Conciliar, un sueño que en España se convierte en pesadilla

Conciliar en España es difícil, muy difícil. No hace falta ser madre o padre para descubrirlo. Cualquier trabajador de este santo país (ya sea por cuenta ajena o propia) lo sabe. Conciliar es una palabra que está de moda gracias a la labor de alguna gente que ha alzado la voz para gritar ¡basta ya! Cada cual es libre de determinar si cada plataforma, grupo o persona utiliza los mejores métodos para reclamar un derecho que como trabajadores nos debería corresponder a todos, pero lo que nadie puede negar es que gracias a ellos la conciliación está en el debate público.

En estos casos, para saber a qué nos referimos me gusta acudir a la RAE. Para nuestros académicos conciliar es “hacer compatibles dos o más cosas”. Es decir, compatibilizar tu vida laboral con tu vida personal. ¿En algún sitio he hablado de familia? No. Y es que creo que el gran error en el tratamiento de la conciliación en España es unir este término a la familia.

Conciliar no está vinculado a tener hijos a los que cuidar, educar y atender. Conciliar no tiene que ver con tareas domésticas. Conciliar es tener tiempo para vivir más allá de tu puesto de trabajo.

Conciliación, un derecho de todos

conciliar en España

La conciliación debería ser una reclamación de todos, todos los trabajadores independientemente de nuestro sexo, condiciones, cualificación y edad. Dejemos de reducir el problema a las familias (sobre todo a las mujeres por la carga cultural que llevamos en nuestra mochila) y abramos la lucha por la conciliación. Porque todos ganaremos con ella.

  • Puedes tener 18 años y querer conciliar. Tienes tu primer trabajo y con los horarios españoles partidos es imposible mantenerte activo en tus clases.
  • Llegas a los 25 años y quieres conciliar. Has acabado tus estudios y te dejas la piel en un trabajo que no te permite disfrutar de tu vida, tu pareja o tus aficiones. Si quieres progresar en el ámbito profesional tu vida se tiene que centrar en lo laboral.
  • Cumples 30 años y quieres conciliar. Quieres pasar tiempo con tu pareja, plantearte una vida con hijos,m pero eso, sobre todo si eres mujer, no hace más que penalizarte.
  • Tienes 50 años si quieres conciliar. Tus padres son mayores y necesitas pasar más tiempo con ellos. Ayudarles en las tareas domésticas, visitarles más a menudo, devolverles todo aquello que hicieron por ti antes. Quieres tiempo para ti, para descansar, para disfrutar para vivir más allá de tu trabajo.

Da igual la edad que tengas. Conciliar es importante para todos.

Conciliar en España está mal visto

conciliar en España madres

Estoy cansada de que las pocas opciones de conciliación que hay en este país pasen por la penalización. Si quieres conciliar tienes que reducir el horario y consecuentemente el sueldo. No hay alternativas. Esto además conlleva en muchos casos que entres en la lista negra de tu empresa. Dejas de contar para promociones y ascensos. El famoso techo de cristal se ha hecho de ladrillo. Ya no ves el horizonte y terminas conformándote con lo que te dejan ser.

En caso de que estés en proceso de búsqueda de empleo, la conciliación supone un lastre a la hora de la selección. Si quieres que te contraten no digas que te gustaría tener un horario flexible o tu entrevistador lo traducirá (en un arcaico lenguaje empresarial) como “uno que se quiere escaquear”. La teoría de muchos (malos) empresarios es que flexibilidad/conciliación es igual a no querer trabajar. Debe ser porque es lo que harían ellos en ese caso.

Parece que aún no se han enterado que tener un horario adaptado a tus necesidades hace que seas más feliz y por lo tanto es más productivo en tu trabajo. En España aún se piensa que la productividad está ligada al horario laboral. Nada más lejos de la realidad. Puedes tener horarios interminables y que tú productividad sea muy baja, como pasa en muchísimos casos. Estamos entre  los trabajadores europeos que más horas pasan en su puesto (320 horas más que en Alemania) pero nuestra productividad está en 36 euros por hora mientras que los alemanes llegan a 55 euros. Si estas comparativas las hacemos con los países nórdicos los datos son para llorar.

Eso de calentar la silla no genera productividad. Estar encadenado a tu puesto no mejora el rendimiento. Mejoras como la conciliación son las que hacen que los trabajadores se preocupen más por su trabajo, quieran mantenerse en él y se esfuercen por ser más competitivos.

Ahora solo queda que los políticos, de una vez por todas, empiecen a legislar para que sea posible conciliar en España. Para todos. Y que empiecen a dar ejemplo en algo de una vez.

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