana antes o algún puente para oxigenar un poco.

Familia
Familia en la playa (Shutterstock)

La duración de los días

Si coges vacaciones a principio de verano, en junio por ejemplo, los días son bastante más largos que en septiembre, podemos estar hablando de más de una hora de diferencia de luz y esto se nota a la hora de aprovecharlos.

Verano más corto

Si te vas de vacaciones en junio, aunque luego trabajes, ya tendrás el “chip” del verano puesto y te tomarás los días de otra manera. Si dejas las vacaciones para septiembre y más si el tiempo no acompaña, hay veces que te das cuenta de que estás en verano a principio de agosto y se te hace mucho más corto.

Menos ropa de temporada

Esto va muy unido a lo anterior y tampoco tengo claro si es una ventaja o un inconveniente pero, como el verano se te pasa casi sin darte cuenta, tampoco vas a comprar nada para la nueva temporada y, cuando estás de vacaciones, es fácil que pienses que no merece la pena gastar dinero para lo poco que queda de verano.

Como ves, yo sin duda me decanto por las vacaciones tardías, aunque al ser madre es algo que se complica bastante… Y a ti ¿cuándo te gusta irte de vacaciones?

Maria Jardón

Soy periodista, Comunnity Manager y madre de dos pequeños terremotos. Me encantan las redes, escribir y compartir todo lo que se me pasa por la cabeza. No me dan miedo los retos, así que estoy deseando dejar salir mi parte más femenina para hablar sobre temas que nos interesan a las mujeres de hoy en día y, como no, deseando pasar un buen rato con vosotras.

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1 comentario

  1. yo prefiero irme en Julio…pensar que vuelvo de vacaciones y aun puedo disfrutar de playa y pisci durante todo el mes de agosto, no tiene precio!!
    Antes de tener hijos, solia irme como tu en septiembre, y aunque me encantaba, siempre tenia la sensacion de que los trabajadores de la hosteleria ya estaban desganados, de hecho, en muchos sitios ya habia incluso bares y restaurantes cerrados por fin de temporada. En resumen, me quedo con Julio, me cunde mucho mas el verano!!

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