La enuresis es más que “mojar la cama”

Afecta al 10% de niños de 5 años, al 5 % de los de 10 años y aproximadamente al 3% de los adolescentes y en ocasiones persiste incluso en la edad adulta. La enuresis nocturna es más que “mojar la cama” por la noche, mientras se duerme y puede derivar en sintomatología emocional si no se trata correctamente y lo más pronto posible.

La enuresis nocturna, mojar la cama por las noches de manera involuntaria, es un trastorno con consecuencias mucho más importantes de lo que la sociedad piensa y son los niños, adolescentes y adultos quienes las sufren, normalmente en silencio.

La enuresis nocturna provoca menoscabo de la autoestima en los niños y tiene consecuencias considerables en los adolescentes, derivando en sintomatología ansiosa y depresiva. Los escapes de orina son involuntarios y se producen por un fallo en el mecanismo del despertar, una alteración del ciclo circadiano de la hormona antidiurética y/o por contracciones involuntarias del músculo detrusor, entre otros.

Lo bueno es que ya sabemos que la tiene solución y si un niño “moja la cama” una vez cumplidos los 5 años hay que tomar medidas y consultar, lo primero con la pediatra.

El Dr. Javier Quintero, jefe del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, comentaba en unas jornadas sobre este problema, que por culpa de la enuresis “… suele haber un menoscabo del autoconcepto y la autoestima. Si, por ejemplo, hay un plan de acudir a dormir a casa de un amiguito, el niño intentará evitarlo, porque no se va a sentir seguro durmiendo fuera de casa.

En consecuencia, la enuresis primero afecta a la autoestima del niño para, adicionalmente, tener consecuencias en sus interacciones con los demás niños; y ello, en el contexto de desarrollo normal de un niño de 6-8 años, indiscutiblemente empieza a ser un problema adicional, que acaba derivando en sintomatología ansiosa, fundamentalmente, y depresiva en un segundo tiempo”.

Las consecuencias se agravan cuando hablamos de adolescentes o incluso de adultos porque en la etapa de la adolescencia lo social y las relaciones entre iguales tiene un peso fundamental para el desarrollo psicológico y emocional del adolescente. Es una etapa en la que se forja todo lo relacionado con la personalidad y el adolescente necesita referenciarse con su grupo. La sensación de inseguridad que provoca la enuresis en esta etapa tiene un impacto mayor de lo que puede parecer a simple vista.

“La enuresis afecta en torno a un 10% de los niños de más de 5 años y al 5% de los pequeños de 10 años. En la adolescencia podría impactar alrededor del 3% y, en ocasiones, persiste durante la etapa adulta” indica la Dra. Almudena Sánchez, pediatra del CAP Les Hortes de Barcelona.

¿A qué se considera médicamente enuresis nocturna?

La enuresis nocturna, que constituye un problema de salud importante en niños y adolescentes, se define como el escape de orina durante el sueño, sin que se produzca el despertar a partir de los 5 años al menos dos veces por semana o de una vez al mes según los criterios, del DSM-5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 5ª edición) y de la Sociedad Internacional de Continencia de los Niños.

Las causas principales son un fallo en el mecanismo del despertar, ya que el niño enurético no despierta cuando la vejiga está en un grado suficiente de distensión, la alteración del ciclo circadiano de la vasopresina (hormona antidiurética), que hace que la producción de orina no disminuya por la noche y la inestabilidad vesical con contracciones involuntarias del músculo detrusor, entre otras.

Mojar la cama provoca alteraciones del sueño y se relaciona estadísticamente con una mayor tasa de fracaso escolar, pues no se produce un descanso reparador. La enuresis es un estigma social y un trastorno con proyección muy negativa sobre la vida del niño y su familia.

Además, existe una estrecha relación con otras patologías como estreñimiento, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).

La enuresis tiene solución. A partir de los 5 años tiene una tasa de curación espontánea alta, pero las investigaciones indican que la intervención temprana hace que los niños dejen de mojar la cama antes y sus complicaciones sean más leves y desaparezcan antes.

Por eso, los expertos coinciden en recomendar la consulta con el pediatra si, pasados los 5 años, el niño sigue mojando la cama.

Equipo MMM

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