10 pequeños misterios del hogar que dan mucha rabia

La verdad es que si hay algo que odio de verdad son las tareas de la casa. Doy gracias por no haber nacido unas décadas atrás y que aquello fueran “las labores de mi sexo” porque de verdad, me hubiese amargado. Me encanta estar en casa y soy muy hogareña, pero la limpieza me parece una de las cosas más ingratas que existen. Apenas has limpiado o recogido algo que ya está todo manga por hombro de nuevo. Me gusta que las cosas estén limpias, pero todo dentro de su justa medida. Puedo vivir perfectamente con un cierto desorden y jamás me he preocupado, por ejemplo, de si los interruptores están niquelados. Hoy quería hablaros de 10 pequeños misterios del hogar que a mí me vuelven loca. Esas cosas que suceden inexplicablemente ¡seguro que no es algo sólo de mi casa!

10 pequeños misterios del hogar que dan mucha rabia

Pequeños misterios del hogar

1. ¿Por qué los calcetines se desparejan siempre que los metes en la lavadora?

Yo no sé cómo me las apaño, pero al cubo de la ropa sucia meto siempre los dos pares de calcetines. Pongo una colada de blanco y una de oscuro… y la mitad de las veces desaparece uno de los calcetines del par. Hay múltiples chistes sobre este tema, como por ejemplo estos.

chistes de lavadoras
Azúcar y sal / Desconocido / Europa press / Agustina Guerrero

¡Pero no os preocupéis! Hace años descubrí unas pinzas especiales para echar los calcetines a lavar. Cuando los echas al cubo los pones con una de estas piezas y los lavas y los tiendes con ellas puestas ¡y así salen siempre en parejas! Puedes ver como funciona el invento aquí.

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2. ¿Por qué las cosas aparecen cuando no las buscas?

No sé si os ha pasado esto de volveros completamente majaretas buscando algo y que sólo aparezca cuando dejas de buscar. Revuelves la casa entera, miras en los lugares más insospechados hasta que te das por vencido. Me pasó con el DNI: lo necesitaba para una cosa y no lo encontraba. Miré en todos los sitios, hasta que dije, bueno, vale, me va a tocar ir a expedir un duplicado. Y lo hice. Y al día siguiente apareció.

hombre aplaudiendo

3. ¿Por qué tus hijos nunca encuentran nada y luego vas tú y aparece al minuto?

Otra versión de lo mismo, pero con distintos protagonistas. Esta vez son los niños (o tu marido, que para este ejemplo sirve igual) los que no encuentran una cosa concreta. “Mamáaaaaa” gritan “no encuentro (insértese aquí lo que proceda)”. “¿Lo has buscado bien?” “Síiiiiii” “¿De verdad? ¿de verdad de la buena? ¿No voy a ir yo y lo voy a encontrar a la primera?” “Que sí, pesada”.

Y claro, vas, y lo encuentras. A la primera. Como habías pronosticado.

¿Por qué mirarán tan sumamente mal? ¿O es que somos wonderwoman?

super woman
Mi mundo por parecerme a Gal Gadot

4. ¿Cómo es posible que cueste tanto limpiar las cosas y se desordenen en un minuto?

Esta es una de mis mayores frustraciones. Lo muchísimo que cuesta ordenarlo todo y lo poco que cuesta volver a su estado caótico natural. Yo sé que soy desordenada por naturaleza, pero he dado con dos que son peores que yo así que intento no darme demasiado mal.

pippi calzaslargas
Recreación

5. ¿Por qué tu madre saca las manchas mucho mejor que tú?

Supongo que tiene que ver con el interés que le pone. Yo no tengo ni idea, y mi marido es peor que yo todavía, así que muchas veces metemos la ropa en la lavadora y sale como entró o practicamente. Mi madre siempre me dice que hay que frotar y hombre, para mis cosas suelo hacerlo, pero como no vea las manchas de las niñas y lo echen todo ahí, a las bravas…

6. ¿Por qué cuando vas a hacer una receta siempre te falta un ingrediente a pesar de tener la despensa a reventar?

