Beneficios de escribir a mano para nuestros hijos

Recuerdas cuando eras pequeña y te pasabas horas escribiendo en tu diario. Con la arrolladora llegada de las nuevas tecnologías, el teclado y las pantallas han dejado en un segundo lugar a la hoja en blanco y el bolígrafo. Sin embargo, como padres deberíamos intentar que nuestros hijos siguieran cogiendo lápiz y papel con frecuencia y, como para otras cosas, la mejor manera de lograrlo es el ejemplo.

No es una tarea fácil, ya que incluso en los colegios se ha empezado a apostar por este método y en muchos de ellos las tabletas han sustituido a libros y libretas. Son digitales, así que pueden escribir en ellas, ya sea con un boli o con teclado, o directamente con el sencillo gesto de dar un toque. Algo que ocurre incluso a gran escala, ya que hasta la gran pizarra central de la clase con su tiza y su borrador, ha dejado paso a una gran pantalla digital en gran parte de las escuelas.

Sin embargo, es importante recordar que los beneficios de escribir a mano para nuestros hijos son importantes.

Beneficios de escribir a mano

A la hora de escribir a mano son muchos los procesos cerebrales que intervienen, el área visual al seguir nuestro ojo el trazo de la grafía que vamos realizando; por supuesto el área motora, cuando nuestra mano realiza una conexión inmediata con el cerebro para coordinar el trazado; el área racional, ya que entendemos lo que queremos expresar con lo que escribimos y vinculamos unas ideas con otras para poder transmitirlo; y finalmente, la memoria, ya que retenemos y almacenaremos el mensaje que estamos escribiendo.

Al escribir con papel y bolígrafo, cada letra, cada palabra es diferente. Tenemos que pensar en su forma y nuestra mano tendrá que ir plasmando lo que nuestro cerebro le dice. Sin embargo, en un ordenador por ejemplo, nuestra mano tiene que realizar el mismo movimiento para plasmar cualquier letra, dar una tecla. Este es otro de los motivos por los que el cerebro hace más gimnasia al escribir a mano y no a máquina. Pero, vamos a ver alguno de los beneficios de escribir a mano y por qué debemos insistir en que nuestros hijos lo hagan.

1. Mejora la capacidad de concentración. Esto se lo digo constantemente a mi hijo mayor cuando le pido que haga esquemas o resúmenes para estudiar. Es mucho más fácil mantener la concentración porque al escribir a mano, estamos proyectando un foco hacia el que dirigir la atención.
2. Mejora la ortografía. Al escribir a mano el niño estará más pendiente, le obliga a prestar más atención a la ortografía de las palabras. Ten en cuenta que en los dispositivos digitales en ocasiones se las sugieren o incluso, se las cambian sin que apenas se den cuenta. Pero al escribirlas ellos, poco a poco las irán asimilando.
3. Es una actividad que relaja y ayuda a combatir el estrés. Al escribir concentramos toda nuestra atención en cada letra, en el ritmo que llevamos al escribir, en realizar el movimiento del trazo y en ese tiempo, nuestra mente está ocupada y centrada en el pensamiento que estamos dejando plasmado en el papel. De hecho, la escritura está recomendada en muchas ocaciones como una herramienta terapéutica para dejar salir sentimientos o problemas que nos preocupan y, de esa manera, “quitarnos un peso de encima”.
4. Favorece la psicomotricidad fina. Al realizar los trazos el niño tiene que trabajar su destreza lo que ayudará sin ninguna duda a mejorar su psicomotricidad fina. De la misma manera, también es muy beneficioso para aspectos relacionados con la coordinación de la vista o la presión del trazo.
5. Fomenta la creatividad: Escribir es una de las mejores maneras de expresarse, sobre un papel podemos verter nuestros pensamientos, nuestras ideas dándoles forma. Coger el hábito de la escritura desarrolla la imaginación y es un de las mejores maneras de fomentar la creatividad.

Además de todo esto, por que no decirlo, también es una buena manera de mantener a nuestros hijos alejados de las pantallas un rato, algo que sin duda, se agradece en una sociedad en la que parece que las nuevas tecnologías se están convirtiendo en la extensión de nosotros mismos.