Cinco ejercicios fáciles para mejorar la circulación de tus piernas

El ejercicio y la actividad física son maneras eficaces de mejorar la salud cardiovascular en general. Ser físicamente activo es algo vital que debemos tomarnos muy en serio por eso estos cinco ejercicios fáciles para mejorar la circulación de tus piernas merecen que les hagas un hueco entre tus rutinas diarias.

Mantenerse activo y evitar el sedentarismo proporciona un efecto muy positivo en la salud y es que nos ayuda a aliviar algunas molestias en las piernas por problemas relacionados con la circulación y actúa contra enfermedades cada vez más comunes como por ejemplo, la diabetes.

Cada día que pasa, según vamos envejeciendo, es más difícil desarrollar nuestros músculos. Hay estudios que marcan la cifra de la pérdida de musculatura anual a partir de los 35 años en un 1%. Clic para tuitear

Pasar mucho tiempo sentada cada día es uno de los motivos que acelera el envejecimiento de nuestro organismo y paradójicamente, nos estamos volviendo cada día más sedentarios.

Cada día que pasa, según vamos envejeciendo, es más difícil desarrollar nuestros músculos. Hay estudios que marcan la cifra de la pérdida de musculatura anual a partir de los 35 años en un 1%. Es demasiado por lo que es imprescindible hacer algo al respecto cuanto antes.

Mantenernos activos en nuestro día a día de forma habitual, caminar de 4.000 a 6.000 pasos diarios, tratar de subir las escaleras que se nos pongan por delante, hacer algo de ejercicio de forma regular como nadar o hacer yoga, e incluso los cambios sencillos como probar a utilizar un escritorio de pie, nos pueden ayudar a cuidar la circulación de tus piernas, mantenerlas sanas y nuestros músculos más desarrollados.

Ejercicios sencillos para mejorar la circulación de tus piernas

1.- Levántalas y ejercítalas

Mientras estás sentada utiliza un pequeño escalón (en torno a los 20 cm) para subir las piernas de forma alternativa.

La pierna que está sobre el escalón muévela realizando movimientos circulares con los tobillos, flexiona y estira. Mantén esta actividad de 5 a 10 minutos y haz 2 series de 15 repeticiones cada una.

Con este ejercicio ayudamos al retorno venoso al contraer nuestros músculos y a mejorar la circulación de tus piernas de una manera muy sencilla.

2.- Camina de puntillas

Al andar en esta posición estimulamos la contracción de los músculos gemelos de las pantorrillas, lo que comprime las venas de la zona y favorece el retorno venoso. Se denomina bomba muscular y ayuda de forma muy significativa en la circulación de las piernas.

Puedes ponerte de pie, de puntillas, 10 veces sin necesidad de caminar y para que sea aún más eficaz, puedes ponerte de pie sobre los talones, para contraer también los músculos opuestos.

3.- Pedalea sobre el suelo

Imita el ejercicio del pedaleo de la bicicleta tumbándote en el suelo o en una superficie dura, levanta las piernas y simula el movimiento del pedaleo. Lo aconsejable es hacer 3 series de 10-15 repeticiones cada una para facilitar el retorno venoso y mejorar la circulación de tus piernas.

No hagas movimientos bruscos para no dañar la espalda que hay que apoyarla completamente sobre la superficie que hayamos elegido, con las palmas de las manos mirando al suelo y los brazos estirados a lo largo del cuerpo.

Pasar mucho tiempo sentada cada día es uno de los motivos que acelera el envejecimiento de nuestro organismo y paradójicamente, nos estamos volviendo cada día más sedentarios. Clic para tuitear

4.- Moja los pies y los gemelos con agua fría

Es la forma ideal de terminar las duchas diarias, acabar con agua fría de los pies a las rodillas durante unos minutos haciendo un movimiento ascendente.

Esto hará que se contraigan los capilares y los músculos de la zona, provocando que mejore el retorno venoso en la zona. En verano es aún más recomendable y sobre todo cuando empiezan a aparecer las varices en las piernas.

5.- Un buen masaje

Antes de dormir, un masaje en las piernas es muy recomendable. Debe ir de abajo a arriba, con las dos manos y con una presión suave y continua hasta el muslo. Es recomendable emplear geles fríos para que el alivio sea mayor y el descanso más profundo.