La salud sexual se engloba dentro de la salud corporal, por lo que hay que mantener bien el físico, la mente y la sexualidad aunque a veces hay que buscar ayuda profesional para conseguirlo por eso es tan importante saber cuándo y por qué acudir a terapia sexual para solucionar un problema antes de que se haga mayor. La terapia sexual es una modalidad terapéutica desarrollada en los últimos treinta años sobre todo para el tratamiento de las disfunciones sexuales de la población en general.
Sería algo así como la aplicación de técnicas y estrategias terapéuticas para el tratamiento de las disfunciones sexuales cuando no se dan condicionantes de tipo fisiológico o por lo menos, no únicamente.
Actualmente los profesionales especializados en sexualidad clínica atienden a aquellas personas que pueden padecer disfunciones sexuales a lo largo de su vida diaria.
Pero a día de hoy y a pesar de los avances sociales y la mayor educación de la población en general, sigue existiendo un gran desconocimiento sobre sexología y terapia sexual, lo que implica que se plantee por muchas personas más como un tabú que como una necesidad y así, muchos problemas que tendrían solución con una buena terapia, no se solucionan nunca.
El Dr. Javier Cambronero es experto en Cirugía Oncológica y Laparoscopia Urológica y señala la importancia de tener “cultura de sexualidad, es decir que se debe evitar que el sexo pase obligatoriamente por la erección y la penetración. Existe una gran diversidad de prácticas satisfactorias, y vemos muy a menudo problemas al centrar la pareja exclusivamente su relación en la genitalidad y no poder culminar esta por la edad, problemas físicos o de otro tipo.”
Es evidente que para todos los adultos es importante tener una vida social sana y sería deseable, según apunta el Dr. Cambronero “…una adecuada formación sexual (que si no hemos recibido en la infancia nunca es tarde para conocer aspectos anatómicos y fisiológicos del cuerpo propio y del sexo contrario).”
Las consultas más frecuentes en terapia sexual
Tal y como puntualiza el Dr. Javier Cambronero “… se debería solicitar ayuda del sexólogo cuando una persona está preocupada o tiene dudas sobre su sexualidad o percibe una disfunción en cualquier aspecto del concepto amplio de sexualidad. No solo en las situaciones en las que se reconoce tener un problema, sino también cuando el objetivo es mejorar su vida sexual e incluso prevenir problemas futuros, un objetivo en el fomento y promoción de la salud sexual.”
En terapia sexual se busca solución a problemas de salud que van desde las disfunciones sexuales hasta problemas de identidad de género o personas con conflictos respecto a su orientación sexual y por supuesto aquellas que han sido víctimas de abuso sexual.
Los problemas tratados más frecuentemente en terapia sexual son:
– La pérdida o ausencia de deseo sexual (tanto en hombres como en mujeres)
– Algún tipo de miedo o fobia a actividades y/o partes del cuerpo que se relacionan con el sexo.
– Dificultades en la fase de excitación en mujeres.
– Dificultades para obtener y/o mantener la erección.
– Dificultades o imposibilidad de alcanzar el orgasmo en mujeres y hombres.
– Dificultades para eyacular.
– Dolor en las relaciones sexuales.
“La terapia sexual suele incluir tareas conductuales que el individuo o la pareja deberán realizar en su hogar, y cuenta a su vez con modalidades de terapia individual, de pareja grupal o combinadas, de acuerdo a las necesidades y las características del problema a atender y del de los pacientes.”
Para tener una buena vida sexual hay que tener una adecuada relación afectiva-amorosa con la pareja, hay que cuidar de esta.
La comunicación de preferencias o límites tiene que ser fluida y, de este modo, casi todo está permitido si lo aceptan ambas partes y es legal. Asimismo, hay que resolver pronto los problemas antes de que se enquisten y a veces puede ser necesario un mediador o consejero o terapeuta.