Mi cabeza no es mía

Tengo treinta y siete años y hasta hace un par de meses desarrollaba una carrera como secretaria de dirección en una empresa en la que llevaba casi ocho años. Desde que entré allí mis funciones habían ido cambiando lo que me permitió adquirir conocimientos nuevos e ir creciendo en mi profesión pero de un tiempo a esta parte la situación ya no era la misma. ¿Por qué? Por dos motivos fundamentales: el primero, que el trabajo se había vuelto muy rutinario; el segundo, que había sido madre.secretaria-direccion

Durante mi embarazo me había mentalizado de que cuando naciera mi hijo iba a pasar mucho tiempo separada de él (unas catorce horas diarias) pero no sabía a lo que me enfrentaba realmente. Durante las últimas semanas de mi permiso maternal la tristeza se hizo una constante y la vuelta a la oficina me resultó infinitamente más dura de lo que había imaginado. Mi familia pensó que iba a enfermar. Pero no ocurrió en ese momento, lo hizo exactamente dos años después.

Estuve poco atenta a las señales que me fue dando mi cuerpo: dolores de cabeza continuados más intensos y duraderos de lo habitual, bloqueos mentales con cosas sencillas como dar formato a un documento, olvidos… Finalmente pasé por el hospital y permanecí cuatro semanas de baja en las que mi sensación permanente fue que mi cabeza no era mía y, cuando tras ese periodo volví al trabajo, seguí sin encontrarme centrada. Así que me fui a casa a recuperarme.ingreso-hospitalario

Pensé que eliminando el foco del conflicto todos mis problemas de salud se terminarían y, como disponía de tiempo, me matriculé en un par de cursos que me motivaban cuando no había pasado ni un mes desde mi salida. De pronto volvía a sentirme bloqueada, me dispersaba con cualquier distracción absurda y no conseguía que mi cabeza se centrara en el estudio porque de pronto mi mente se enlazaba con cualquier pesamiento ajeno a él. Claramente me equivoqué: me había precipitado sin respetar mis propios tiempos.pensamientos-multiples

Durante mi baja había decidido que debía buscar la ayuda de un psicólogo para manejar lo que me estaba sucediendo, pero no lo hice y me encontraba en una situación en la que claramente la necesitaba. Así que toqué a la puerta de Leticia Ruiz, Psicóloga y Experta en coaching Ejecutivo y Organizacional al frente del proyecto Conmigo aprendí. Ella me dio algunas claves de por qué me sucede lo que me sucede:

  • La vivencia de una fase de descontento larga con un final abrupto.
  • El sentimiento de culpabilidad porque no haya sucedido antes.
  • El rol complicado de la mujer con personalidades múltiples (trabajadora, madre, mujer, etc.) y pesadas expectativas invisibles
  • El paso de estar ocupada en extremo a tener tiempo, con la desaparición del estrés externo, paraliza.
  • Nos educan para estar ocupados y ser productivos, a las mujeres, además, se nos traslada que tenemos que poder con todo.
  • La maternidad con todo lo que ello conlleva.

anotar-pensamientos-externos

Leticia también me dio algunos trucos para poder seguir adelante cada día (y hacerlo de forma provechosa):

  • Explorar mi lado creativo, realizando actividades creativas y dejándome fluir.
  • Hacer cada día algo que no me guste hacer, algo incómodo.
  • Tener en cuenta que es una etapa que necesito vivir y permitirme hacerlo, rebajando el nivel de exigencia.
  • Intentar disfrutar el aprendizaje recordando porqué me he matriculado en ambos cursos.
  • Ser consciente de que las horas que tengo para trabajar son las que mi hijo está en la escuela para así aprovechar ese tiempo.
  • Anotar cada pensamiento que me aleja de mi objetivo en una libreta de forma que pueda revisarlos y llevarlos a cabo tras finalizar el estudio.
  • Realizar una lista de prioridades en la que vaya tachando lo hecho y añada reflexiones al final.
  • En resumen: NO BOICOTEARME.

Tras la charla con la psicóloga me di cuenta de que, aunque mi cuerpo había parado la rutina, mi mente no y eso me sigue perjudicando. A pesar de haber vivido este año una de las peores situaciones de salud por las que he pasado, he seguido sin escucharme, montada en la montaña rusa del día a día sin frenar ni siquiera en las subidas. Así que desde aquí te ruego que, como ya nos dijo hace meses mi compañera Natalia, te preocupes de ti y de tu salud y que sepas frenar a tiempo. No esperes a que, como a mí, los problemas te lleven al hospital. No hay nada más importante que la salud. Te animo, además, a que pongas en práctica los consejos que la psicóloga me dio llevándolos a tu experiencia, estoy segura de que podrás sacarles partido. Y, si no te ves capaz de superar la situación sola, acude a un profesional que te eche un cable.

