Maria Jardón El Panel de Expertos contra el Cambio Climático, IPCC, de Naciones Unidas ha presentado esta semana su nuevo reporte científico y los resultados no son nada halagüeños. En el documento titulado ‘El cambio climático: una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Actuar ahora puede asegurar nuestro futuro’ avisan de la importancia de frenar el cambio climático, en concreto el calentamiento global y reducir la contaminación, algo que a estas alturas ya nos suena a todos.
Sin embargo, el nivel de alarma sube considerablemente porque los datos que se extraen son peores de lo esperado y muestran que España, sobre todo la zona del Mediterráneo sufrirán las consecuencias.
Las personas que morirán anualmente debido al calor extremo en nuestro país pasarán de unas 1.500 a las 8.000 que pueden perder la vida en el año 2050 si se mantienen los niveles tan altos de contaminación.
Cada uno de los 34.000 estudios citados en el IPCC muestra diferentes conclusiones, pero la mayoría de ellas preocupantes. Uno de los efectos que tendrá este calentamiento global es la sequía y la escasez de agua, de hecho, un estudio de la Comisión Europea que también ha sido utilizado de base para los cálculos del IPCC pronostica que unos 7 millones de españoles vivirán en zonas donde haya problemas con el suministro de este preciado líquido y eso supondría, que más de la mitad de la población, en concreto un 54% estará expuesta a estrés hídrico.
¿Qué podemos hacer para frenar el cambio climático?
Los gobiernos y líderes mundiales son los que más tienen que hacer, desde luego, pero individualmente también son muchas los hábitos que podemos cambiar y debemos dejar de procrastinar en este tema. Ahora ya no es “mañana será tarde”, la realidad es que “ya es tarde” pero, si lo dejamos más, los efectos pueden ser aún peor.
Sumarnos al movimiento ‘Zero Waste’ es complicado, lo sé, pero si nos lo proponemos, reducir los residuos que generamos en casa es muy posible, tanto, que estoy segura que una vez que te lo propongas y empieces, tu misma te sorprenderás viendo lo que has conseguido. Puedes cambiar las servilletas de papel por las de tela y darles más usos, olvidarte de las pajitas de plástico, llevar siempre encima tus bolsas y reutilizarlas las veces que puedas, reutilizar los botes de cristal… son muchas las opciones para disminuir la cantidad de “basura” que cada día va a parar a tu cubo.
Mucho cuidado con el agua. Esto es algo que tenemos interiorizado desde hace mucho tiempo pero que no viene mal recordar. Como hemos comentado el estrés hídrico puede ser un problema para más de la mitad de los españoles en unos años, cuanto antes empecemos a ponerle remedio, más tarde llegará ese momento. Trata de reducir al máximo el gasto de agua. Cierra el grifo mientras que te enjabonas las manos o lavas los dientes, iota siempre por una ducha antes de una bañera, reutiliza el agua que cae hasta que se calienta porque sí, son pequeños gestos pero muchos pequeños gestos pueden hacer mucho.
La energía es otro de los puntos en los que tenemos mucho que decir. Reducir el consumo energético está en nuestras manos. Pon las lavadoras y lavavajillas con cargas completas y a las horas donde la luz es más barata, no dejes luces encendidas, reduce el consumo fantasma, es decir, el modo ‘stand by’ de los electrodomésticos, etc.
Minimiza en todo. Tanto si hablamos de ropa, como de cosas para casa, papelería, incluso comida. Vivimos en la era del consumismo y esto se traduce hasta a la hora de comer donde lo hacemos por encima de nuestras necesidades. Debemos romper de una vez este circulo vicioso, dar una segunda a nuestras cosas apostando por la economía circular y pensando siempre dos veces mínimo, si algo nos hace falta. Se acabo la compra impulsiva. Tu armario, tu casa, tu cabeza pero sobre todo, el planeta, lo agradecerá.
Recicla siempre. Lo del reciclaje lo tenemos muy interiorizado, de hecho según datos de ecovidrio, en 2021 se reciclaron 884.000 toneladas de vidrio en España y los datos del plástico también son muy elevados. Sin embargo, no debemos bajar la guardia y recordar que además de los conocidos contenedores de cartón, plásticos y vidrio, hay puntos limpios en los que se deben llevar otro tipos de productos como el aceite, las pilas o los electrodomésticos que ya no funcionan.
Solo tenemos un planeta, no hay más y en nuestras manos está el contribuir para que podamos seguir habitándolo o no. ¿Qué vas a hacer tú para frenar el cambio climático?
