¿Llegó ya la depresión postvacacional? Pequeños hábitos para superarla con creces

Sí, nos hemos dado unos días de margen para aterrizar en la oficina, que los niños empezaran el colegio, que se terminaran las citas con los amigos para contarnos las vacaciones los unos a los otros. Ahora sí que sí ha llegado la rutina a nuestras vidas y con ella, de la mano como buenas amigas, llega la depresión postvacacional o por lo menos el bajón emocional que nos dura unos días.

Menos nos va a durar con los consejos que os traemos y por los que no vamos a cobraros nada, gratis, fruto de nuestra generosidad y bondad, somos así en esta redacción.

Consejos para que la depresión postvacacional sea una tontería, un no sé qué, un nada serio y eso que seis de cada diez españoles sufrirán estrés al volver al trabajo y de esos casi un 40% tendrán depresión postvacacional. Eso les pasa por no leernos.

depresión postvacacional

¿Pero qué es la depresión postvacacional?

No es más que una reacción natural que si dura sólo unos días está dentro de los parámetros normales de adaptación. Venimos de disfrutar de las vacaciones y hay que asumir que lo de madrugar no nos gusta pero es lo que toca y que no hay mal que cien años dure que pensar eso también ayuda.

Cuando la tristeza, el mal rollo y la sensación de apatía duran más que unos días la cosa se pone seria y es más que recomendable hablar con un profesional sobre lo que nos está pasando y cómo podemos superarlo.

Tristeza, cansancio, apatía, irritabilidad (más de lo habitual que algunas venimos irritadas con el mundo ya de serie), malestar general, inapetencia, alteraciones del sueño e incluso ansiedad pueden ser algunos de los síntomas que nos advierten de que la depresión postvacacional está en nuestras vidas.

¡Vamos a tomar medidas!

Vamos a prestar atención al momento presente, a lo que estamos viviendo. Vamos a identificar lo que estamos sintiendo y vamos a trabajar para eliminar la frustración, el estrés y la ansiedad que todo esto nos está generando en la medida de nuestras posibilidades.

Vamos a cuidarnos un poco con algunos mimos que necesitamos en este momento y que nos van a ayudar a ponernos en marcha con otra actitud, mejores y sobre todo más sanos:

depresión postvacacional
  • Busca el momento de regalarte un masaje terapéutico, los beneficios son innegables y te va a ayudar a conectar mejor, a tener mejor humor liberando endorfinas que te van a mostrar que la vida no es tan destructiva aunque las vacaciones se hayan terminado.
  • Saca un rato para meditar cada día, empieza a buscar un hueco en la agenda para tomar consciencia del aquí y el ahora. Esto te va a enseñar a manejar mejor el estrés y la ansiedad. Hay libros que pueden ayudarte y miles de videos en Youtube que pueden guiarte si lo necesitas.
  • Haz una lista de objetivos y otra de prioridades para este nuevo curso pero no te hagas trampas, sé realista con esos objetivos, no te olvides de que los milagros no existen así que planifica con los pies en la tierra y empieza poco a poco, con pequeños pasos.
  • Si somos lo que comemos y sí, lo somos, vamos a volver a una dieta más o menos ordenada pero sobre todo equilibrada en la que abunden alimentos variados y de temporada. Evita el azúcar y la sal, los productos procesados, los embutidos, los fritos y el alcohol. Pásate al agua en abundancia y dale espacio al té verde y las infusiones para entrar en calor cuando apriete el otoño
  • Dormir es una necesidad, acortarse a la hora que realmente necesita nuestro cuerpo y no cuando acabe el programa que estamos viendo. Disfrutar de un sueño reparador es fundamental para mejorar nuestro estado de salud físico y mental y para mejorar nuestro ánimo y nuestro humor.
  • Empezar con alguna actividad física o algún deporte o ejercicio nos va a ayudar también a sentirnos mejor en nuestro cuerpo. El movimiento es vida y el cuerpo lo sabe, no hace falta que te apuntes al gimnasio. Necesitas proponerte un plan adaptado a tu estilo de vida, que puedas cumplirlo sin presiones, que sea factible y sensato y si puedes realizarlo al aire libre aún mejor.
  • Siempre que puedas: apaga el móvil, la tablet y/o el ordenador lo que más ocupe tu tiempo en casa. La adicción a estar siempre conectado se ha convertido ya en uno de los graves problemas de salud cada vez de más personas. Hay muchas opciones además de las infinitas que te ofrece el móvil, búscalas porque te están esperando.
  • No te niegues los pequeños placeres, un pequeño capricho, una pequeña recompensa siempre es una ayuda para afrontar los momentos más complicados del día a día cuando la rutina se hace hueco a codazos en nuestras vidas después del merecido descanso vacacional.
  • Cualquier excusa es buena para ver más a los amigos y a la familia y sí, aunque no lo creas eso va a ser bueno para tu salud. Haz huecos en la agenda para tomar un café con esa amiga a la que hace tanto que no ves, queda para comer con tu madre en ese restaurante del que te han hablado. Cualquier excusa va a ser perfecta, ya lo sabes.
depresión postvacacional

  • Si puedes tener más contacto con la naturaleza y con los animales no lo dudes y hazlo. Valora si puedes tener una mascota en casa o si puedes dedicar algo de tiempo a colaborar en alguna protectora de animales. Organiza excursiones o escapadas en familia o con amigos al monte, descubre la magia de los bosques en otoño. El senderismo es una de esas actividades a las que apenas si hacemos caso y sin embargo es de las más recomendables para mejorar nuestra salud por numerosos motivos.
  • Nunca olvides que tienes mucho bueno a tu alrededor: sé agradecida, siéntete afortunada por lo que puedes disfrutar cada día, sé consciente del momento y de lo que te aporta de bueno.

Con todas estas ideas, estos tips, estas sencillas recomendaciones ¿quién tiene espacio ni tiempo para la depresión postvacacional? Nosotras no, desde luego.

Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

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