Si llevas tiempo leyéndonos a estas alturas ya sabrás que soy un poco cansina con la necesidad de cambiar las cosas, de que cada uno de nosotros tomemos consciencia y nos demos cuenta de lo mucho que podemos hacer para proteger el entorno que nos rodea. Algo que, después de lo que hemos vivido tiene más importancia que nunca.
En estos meses he leído muchas noticias, muchos artículos de expertos, virólogos, científicos, etc. pero hay uno que me ha marcado sobre todos ellos y del que os quiero hablar hoy. Se trata de una entrevista que le hicieron en El Confidencial a Fernando Valladares, investigador del CSIC y en la que asegura que la vacuna del Coronavirus la teníamos pero nos la hemos cargado.
En realidad, a lo que se refiere es a que el virus es parte de nuestro ecosistema y como no cambiemos la relación que tenemos con él esto puede ir a más.
Según Valladares, la biodiversidad de las especies, esa que el ser humano nos empeñamos en reducir, es la que mejor nos puede proteger de este tipo de amenazas. ¿Por qué? pues porque cuando hay muchas especies animales entre ellas existe una relación de competencia, es decir, depredadores, presas… y esto hace que las especies se regulen y estén controladas.
Si desaparecen especies, podemos encontrarnos con que una que es portadora de algún virus o patógeno dañino para el ser humano, se quede sin depredador y aumente considerablemente volviéndose mucho más peligrosa para nosotros.
Y para que haya esa biodiversidad tan necesaria tenemos que cambiar el chip, no podemos volver a lo que hacíamos antes, un cambio que debe empezar en cada uno de nosotros.
Cambios para una “nueva normalidad” más sostenible
Apuesta por el Teletrabajo
Si hemos sacado una cosa clara de esta situación es que muchas empresas pueden teletrabajar y no lo están haciendo, incluso tiene muchos beneficios. Evitando el desplazamiento diario a la oficina o realizando alguna reunión por video-conferencia, estaremos reduciendo la emisiones de CO2 que son las principales causantes de la contaminación y el calentamiento global.
Camina y ve en bici
Reducir al máximo el tráfico dentro de las ciudades es otra asignatura pendiente que tenemos. Siempre que puedas evitar coger el coche, hazlo. Te lo agradecerá el medio ambiente, pero también tu propio cuerpo, es mucho más sano y evitarás emisiones de CO2 innecesarias.
Por suerte, parece que los grandes fabricantes del sector de la automoción se están poniendo las pilas y apostando fuertemente por los vehículos eléctricos o híbridos mucho más respetuosos con nuestro entorno.
Recicla
Hoy en día creo que es algo que la gran mayoría tenemos muy interiorizado pero, por desgracia, todavía queda camino por hacer. Piensa por un segundo en toda la basura que habéis generado en tu familia durante el confinamiento… como ves, poder darle una segunda vida a estos productos y reducir así el consumo de recursos es básico. Con ello estaremos contribuyendo a frenar la degradación del planeta.
Reutiliza / repara
Aquí si que tenemos mucho trabajo por hacer. Nos hemos convertido en una sociedad en la que cada vez que algo se estropea, lo tiramos y compramos uno nuevo. Esto no está bien. Repáralo, y si no puede ser, piensa en si le puedes dar un nuevo uso y reutilízalo.
No digo que parezca que tengamos el síndrome de Diógenes, que ya sabéis que soy de la opinión de que cuanto menos tengamos, nuestra mente mejor estará, pero si le podemos sacar partido de verdad, reutilicemoslo y con ello generaremos menos residuos.
Reduce
Otra cosa que hemos aprendido durante este confinamiento, es que no necesitamos mucho para vivir. Reduce, cuanto menos tengas en casa, más a gusto estarás. Esto es importante que lo tengamos en cuenta principalmente a la hora de comprar cosas nuevas ¿realmente lo necesito? Ve siempre con una lista y no te salgas de ella, lo que no esté ahí, no es imprescindible para ti.
Consume productos locales
De esto ya hablamos el otro día, al hacerlo, estamos haciendo que la huella ecológica que tiene el producto sea menor. Recordemos que todos los productos tienen una que se calcula teniendo en cuenta el proceso de producción, distribución y transporte. Sólo con acortar el último ya estaremos haciendo que disminuya la huella ecológica del mismo.
Practica el turismo responsable
Igual no es el momento de los grandes viajes, sino de los viajes con cabeza. El tren se desplaza con electricidad lo que lo convierte en el medio de transporte más cuidadoso con el medio ambiente. Tengámoslo en cuenta a la hora de organizar nuestras vacaciones.
Protege la biodiversidad
Según lo que comenté al principio del artículo este punto es básico, es en el que menos impacto directo tenemos pero también podemos hacer algo. La deforestación, la destrucción de los ecosistemas, la expansión de la agricultura… todo ello está haciendo que desaparezcan multitud de especies que son muy importantes para nuestra protección. Cuidemos la biodiversidad y nos estaremos cuidando a nosotros.
Cómo veis, son cosas que están en nuestra mano y que no nos supone nada hacer. Simplemente tenemos que estar más concienciados, fijarnos en los productos que compramos, llevar nuestras propias bolsas, nuestra botella de agua para no tener que comprarla… Pequeños gestos que ayudarán a nuestros bolsillos pero sobre todo, a nuestro mundo. Cuidémoslo entre todos, es la mejor manera de protegernos de nuevos brotes.