Comer saludable en fiestas ¿es una misión imposible?

No, rotundamente no lo es. No es fácil, eso también es cierto, pero no es imposible comer más saludable en fiestas de lo que lo hacemos normalmente. Podemos pensar y elaborar un menú más saludable y equilibrado y además podemos poner en marcha algunos sencillos trucos para mejorar las digestiones, prácticamente de toda la familia.

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Comer más saludable en fiestas y al mismo tiempo que sea delicioso es una combinación posible en cualquier época del año, solo hay que seguir algunas pautas sencillas para conseguirlo.

El 80% de los españoles no comemos de forma saludable durante esta época del año, los días señalados cometemos muchos excesos, cambiamos los hábitos alimenticios, los horarios de las comidas, disminuyen las horas de sueño y hacemos menos ejercicio del habitual. Son datos que manejan desde Nutritienda y su directora de comunicación Noelia Suárez insiste en la importancia de una buena alimentación durante todo el año y también en Navidad porque “es fundamental para sentirse bien y que estos días especiales no se vean enturbiados por una mala digestión o problemas estomacales” derivados de todos los factores mencionados antes.

En la mesa de Navidad puede haber de todo, pero tenemos que primar aquello más conveniente. Menos grasas, más platos con verduras, pocas salsas, más pescados que carnes rojas. Son unas primeras pautas a plantearnos cuando empezamos con la elaboración de los menús navideños.

Tips que funcionan para comer más saludable en fiestas

Servir ensaladas y verduras en todas las cenas o comidas, como acompañamiento de las carnes o los pescados o como ensaladas de entrante, para ir saciando nuestro apetito con alimentos saludables.

Evitar los fritos todo lo que se pueda. Siempre es más recomendable un asado a un frito, incluso si se van a poner patatas de acompañamiento (además de la verdura que hemos mencionado antes) es mejor que sean asadas antes que fritas.

Evitar todo lo posible las salsas más cargadas de grasas que no son especialmente saludables, optar por el aceite de oliva virgen extra, vinagre o limón y si es necesario optar por preparar una salsa tratar de hacerla con alimentos como el yogur.

Si se come pan que sea integral, podemos optar por distintos tipos de pan de distintos cereales pero siempre es mejor que sean integrales porque además de aportar fibra, tiene más vitaminas y minerales como el magnesio, el fósforo o el zinc entre otros.

Poner agua en la mesa, siempre la podemos combinar con otras bebidas menos saludables para conseguir beber menos de estas, sobre todo si hablamos de bebidas alcohólicas.

La fruta sigue siendo un postre magnífico que además evita que se abuse de bombones, turrones y demás dulces navideños. Una copa de fruta con yogur espolvoreado de cacao puro por ejemplo, es una opción sencilla, apetecible y saludable como postre estos días especiales.

Los frutos secos siempre en nuestro equipo, porque los podemos usar tanto de postre como de aperitivo, son saciantes, aportan fibras y además ácidos grasos Omega-3 y nutrientes esenciales a tener muy en cuenta.

Podemos mantener las tradiciones haciéndolas más saludables, no estamos diciendo que hay que renegar de los alimentos más típicos de estas fechas, solo hay que darle una vuelta a las preparaciones. 

Por ejemplo las gambas, los carabineros o los langostinos a la plancha son una gran opción, tienen proteínas y pocas calorías.

La calabaza es una guarnición estupenda, cargada de vitamina C y carotenoides.

El pavo es una carne baja en grasa que aporta menos calorías que otro tipo de carnes.

El salmón y el atún son ricos en grasas poliinsaturadas que promueven el buen funcionamiento del cerebro y el corazón, por lo que son muy recomendables.

Estamos en unas fechas en las que las comidas se suceden demasiado deprisa y por lo general son más abundantes y contundentes de lo habitual, es frecuente que nos sintamos más hinchadas, que tengamos peores digestiones e incluso que suframos de dolor de estómago por lo que es muy recomendable tomar algunas precauciones muy sencillas pero eficaces.

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Empecemos por comer menos

Reducir el tamaño de la ración o de la porción es una primera medida muy recomendable. Utilizar platos más pequeños y no servirse varias veces, son dos consejos que dan los expertos en nutrición estos días y que conviene tener en cuenta.

Es interesante ser conscientes de lo que estamos comiendo realmente y de cómo lo estamos comiendo. Si la comida ha sido abundante trata de que la cena sea más ligera y frugal para compensar el exceso y para no sobrecargar el aparato digestivo.

El agua con gas, los refrescos y los cócteles sin alcohol son opciones magníficas para evitar las bebidas alcohólicas tan comunes durante estos días de comidas y cenas festivas.

Un truco final: cuando te encuentres satisfacerte después de la cena o la comida, es muy recomendable lavarse los dientes para evitar caer de nuevo en la tentación y para que la sensación de que se ha terminado de ingerir alimentos sea más real.

Remedios para el día siguiente

Si un día por lo que sea se nos ha ido la mano y nos sentimos especialmente incómodos, pesados, con acidez, problemas de digestión o algún malestar semejante podemos tomar medidas para solucionar o al menos, reducir el problema.

Es recomendable tomar alimentos como espárragos, puerros, apio, alcachofas, piña o kiwi porque ayudan a regenerar la flora intestinal, lo mismo que los fermentados como el yogur o el chucrut.

Es un buen momento para aumentar la fibra de nuestras comidas para ayudar a evacuar a nuestro intestino. Incluir semillas de chía en tus platos va a ayudar a mejorar el tránsito intestinal.

Cocinar con especias como el jengibre o la cúrcuma van a ayudarte con los posibles trastornos estomacales que se hayan producido por culpa de los excesos en la mesa de estos días.

Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

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