Que sí, que es verdad, que les queremos mucho y son uno más de la familia pero no perdamos el norte y entre otras cosas, no dejes que tu perro te lama la cara por mucho que te rías cuando lo hace porque puede dejar de ser divertido y convertirse en un problema de salud que es mejor evitar.
En 2009 en Países Bajos llevaron a cabo un estudio con personas que convivían de manera habitual con animales de compañía, perros y gatos. Encontraron que más de la mitad de los encuestados dejaban que sus perros les lamiera la cara sin darse cuenta de que no es un gesto inofensivo sino que puede ser una forma de transmisión de enfermedades de las que es mejor mantenerse a distancia.
Se tomaron muestras de más de 150 perros y unos 60 gatos y en todos se encontraron distintos tipos de parásitos tanto en su piel como en sus heces. Algo muy normal como era de esperar y algo también muy evidente es que muchos de estos parásitos pueden causar enfermedades en humanos.
Actualmente, en España prácticamente la mitad de los hogares convive con una mascota y es una cifra que no deja de crecer en los últimos años, siendo los más frecuentes los perros seguidos de los gatos.
Hay infinidad de estudios que demuestran que la compañía y el cariño son las razones más frecuentes por las que las personas acogen mascotas en sus vidas, llegando a considerarlas como parte de su propia familia.
Uno de esos estudios, a nivel internacional, lo realizaron desde la organización Ipsos y confirmaban el establecimiento de vínculos emocionales muy intensos entre las personas y sus perros y/o gatos, hasta el punto de conseguir mejorar su salud y su bienestar.
Gracias a las mascotas se llevan a cabo más actividades al aire libre (sobre todo en el caso de tener perro en casa), las personas se sienten más relajadas, evitan o por lo menos reducen el sentimiento de soledad, hace que la persona recupere la seguridad en sí mismo, aumenta la sensación de estar protegidos, alivia la depresión, reduce el estrés, disminuye la sensación de tristeza.
Tener una mascota ayuda a mantener en mayor o menor medida algo de vida social, mejora la forma física, refuerza la autoestima, aumenta el sentido de la responsabilidad, ayuda a plantearnos prioridades e incrementa la producción de oxitocina, la conocida como la hormona de la felicidad.
La lista de beneficios es larguísima y está probada por diferentes estudios a lo largo de los años pero eso no quita para que haya cosas que sea mejor que evitemos. Lo positivo no va a dejar de serlo cuando no dejes que tu perro te lama la cara, por ejemplo.
Actualmente, en España prácticamente la mitad de los hogares convive con una mascota y es una cifra que no deja de crecer Share on XNo, no dejes que tu perro te lama la cara
Porque aunque sean adorables y los mejores amigos, son también un importante reservorio de infecciones zoonóticas, tanto víricas como bacterianas, que pueden transmitirnos aún más fácilmente si les dejamos que nos muestren su cariño lamiéndonos la cara.
Los animales tienen contacto oral con residuos fecales de forma habitual, huelen las heces y la orina de otros animales cuando les sacamos a dar sus habituales paseos diarios. Y es lo normal, es como debe ser, va en su naturaleza y en sus instintos.
Los lametones faciales e incluso labiales entre humanos y mascotas es evidente que pueden transportar ese material fecal algo que no es conveniente para nuestra salud, ya que puede provocarnos desde salmonelosis a brucelosis pasando por otras infecciones diversas quizás menos conocidas pero igual de complicadas para el ser humano.
Ha habido casos extremos, como el de una mujer en Estados Unidos, a la que un lametón de su cachorro en una herida abierta, le llevó a la amputación de una mano y sus dos piernas. Son casos muy puntuales y muy extremos pero el peligro de la infección está ahí por lo que es muy recomendable que no dejes que tu perro te lama la cara de una forma habitual, no es lo mejor para ti ni la única forma en la que él puede demostrarte lo importante que eres en su vida.
Porque la saliva de los mamíferos contiene numerosas bacterias, los perros tienen más bacterias en su saliva que los humanos y aunque la mayoría nos resultan inocuas, hay algunas que pueden transmitirnos enfermedades que ponen en riesgo nuestra salud.
La vacunación y la desparasitación son imprescindibles para cuidar al animal que convive con nosotras y a nosotras mismas a la vez. También recomiendan los veterinarios la higiene de manos y cara tras estar en contacto con nuestras mascotas y los bebés y las personas inmunodeprimidas deben extremar la higiene sobre todo cuando estén en contacto con un animal al que no traten de forma habitual.