“Vivo feliz y contenta y la tormenta / Que venga si tiene que venir” porque hemos hablado con una de las cantautoras más interesantes del panorama musical de nuestro país y estamos encantadas. Si aún no habéis escuchado a Sès, estáis tardando en hacerlo y nos sois conscientes de lo mucho y bueno que os estáis perdiendo y añado más, si aún no la habéis visto en concierto aprovechad porque Sès está girando con su nuevo disco, el octavo aunque para ella le siga provocando los mismos miedos, nervios y angustias casi que el primero.
Cuarenta minutos de charla y se nos han quedado temas por tratar porque con María Xosé Silvar hablar es tan fácil como escuchar sus canciones.
“Diante un eco” es el nuevo disco de Sès “un salto de nivel” en sus propias palabras que la tiene moviéndose por los escenarios de Galicia y del resto del mundo. En unos días aterriza en Madrid y viene con la banda al completo, los siete músicos, los técnicos, todos listos para tocar, cantar y contar los temas nuevos, pero por supuesto también algunas de esas canciones que siguen poniéndonos el vello de punta cuando ella las entona (¿habéis oído “Tempestades de sal”? Pues hacedlo y luego me contáis).
“Es un poco una vuelta a empezar porque siendo consciente de mi insignificancia mantengo una autoexigencia que creo que me hace avanzar que hace que cada disco esté un poco más legitimado que el anterior. No soy de tirar de la fórmula y tampoco pierdo la conciencia de la posibilidad del error.” Quizás de ahí los nervios y las pequeñas inseguridades con la nueva criatura que Sés lleva estos días por los escenarios.
"No soy de tirar de la fórmula y tampoco pierdo la conciencia de la posibilidad del error.” Share on XLa carrera de esta autora que además canta arranca en 2008 y es la de una mujer que quiere contar sus propias historias, las de su gente, las de su momento, las de su vida. Una mujer en el mundo de la música que es consciente de lo mucho que queda por hacer para conseguir esa supuesta igualdad en la que ya parecía que muchos nos habían instalado.
“Es una cosa muy grave porque no es real pero no dejamos de oírlo por todos los lados, eso de que la mujer en la música ha avanzado muchísimo. Es falso. Es justo lo contrario. La igualdad no es real, no hay el mismo número de mujeres bajistas que de hombres bajistas o guitarristas o bateristas o técnicas de sonido. No es cierto. La igualdad en el mundo de la música hoy por hoy no existe.”
Pero hablando con ella llegamos a un punto en el que esa realidad es incluso más ofensiva y parece que no nos hemos dado ni cuenta de ello, al menos como consumidoras de música porque ella, como autora, es muy consciente.
“Recuerdo cuando yo tenía quince años que había unas referentes femeninas en el mundo de la música, estaba Rosana, estaba Alanis Morissette, estaba incluso Shakira. Cantantes con sus instrumentos, algunas escribían sus propios temas, contaban sus historias. ¿Qué mujeres hay ahora en el mundo de la música mayoritariamente? Cantantes hipersexualizadas. Hemos retrocedido mucho en este sentido. Ahora no importa tanto lo que cantes, ahora parece que bailar es obligatorio y vestirse de un determinado modo también. No se aplaude a las capacidades intelectuales o al intelecto y esos son los referentes femeninos que mayoritariamente tienen las adolescentes de nuestro país en este momento.”
¿Hemos perdido en esta carrera por la igualdad en la que aún estamos inmersas? ¿Nos estamos dejando perder por el camino? ¿Nos han deslumbrado las luces de neón? ¿Dónde estamos? ¿Qué nos está pasando?
“No lo nombramos, no le damos importancia y pasa una cosa muy grave y es que cuando no hay diagnóstico no se puede tratar la enfermedad. Por poner otro ejemplo, a Arturo Pérez Reverte se le permite y se entiende que tenga un registro vulgar o coloquial, eso no hace que se ponga en tela de juicio su sillón en la Real Academia de la Lengua o su capacidad intelectual. A una mujer sí. Para una mujer, la calle anula la biblioteca. No se nos permite ser poliédricas, tenemos que capar una parte de nosotras mismas si queremos que se nos respete profesionalmente.”
Sin duda Sès tiene la misma cantidad de calle que de biblioteca y llegadas a este punto no tiene en mente renunciar a nada de lo que la hace como es, de lo que ha conseguido como persona, de su forma de ver y estar ante la realidad.
“La antropología social quizás sea lo que más me ayudó a ver la realidad, la calle, al ser humano. La filosofía también pero quizás la antropología social más. Leer a Simone de Beauvoir, a Nietzsche, a Schopenhauer, me hizo darme cuenta de que las certezas son tóxicas y que es bueno y sano cuestionarnos lo que hacemos y por qué lo hacemos.”
Podemos empezar por cuestionarnos por qué es tan fácil que escuchemos un tema detrás de otro en inglés, pero seamos tan impermeables a la música cantada en gallego, en catalán o en euskera. Podemos seguir cuestionándonos por qué vertimos odio y mala educación en las redes sociales, pero no llegamos nunca a manifestar nuestro descontento en las calles, en grupo. ¿Qué estamos haciendo como colectivo, como sociedad? ¿Dónde estamos?
“No sé, creo que vivimos en una falsa sensación de seguridad como sociedad, la depauperación cultural que estamos viviendo es muy significativa, la erradicación de las humanidades en los estudios, son hechos, realidades que nos están llevando a situaciones que habíamos superado o que no habíamos ni imaginado hace solo 15 o 20 años, no hace falta irse más atrás. Lo que se pagó con fosas se vende con vicio, lo que costó vidas conseguir y conquistar lo estamos perdiendo en nada. Nos hemos tragado la falacia de la clase media y eso quizás explique este inmovilismo social en el que nos hemos instalado.” Y del que parece que no sabemos cómo salir.
"Para una mujer, la calle anula la biblioteca. No se nos permite ser poliédricas, tenemos que capar una parte de nosotras mismas si queremos que se nos respete profesionalmente.” Share on XY con todos estos mimbres se van tejiendo sus canciones, temas que hablan de que “solo los más pobres de los pobres al son de la plata se aferran”. Canciones que hablan de amor que no de posesión, de vida y de muerte, de reivindicación, de guerra y de paz, de hipocresía, de censura, de alegría y de tristeza. Canciones que suenan a tradición y a novedad, que suenan a rock and roll y a folk, que tienen son y huelen a tierra. Canciones sonando en gallego hablan también de los que no hablamos gallego por lo que no se entiende por qué no suenan mucho más fuera de Galicia, en Andalucía, en Madrid, en Bilbao, en León.
“Yo creo que es innegable el clasismo lingüístico que tenemos en este país, hay incontables grupos españoles que cantan en inglés, que componen en inglés. Además, como país importamos muchísima música, muchísima cultura en lugar de exportarla, siendo el castellano la segunda lengua más hablada del mundo. Eso también nos define como sociedad”.
Un gusto hablar con alguien como ella, me faltó el café, lo confieso. Después de encontrarnos con Sès por casualidad, hace ya años, en un escenario en la ciudad de Viveiro, después de verla en ese primer concierto, lo de perdernos el próximo concierto no entra en nuestros planes y espero que en los vuestros tampoco. Ya me lo agradeceréis.
[…] es que por el otro lado las mujeres siendo las mayores consumidoras de productos culturales a penas sí tenemos espacio para producir esos productos, para pintar, esculpir, escribir, dirigir o producir una película, por […]