¿Juego de Tronos es una serie feminista?

Vengo a contaros punto por punto por qué estoy tan convencida de que hay un innegable feminismo en Juego de Tronos hasta el punto de que puede ser considerada como una de las series más feministas que se pueden ver en televisión.

Juego de Tronos es una de esas series que, a priori, no lo parece, pero que en el fondo tiene un marcado carácter feminista. Sí y a poco que lo penséis, si sois seguidores de la serie coincidiréis conmigo en esta apreciación.

Juego de Tronos Mujeres

Hay miles de motivos para que nos guste una serie como Juego de Tronos y uno de los más poderosos es el tratamiento de los personajes femeninos y de esos vengo a hablaros, para que los veáis con otros ojos si es que no lo habéis hecho aún.

Juego de Tronos empieza fuerte, la primera temporada es dura, áspera y no escatima en secuencias cargadas de sexo ni en secuencias cargadas de sangre. Y no, es verdad que el género femenino no sale bien parado en esa primera temporada, así en general.

Parece que va a ir por unos derroteros, que las mujeres van a ser prostitutas o sumisas esposas que acatan los deseos de sus maridos sin rechistar. Bodas arregladas entre los padres de los contrayentes muestran cómo se perpetua el poder del varón sobre la mujer.

Pero Juego de Tronos no es lo que parece y en esto tampoco.

Feminismo en Juego de Tronos

Las mujeres en Juego de Tronos tienen vida propia, tienen deseos y anhelos, tienen envidias y aspiraciones, sienten odio y amor a partes iguales. Están vivas, tanto como sus compañeros masculinos.

Juego de tronos feminismo

No son personajes vacíos, tienen nombre y apellidos, tienen pasado y tienen futuro -¡mucho futuro!- y, además, deciden sobre el suyo propio y sobre el de aquellos que las rodean en más de una ocasión.

Forman parte de las historias y de los diálogos, sus intervenciones dan vida o muerte a las tramas en las que participan, son imprescindibles para la acción de la serie.

Pero ¡ojo, qué no son las únicas! Los personajes masculinos tienen el mismo peso que los femeninos y es por eso que la serie tiene un claro carácter feminista que engancha, mucho, independientemente del género del espectador.

Juego de tronos feminismo

Obviamente hay personajes más secundarios que tienen importancia relativa como pasa con Igritte, con Lady Lyanna Mormont, con Ellaria Sand, con Yara Greyjoy o con Olena Tyrrell.

Son personajes que maquinan, pergeñan, organizan, sufren, sienten, se muestran y se esconden. Son personajes que dejan poso en los personajes principales tanto femeninos como masculinos y algunas de ellas reaparecen para darle un giro a la acción que sorprende al espectador y que, seamos sinceros, ¡nos encanta!

Hay personajes que van cogiendo peso según va transcurriendo su historia en la serie, como pasa con Margery, Lady Stark, Brienne de Tarth o Melissandre o la sorpresa que supone la evolución de Sansha Stark, sin ir más lejos, según se van desarrollando los capítulos de cada una de las temporadas.

El ejemplo de cómo crece un personaje lo tenemos de primera mano con Arya Stark y con Daeneris Targarian. Casi dejan de ser niñas para convertirse en personas que toman sus propias decisiones y organizan su propio destino. Sin pedir permiso ni pedir perdón.

Y hay personajes que se adivinan desde el principio y que no defraudan, como ocurre con Cersei Lannister.

feminismo en Juego de Tronos

A todas ellas les podéis encontrar su alter ego masculino, a la altura de las circunstancias y con la misma importancia y presencia en escena.

La imaginación de G.R.R. Martin es portentosa, eso es innegable, pero es que además es muy igualitaria.

La lista de buenos y malos es tan larga como la de buenas y malas y eso ¡eso es feminismo en estado puro! y por eso y por tantas otras cosas más nos encanta esta serie.

¿A vosotras no os pasa lo mismo? Pues ojito porque… Winter is coming!

Fotos: Facebook Juego de Tronos

Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

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