El tópico ese de que las mujeres somos complicadas es una mentira como un camión. Hoy os traigo ocho tips para conocer mejor a las mujeres, entendernos e incluso querernos.
Cómo conocer a una mujer sin perder el sentido del humor, eso es imprescindible, vaya por delante el aviso a navegantes.
Las mujeres no cotorreamos, hacemos terapia
Eso de cotorrear aplicado a las charlas entre mujeres es machista por mucho que se haga en tono distendido y humorístico.
Y nada más lejos de la realidad. Somos seres comunicativos que hablamos y escuchamos, que acompañamos, proponemos y consolamos. Somos así y definirlo de otro modo es no querer entendernos, así que vamos cambiando la perspectiva si no es mucho pedir.
Las mujeres valoramos más una buena escucha que un buen consejo
Esto a los hombres, a veces, les cuesta entenderlo. Sentir que te escuchan, que se ponen en tus zapatos, que lamentan lo que tú lamentas o se alegran contigo es infinitamente más edificante que un “lo que tienes que hacer es…” por mucho que lo que sigue en esa frase sea una verdad revelada que a veces, muchas veces, las sabemos y no es lo que necesitamos, no van por ahí los tiros.
Las mujeres podemos no tener nada que ponernos aunque suene increíble
Porque no nos vestimos sólo según el clima del exterior que a veces ya es bastante complicado, o según la moda del momento. Hay que valorar el clima, la moda, dónde vamos, cómo vamos a ir a ese lugar, cómo nos sentimos (por dentro y por fuera), con quién vamos, cuándo vamos a poder quitarnos esas prendas… son muchos factores para los que no siempre tenemos solución en el armario y otras tantas tampoco la tenemos en la cuenta corriente. Eso no lo habíais pensado nunca ¿verdad?
Las mujeres no perdemos las neuronas ni los conocimientos en el paritorio
Esto es algo que nos sorprende muchísimo a muchas de nosotras visualizamos que algunos hombres prácticamente lo dan por hecho. Hay quien piensa por alguna hipótesis inverosímil que cuando nos convertimos en madres dejamos de saber pensar, escribir, manipular maquinaria pesada, opinar sobre política o diagnosticar hemorroides, por poner sólo algunos ejemplos.
No consigo encontrar el motivo que les hace llegar a semejante estúpida conclusión pero que tampoco me voy a poner a investigar, ya os lo digo.
Las mujeres no somos histéricas, somos expresivas
Y ahí, es verdad que la cultura machista tiene mucha culpa porque durante siglos se ha enseñado a la mitad de la población a controlar la expresión de sus sentimientos y a la otra mitad, o sea a nosotras, se nos menosprecia por hacerlo públicamente. Esto lo vamos superando poco a poco pero aún hay que oír cada comentario que da mucha vergüencita ajena.
Las mujeres somos las mejores negociadoras de la humanidad a lo largo de la historia
Llevamos siglos negociando en privado y a veces incluso en público, cada vez más eso también es cierto. Llevamos mucho tiempo templando ánimos y creando puentes y no nos jactamos por ello.
Llevamos milenios entrenando el noble arte del disimulo, somos maestras en la materia porque lo que no tenemos en fuerza física hemos sabido reemplazarlo con otras técnicas, somos unas supervivientes, ni mejores ni peores, sólo supervivientes.
Las mujeres no nos creemos las películas románticas de los sábados por la tarde, es que nos gusta la ciencia ficción
Vamos a ver por favor que el chiste ese de que vemos las películas porno hasta el final para ver si se casan los protagonistas no se lo cree nadie desde hace tiempo.
¿No habéis leído lo del arte del disimulo del tip anterior? Pues eso. Lo que nos pasa es que nos gusta la ciencia ficción, nada más. No se hagan líos que no es tan complicado.
Las mujeres empezamos a decir en voz alta que nos hartan algunas cosas, lo que no significa que ataquemos a nadie
Este punto es el último pero quizás sea el más importante. Decir que algo no nos gusta no significa que no nos guste un colectivo o una persona (en la mayoría de los casos, entendedme).
Decir que no me gusta pisar cacas del suelo no significa que no me guste caminar o usar zapatos, ya me entendéis.
Y ahora estamos en ese punto en el que tras disimular y negociar como campeonas hemos pasado a expresar en voz alta que no pasa nada porque juntos hagamos y cambiemos cosas y eso no es una ataque, no nos victimicemos que nos salen arrugas.
¿Lo veis? No puede ser más sencillo entendernos teniendo estos puntos en cuenta… ¿no os parece? Y si queréis añadir algún otro en los comentarios ¡adelante!
Desd mi punto de vista de hombre :
los defectos son los mismos y el sistema estimula y exacerba las diferencias y defectos de cada genero para crear guerra y diferencias marcadas
–
Respecto al histerismo, mientras haya asertividad y empatia mutuas a la hora de expresarse
siempre que no sea para constestar a alguien que les ha gritado previamente, sino es tá injustificado, por que entonces, si ellas gritan por que son asi, ellos pegan por que son asi…
–
Si no les importa los consejos sino que les escuchen,
creo qye tampoco deberia importarsles que ls comprendan…creo
que es auto-infantilismo y una forma sutil de manipulacion
–
Cotorras ? : Yo he visto grupos de mujeres hablando entre ellas todas a la vez…será
que tienen mu buen oido y concentracion para hablarse entre dos sin necesidad que otras callen…?…
–
Lo de la ropa es algo exagerado y contradictorio :
luego las mujeres se quejan de que les valoran mas o menos,
pero a los hombres vistamos como vistamos tenemos mas posibilidades de ser valorados
“por ser quien se es” ( o algo asin )
Aunque sin duda , tbn es verdad que la imagen hace mucho y por algo existe la palabra :
“est-etica”, cuya raiz es “etica” desde la grecia clásica que ran elegüantes y sin duda la belleza estética de las cosas etc, en estos tiempos de prisas y neoliberalismo que nos roba , está en crisis
…Creo que hay muchas mas mujeres victimas del fashion que hombres, p-ej, gente que con un determinado modelito se tiene que poner gafas de sol o revientan…auqnue haga nublado…
Y que se gastan mucho mas dinero en ropa, necesitando otras cosas o menos valorando cultura,