“La Celestina” con Anabel Alonso ¿necesitas más motivos para ir al teatro?

Entre película y película o serie y serie, encontramos hace unos días un hueco para ir al teatro, al Teatro Reina Victoria en Madrid, a encontrarnos con una revisión muy interesante de la obra de Fernando de Rojas conocida popularmente como “La Celestina” con una magnífica Anabel Alonso como protagonista indiscutible del escenario.

Casi dos intensas horas en las que Alonso apenas si salió de la escena, textos largos y enrevesados que declamó con una naturalidad que se agradece muchísimo. Una interpretación de diez que nos encantó. Y a las tres señoras que estaban sentadas en la fila posterior a la mía doy fe que también las encantó y eso que ellas habían visto La Celestina cuando la hizo Nati Mistral “¡y mira que la hizo bien!”.

Hasta el 16 de Junio es Anabel Alonso la que se viste de Celestina que en esta versión ya “no es la mala de la película”, como ha comentado la propia actriz en distintas entrevistas.

La Celestina o cómo vivir sin prejuicios

Esta versión de La Celestina la ha adaptado Eduardo Galán y precisamente ahí es donde se nota más su mano, “aunque mantiene el aroma del castellano antiguo” es perfectamente comprensible para el gran público que no tenga el oído ni el ojo acostumbrado a leer o ver teatro clásico.

La cuestión es que Galán ha querido también “borrar ciertos prejuicios que tenemos en torno a la figura de Celestina, viene a humanizarla” y a mostrarnos que si no tuviéramos tantos prejuicios, si no nos preocupara tanto lo que piensen los demás, si no tuvieran tanto poder las costumbres, las tradiciones y las religiones, la vida quizás sería mucho más sencilla para todos.

“Celestina es camaleónica”, así la define la actriz en algunas de las entrevistas que ha realizado con motivo del estreno de la obra y de su nominación a “Mejor actriz protagonista de teatro de texto” en los Premios Talía, precisamente por meterse en la piel de este complicado y conocido personaje.

Para Anabel Alonso, hablamos de “una pionera, una mujer libre que se enfrenta a los estamentos y por todo ello se ha hecho un lugar en la literatura española indudablemente y en la universal.” Share on X

La vida es puro teatro

Como decía la canción, pero es que en este caso no puede ser más cierto. En definitiva, nos encontramos con un personaje que nace en el año 1499 de la pluma de Fernando de Rojas y que habla de temas, asuntos y problemas completamente actuales.

Es una mujer en un mundo que dirigen los hombres, que tiene que buscarse la vida porque no tiene una familia detrás, no tiene propiedades, ni títulos, ni educación, ni está casada, no hay nadie que la proteja ni social ni económicamente. Tiene infinitos oficios, alguno de ellos poco lícito es verdad pero en definitiva, estamos hablando de que Celestina es una superviviente y no solo una pícara

Para Anabel Alonso, hablamos de “una pionera, una mujer libre que se enfrenta a los estamentos y por todo ello se ha hecho un lugar en la literatura española indudablemente y en la universal.”

Pero como es lógico, además de la protagonista principal, está el resto del reparto dando la réplica bajo las órdenes de Antonio C. Guijosa, que es quien dirige este montaje. Junto a Anabel Alonso pudimos ver y escuchar a José Saiz, Víctor Sáinz, Beatriz Grimaldos, Claudia Tabloada y David Huertas, la mayoría de ellos interpretando a dos personajes, lo que hacía que la obra a pesar de su intensidad, no bajara nunca el ritmo.

A quien dices tu secreto, das tu libertad

Una de las acertadas frases que pronuncia Anabel Alonso metida en la piel de Celestina y que deberíamos aprender muchas veces. Y no es lo único que ella reconoce haber aprendido saliendo al escenario cada tarde siendo Celestina, ha aprendido algo tan importante como el sentido de la profesionalidad porque “aunque le cueste la vida y el honor, hay un momento en el que se debate entre irse o quedarse porque tiene miedo” y aunque se lo piensa y valora sus opciones, finalmente decide que “aunque lo pague con mi vida yo he dado una palabra y tengo un honor, pese a que los demás consideren que no soy una persona de honor, yo sí lo soy”.

Para Anabel Alonso este personaje a pesar de que ponga a prueba sus capacidades interpretativas es “como una especie de hito en mi carrera, en mi trayectoria y es maravilloso” y se le nota, está disfrutando sobre el escenario como ella misma reconoce “como una niña con zapatos nuevos” y los merecidos aplausos que recoge cuando cae el telón son buena prueba de ello.

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Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

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