Lo que pasa en Irán no se queda en Irán

Al menos no lo parece. Desde que el 13 de Septiembre Mahsa Amini era arrastrada, golpeada, maltratada y asesinada por la policía de la moral por llevar mal puesto el velo que debía cubrirle el cabello, las mujeres iraníes han gritado tanto en las calles, han expuesto sus vidas, muchas incluso las han perdido y han conseguido eso, que lo que pasa en Irán no se quede en Irán, que traspase fronteras, que mueva conciencias y que provoque cambios.

La policía negó las acusaciones de haber asesinado a Amini como era de esperar en un país en el que la mitad de la población está literalmente borrada de cualquier sitio público. El presidente iraní, Ebrahim Raisi ha prometido una investigación pero también ha señalado a Estados Unidos como instigador de las revueltas populares en Irán con lo que pierde credibilidad eso de la investigación imparcial para buscar a los culpables como pierde credibilidad que se vaya a terminar con la opresión que sufren las mujeres en su país.

Muerte o libertad: lo que pasa en Irán

Desde el asesinato de la kurdo-iraní Mahsa Amini, la organización Iran Human Rights ha señalado que por lo menos ya se han producido más de 150 muertes de personas, sobre todo mujeres, que han participado en las multitudinarias protestas que han recorrido todo el país.

Hay quien habla de más de 200 muertes contando las más recientes que se han ido produciendo en las últimas semanas.

La cuestión es que las protestas globales y a pesar de que el régimen tiró toda la red de internet del país, han salido de Irán. Lo que pasa en Irán no se queda en Irán, recorre el mundo y consigue dos cosas muy importantes, por un lado avergonzar a sus dirigentes y por otro que miles de mujeres en todo el mundo se unan a esta protesta de una forma simbólica pero que impacta: cortando su pelo.

Hace solo unos días hemos podido ver a distintas actrices francesas en un video en el que se cortaban el pelo como gesto de apoyo y de solidaridad con las mujeres iraníes. Ellas tienen una repercusión internacional que consigue mantener el foco en las calles y las escuelas donde cientos de mujeres, adolescentes e incluso niñas siguen con las protestas, plantando cara a la autoridad de su país.

Juliette Binoche, Marion Cotillar, Charlotte Gainsbourg o Jane Birkin son las actrices que cortan su pelo delante de la cámara y publican el video en instagram en la cuenta @SoutienFemmesIran por si a alguien aún le quedaba alguna duda de que lo que está ocurriendo desde hace más de un mes en las calles de Irán, lo que pasa en Irán no se quede en Irán.

Cortarse el pelo por sus derechos

Las muestras de apoyo al pueblo iraní en su conjunto pero sobre todo a las mujeres que participan en las protestas y a los hombres que las apoyan, las defienden y las acompañan, continúan alrededor de todo el mundo desde hace más de un mes. En un mundo globalizado en el que las noticias caducan a una velocidad cruel, que sigamos hablando de ellas demuestra la fuerza que tiene un país cuando su población se enfoca en un objetivo común, cuando se pone de acuerdo en algo. 

Tras el asesinato a Mahsa Amini llegaron las grandes manifestaciones que se reprimieron por las autoridades iraníes con fuego real, con más asesinatos. Ahora ha llegado el tiempo de que las protestas se encuentren en los centros de enseñanza de niñas y adolescentes, en institutos y escuelas en los que las niñas se quitan el velo a modo de protesta e incluso consiguen expulsar del centro a algún alto cargo de la administración que llega a reprenderlas con arengas vacías de contenido, como se ha podido ver en algún video.

Además, lo más importante, llega la desobediencia civil, la que nos recuerdan mujeres como Rosa Parks, la que ejercen mujeres que caminan por la calle en Irán sin velo, de forma tranquila y sosegada, como si fuera lo más normal de su mundo, como si no estuvieran ni protestando ni reivindicando su derecho a cubrirse o no la cabeza con un velo.

“Mujer, vida, libertad”, gritaban las estudiantes en un colegio de la ciudad de Sanandaj, en el Kurdistán iraní, mientras ondeaban sus velos. En la ciudad de Karaj, en la provincia de Alborz, jóvenes estudiantes lanzaron sus velos a un profesor. En ciudades como Teherán jovencísimas manifestantes han marchado por las calles, mientras sonaban los cláxones de los coches en señal de apoyo.

Los conductores también hacen sonar la canción “For” que se ha convertido en el himno de las movilizaciones y que llevó a su autor Shervin Hajipour a la cárcel, de la que salió ayer en libertad bajo fianza.

De momento las protestas son mucho más tranquilas pero al mismo tiempo según algunos analistas internacionales, también son más incontrolables porque si se produjera una represión en algún colegio y terminara en tragedia como ha ocurrido en otros escenarios durante todos estos días, las consecuencias serían impredecibles.

En medio del estrado del Parlamento Europeo, la diputada sueca de origen iraquí Abir Al-Sahlani también se ha unido a la protesta cortando parte de su pelo y denunciando los asesinatos que se están produciendo en Irán a partir del de la joven Masha Amini el pasado mes de septiembre.

Para el resto de las potencias mundiales y de sus dirigentes, Irán es uno interesante valor geoestratégico y quizás por eso están siendo tan laxos los mensajes de reprobación si es que se llegan a emitir. De hecho, el alto representante de la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, señalaba en ese mismo parlamento que la unión se estaba planteando la posibilidad de sancionar al régimen de Teherán.

Un mes de movilizaciones en la calle reivindicando un derecho humano, centenares de muertas, heridas e incluso desaparecidas y los líderes europeos están ahora planteándose la posibilidad de sanciones. Eso es lo mismo que reconocer que no están haciendo nada y lo peor, que tampoco piensan hacer nada.

Mientras tanto en sus partidos internacionales la selección de fútbol de Irán tapa los símbolos de su país como muestra de apoyo a la movilización que está llevando a cabo la población y de protesta contra la terrible represión que se está aplicando. Está claro que lo que pasa en Irán no se queda en Irán, aunque a los de arriba, estén en el país que sea parece que ya les gustaría.

Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

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