Disfraces no sexistas o cómo empoderar a las niñas mediante el juego

Empoderar es una palabra que últimamente suena mucho, pero ¿realmente sabemos qué significa?.

Según la RAE, en su segunda acepción tiene este significado: Del inglés empower. 1. tr. Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido.

Por tanto, es una palabra que viene del inglés, y es que como nos contaba Let, en un post antiguo, los americanos llevan haciéndolo mucho tiempo.

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¿Pero cuándo empieza a hablarse de empoderar en femenino? Las chicas de mujeres en red nos cuentan que: “Se trata de un término acuñado en la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekin) en 1995 para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder.

Actualmente esta expresión conlleva también otra dimensión: la toma de conciencia del poder que individual y colectivamente ostentan las mujeres y que tiene que ver con la recuperación de la propia dignidad de las mujeres como personas.”

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Pero esta toma de conciencia no surge de manera espontánea, sino que los padres, y en mayor medida las madres hemos dado un paso al frente. Apostamos porque las niñas dejen de sentirse esas princesas desvalidas que se han empeñado en mostrarnos, o incluso que dejen de ser esas madres que no aparecen en unas famosas películas.

Hemos avanzado, con libros feministas para niñas, enfocados para que ella sepan que son y pueden ser capaces de lo que se propongan. Que no necesitan ningún príncipe que la salve de un dragón. Pero la educación no pasa por educar sólo niñas empoderadas, sino que es importantísimo, que eduquemos a los niños (en masculino y no en genérico) en igualdad. Que hagamos que los propios niños sean feministas.

Cuando son pequeños, una gran parte de esa labor de empoderar pasa por el juego, por lo que es muy importante saber escoger los disfraces para niños.Ha llegado el momento de dejar atrás los típicos disfraces de príncipes y princesas. Dejar de lado los estereotipos y apostar por educar en igualdad.

Nada como vivir un momento, en el que todos los niños juegan con sus disfraces de superhéroes. No hay nadie superior, unos son Wonder Woman, Flash, Supergirl o Batman. Y entre iguales transcurre el juego. Y es que, los disfraces implican mucho en el juego y hacen que adquieran un rol determinado a la hora de jugar.

“Mediante los disfraces, los niños juegan a aprender a ser,  y es que pueden convertirse en lo que desean y aprenden, sin darse cuenta, mediante el juego, conocimientos, normas y comportamientos imprescindibles que a lo largo de los años les irán formando para su vida adulta. Los niños imitan los comportamientos que ven y observan en sus personajes favoritos, y mediante el juego simbólico, los más pequeños interactúan con otros niños creando situaciones imaginarias en las que adquieren diversas responsabilidades y roles, desarrollando su pensamiento abstracto, la socialización y la atención.”

Como apuntan diferentes expertos, es a partir de los 3 años cuando los pequeños desarrollan su sociabilidad y revelan sus sentimientos durante el juego, y a partir de los 6 cuando son capaces de imaginar y crear nuevos mundos. Por ello, en estas edades el disfraz puede convertirse en uno de los mejores compañeros de juego y en un buen aliado para crear nuevas aventuras. Jugar con disfraces a lo largo de todo el año no es sólo divertido, sino también pedagógico.

Lógicamente, no podemos olvidar que muchas de nuestras pequeñas sueñan con ser princesas, y quieren jugar a ser Elsa o Cenicienta, pero los referentes se han ampliado y ahora también quieren ser Brave o Vaiana. Y eso hace que mediante el juego de disfraces imitan muchas de las conductas y actitudes de sus superhéroes.

¿No os parece una razón más que suficiente para cambiar alguno de los juegos de nuestros pequeños y que les proporcionemos unos referentes o influencias que en un futuro les hagan creerse que pueden ser lo que quieran ser? Así que todos a empoderar a nuestras niñas.

Mª José Sarrión

María José Sarrion, profesional de los RRHH y blogger de La Alcoba de Blanca desde hace más de 4 años. Necesito como respirar contar lo que me pasa por la cabeza. Soy mujer y madre de 2 niñas, que han sacado facetas nuevas en mí. Multiapasionada, creativa e inquieta. Y con ganas de hablar de otros temas distintos a la maternidad. Porque como decía una buena amiga “hay vida más allá de la maternidad”.

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