Maria Jardón Cada vez es más común escucharlo pero no hace tanto, si pensábamos en entrenamiento de fuerza rápidamente nos venían a la cabeza imágenes de culturistas u hombres musculados. Era un tipo de deporte que no estaba unido en absoluto a la mujer y casi se diría, que estaba “mal visto”.
Por suerte, esta imagen ha cambiado hoy en día, y digo por suerte porque son muchos los beneficios que tiene para la salud esta práctica deportiva. Padezco varias enfermedades autoinmunes, como la celiaquía de la que e hablado en otras ocasiones, y una de las principales recomendaciones que me suelen hacer es la importancia del deporte en mi día a día y en concreto, el de fuerza.
Puede que al pensar en esta disciplina inevitablemente pensemos en pesas y en músculo, sin embargo, para entrenar fuerza no es imprescindible levantar mucho peso, no es necesario un entrenador aunque puede ayudar, ni tan siquiera se necesita tener material para hacerlo, se puede trabajar simplemente con el peso de tu propio cuerpo y es algo que se puede hacer a cualquier edad.
Precisamente el músculo es uno de los miedos que tienen muchas mujeres y que hace que sean reacias a practicarlo, sin embargo, Marcos Vázquez, creador de ‘Fitness revolucionario’ asegura que “es muy difícil para una mujer crear demasiada masa muscular o llegar a verse “masculina”, y si eso llegase a ocurrir simplemente podrían entrenar menos. Pero insisto, para eso deberían entrenar muchas horas al día durante mucho tiempo”. Explica que “las mujeres ganan masa muscular al entrenar fuerza y eso es bueno. No solo mejora su salud, reduciendo por ejemplo el riesgo de osteoporosis, sino que añadir algo de masa muscular potencia sus curvas naturales y mejora la estética global”.
Cada vez son más las voces que se alzan para que la gente incluya esta práctica en sus rutinas deportivas, de hecho, tampoco es necesario dedicarles un tiempo excesivo, según Vázquez “lo mínimo recomendable serían 2 sesiones de fuerza a la semana, de 30-45 minutos, aunque lo ideal sería realizar 3-4 sesiones semanales” de fuerza”.
10. Beneficios del entrenamiento de fuerza
Incluir sesiones semanales de fitness puede aportar muchos beneficios a la salud como ganar resistencia o flexibilidad, pero también es muy positivo para la mente. Vamos a ver algunas de ellas:
1. Combate la osteoporosis
Realizar al menos dos sesiones semanales de fitness aumenta la capacidad de densidad ósea lo que es importantísimo para poder hacer frente a la osteoporosis.
2. Mejora la postura corporal
La fuerza hará que los músculos estén más tonificados y por lo tanto, realicen correctamente su función de mantener la postura erguida. Además, también ayudarán a reducir las lesiones y ayudará a que disminuya la frecuencia de aparición de dolores musculares.
3. Moldea el cuerpo
Unido al punto anterior, al tonificarse los músculos desaparecerá la flacidez corporal. Los músculos estarán más firmes lo que hace más sencillo que mantengan la posición en la que deben estar.
4. Pérdida de grasa corporal
Hay estudios que aseguran que cuantos más días, tiempo y esfuerzo se dedica a este tipo de entrenamiento, menor es la grasa corporal y mayor el tejido muscular. De hecho, hay autores que llegan a asegurar que cuanto más se entrena con pesas y mayor es la intensidad, mejor es la composición corporal.
5. Es beneficioso para el cerebro
Practicar deporte en general y este en particular es muy positivo para el cerebro. Marcos Vázquez explica que «la activación de la masa muscular eleva, por ejemplo, un factor neurotrófico llamado BDNF (Brain Derived Neurotrophic Factor) que es una especie de fertilizante cerebral, y que además de cuidar las neuronas, mitiga el riesgo de depresión y mejora el estado de ánimo».
6. Ayuda a prevenir el cáncer
Mucho se ha escrito sobre cómo el deporte ayuda a prevenir muchos tipos de cáncer y con el entrenamiento de fuerza ocurre lo mismo, de hecho, cada vez se investiga más sobre ello y las conclusiones son muy destacables. Este tipo de práctica deportiva se asocia con cambios positivos en la forma física, la composición corporal y el funcionamiento físico, así como en la fatiga, la calidad del sueño o la calidad de vida. Pero no solo eso, también hay evidencias que indican que puede estar directamente relacionado con el control de la biología tumoral a través de efectos directos sobre los factores intrínsecos del tumor.
7. Mejora el estado de ánimo
Al igual que la mayoría de deportes, el entrenamiento de fuerza hará que produzcas más dopamina y serotonina, hormonas que harán que te sientas mejor. Los estudios son totalmente claros con este tema, este tipo de entrenamiento previene algunos trastornos de salud mental como la depresión o la ansiedad. Por otro lado, también es una herramienta muy buena para mejorar la autoestima y la inseguridad de las personas.
8. Bueno para mejorar el equilibrio y la coordinación
No es de extrañar que al trabajar los músculos y tenerlos más tonificados, controles mejor cada parte de tu cuerpo. Sin duda esto será muy beneficioso tanto para la coordinación como para mejorar el equilibrio.
9. Prevenir el envejecimiento
Otro punto a tener en cuenta para realizar este tipo de disciplina es que puede ayudar a retrasar el envejecimiento. Entrenar fuerza se ha demostrado que es un gran antioxidante y antiinflamatorio y por lo tanto, retrasa la degeneración celular en todos los tejidos y previene el envejecimiento prematuro.
10. Beneficioso en enfermedades autoinmunes
Y por último pero no por ello menos importante lo que os adelanté al principio del artículo, el entrenamiento de fuerza es un gran aliado cuando se tiene todo tipo de enfermedades autoinmunes, como el hipotiroidismo de Hashimoto, la enfermedad de Crohn o la esclerosis múltiple, entre otras, ya que pueden prevenirlas e incluso, ayudar a conseguir su remisión.
Como ves, son muchos los motivos por los que es conveniente introducir la fuerza dentro de la rutina semanal de ejercicio. Al principio puede costar mucho pero pronto se empiezan a ver los avances. Y tú, ¿entrenas fuerza?, ¿cuál es tu experiencia?