Imágenes: Pixabay

Let B. Díaz

Soy Leticia la mamá de Ojazos desde 2013, mujer desde 1978. Siempre corriendo y con mil cosas en la cabeza para hacer pero con poco tiempo para llevarlas a cabo. Escribo en Esto no es como me lo contaron y Las Letras de Let porque es lo que más me gusta hacer en el
mundo. Activa, habladora y comprometida, cabezota y risueña vivo en una permanente contradicción. Necesito contar las cosas que me pasan para que no se me enquisten en alma.

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16 comentarios

  1. Querida mía,
    yo creo que empezaste a enfermar desde el mismo momento en el que te separaste de tu hijo para volver al trabajo, sólo que la cosa iba poco a poco hasta que estalló.
    ¡¡Me encantan los consejos de Leticia!!
    Estoy segura de que volverás a sentirte bien algún día.
    ¡MUACK!!

    1. Estoy de acuerdo contigo compañera. Esta sociedad no está preparada para que traigamos hijos al mundo y nadie nos advierte de lo que se nos viene encima.
      La discrepancia entre mis sentimientos y lo que se supone que debía de querer como profesional ambiciosa me llevó a hacer crack. Ese crack estuvo mucho tiempo alojado en mi cabeza hasta que terminó por llegar a mi cuerpo. Ahora solo me queda tomármelo con calma. Sin prisa pero sin pausa.
      Un besote

  2. Un beso! Es difícil parar después de haber pasado un periodo malo pero estoy segura de que te recuperarás y, lo que es más importante, serás mucho más feliz.

    1. Me encanta esa seguridad. Espero poder decirte pronto que estabas en lo cierto. ¡Beso!

  3. Leti, hace tan solo 3 meses fui mama, llevo unas semanas pensando en la vuelta a la rutina profesional y espero equivocarme pero me veo en un futuro no muy lejano fielmente reflejada en tu situación.
    Te admiro por la valentía que has tenido de parar a tiempo a pesar de que tu cuerpo este pasando factura. Animo que veras como en breve estarás 100% recuperada!!!!
    Un beso!

    1. Asun, casualidades de la vida el sábado por la tarde me encontré hablando de ti y de tu pequeña, ya te contaré si tenemos oportunidad. Espero que no tengas que pasar por lo que he pasado y que puedas llevarlo de otra forma. Que encuentres tu forma de conciliar de verdad.
      Te doy la enhorabuena por tu maternidad y te envío un beso enorme.

  4. Verás como prontico reconduces tu energía y todo lo que te rodea día a día crea una armonía vital en tu vida.
    No entiendo el punto en que te dice la psicóloga que hagas cada día algo incómodo, a que hace referencia?
    Yo me encuentro en una vorágine similar y creo que es muy difícil parar en el punto exacto y anterior a caer enferma, me refiero a que muchas veces me encontraré al límite pero como las circunstancias hacen que acabe saliendo hacia delante pues nunca sé reconocer ese tipo de señales.
    Intentaré tener en mente todos los trucos que nos comentas.
    Un besazo y te deseo todo lo mejor.

    1. Hola Lai:
      Cuando me dice que haga algo incómodo se refiere a algo que no me resulte fácil. Algo creativo pero también algo que me cueste, no todo van a ser facilidades. A veces, como dice Pilar en el siguiente comentario, solo se trata de escucharse. Busca un hueco para ti. Un ratito, aunque sea pequeño, en el trabajo o en el transporte en el que pienses en ti y te escuches, no en la niñas, en la comida o el día a día.
      Muchas gracias por tus buenos deseos. Un besote

  5. Que dicho así, entre cafés es sencillo pero niña, que escucharse realmente a una misma es muy, muy complicado.. hay mucho que desprogramar de lo que nos han ido “convenciendo” casi desde que dejamos de ser niñas…
    Me quedo con todos los trucos que te han dado a tí porque seguro que me viene estupendamente.
    Para cuando quieras otro café con el que explorar nuestro lado más creativo… jejejejeje
    Bss guapa!!

    1. ¿Mañana mismo quizá? 😉 Es muy difícil desprogramarse y conseguir que los demás nos acompañen en el camino… eso tampoco es fácil. A veces somos nosotras mismas las que nos encerramos, pensando que no nos van a comprender o que no sabremos explicarnos. Espero que no tengas que usar los trucos obligatoriamente, sino que los pongas en práctica porque sí. Un beso.

  6. Desde luego un post para enmarcar y compartir

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