Otro de los pequeños misterios del hogar: ¿cómo es posible que siempre te falte algo cuando estás cocinando? Ese algo es además un random y puede ser cualquier cosa. No tienes laurel para hacer esto, pero es que no tienes harina para lo otro, ni nueces para eso de más allá. Y abres la nevera y la despensa ¡y están a reventar! Y lo peor ¡es que acabas de venir de la compra!

También os digo, el mundo se divide entre los que la cocina les encanta y aquellos a los que nos estresa. No sé como puede relajarse alguien cocinando. Yo me pongo de los nervios.

Masterchef
Not me

7. ¿Por qué nunca hay suficientes armarios en casa, así la tengas forrada?

Otra verdad universal. Da lo mismo la cantidad de armarios que tengas en casa: siempre estarán a reventar y siempre suspirarás por más.

8. Por qué el estropicio que hacen los niños al vomitar depende de la hora a la que ocurra

Yo hay pocas cosas que me den más asco que los vómitos. No es por el tropezón en sí, que también, sino porque ese olor que viene aparejado es de los más desagradables que existen y tarda en irse años. Da lo mismo lo que ventiles que el olor ese se agarra como Tarzán a la liana.

La cosa es que si vomitan los niños por la tarde, la de aquel. Pero si vomitan de noche… ese estropicio que se organiza es de órdago. Además, decidme que las mías no son las únicas que no tienen ningún cuidado y vomitan ahí a lo loco. A mí cuando me viene la náusea o me voy al baño (si llego) o si no llego trato de vomitar hacia el sitio donde luego sea más fácil de limpiar. Mejor el suelo que tela ¿a que sí?

niña del exorcista
Tu princesa recién vomitada llamándote desde la cama

9. Por qué la ropa que más necesitas es la que tarda más en secarse

En mi casa en general todo tarda en secarse. Vivo relativamente cerca del río, así que la ropa tarda mucho en quedar sin una gota de humedad. Lo peor es que no todo se seca con la misma rapidez: cuanto más la necesitas, más tarda ¡Eso siempre!

10. Por qué los electrodomésticos fallan de tres en tres

Es como los grandes músicos, los grandes actores… siempre mueren de tres en tres. En un breve lapso de tiempo fallecieron, Bowie, George Michael y Prince. Por ejemplo. Pues los electrodomésticos pasa igual. Será cosa de la obsolescencia programada, pero cuando en tu cocina veas que alguno de tus electrodomésticos agoniza, ve pensando que las desgracias nunca vienen solas…

Fotografía: Shutterstock

Sara Palacios

Soy Sara Palacios, aunque en la red muchos me conocen como Walewska, mi nombre de guerra. Soy curiosa, inquieta, seriéfila, gafapastas y a ratos pedante. Los que me conocen dicen que tengo mucho sentido del humor y yo no sé si soy graciosa o no, pero que me gusta reírme continuamente es un hecho. ¡Soy una optimista incorregible!

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3 comentarios

  1. jajaja me he reído leyéndolo y es que son verdades verdaderas, especialmente lo de las manchas que mi madre saca a la primera y a mi se me resisten por mucho oxígeno activo que utilice.

  2. Lo de los calcetines lo arreglé hace tiempo con una bolsa de rejilla de Tiger. Antes de meter la lavadora, los meto todos allí y cierro la cremallera. Si hay medias para lavar o algo delicado, aprovecho y lo meto también. Y después, abro la cremallera y los saco. Desde que tengo la bolsita, mi lavadora pasa hambre.
    Para el resto no tengo respuestas. En concreto, sobre las manchas opino que: a) mis hijos lo tienen crudo cuando pongan ellos las lavadoras si tienen que recurrir a mí para que les quite las manchas b) es la teoría de la evolución a la inversa, si cada generación lava la ropa peor que sus padres, arrea cómo saldrá la ropa de las lavadoras de mis hijos, peor de lo que entró, seguro.

  3. Las tareas del hogar luchan contra la entropía y esta, como ley física universal que es, tiene las de ganar.

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