Leo desde que recuerdo. Y escribo más o menos desde entonces también. Si cierro los ojos puedo verme de bien pequeña, los sábados por la mañana, devorando historias a la luz de una lamparita de noche en la cama de mis abuelos, una vez que ellos ya se habían levantado. Con eso era feliz. Así que, como podéis imaginar, buena parte de mi infancia y adolescencia, incluso de mi vida adulta en virtud de esos trayectos eternos en transporte público, ha transcurrido con un libro en las manos. Adoro la lectura es mi pasatiempo favorito, por encima de todos los demás.
Cuando comenzó el auge de los los lectores de libros electrónicos –e-Readers por su nombre en inglés- fui de aquellas que aseguraron que jamás de los jamases compraría uno. No entraba en mi cabeza qué encanto podría tener leer en aquel cacharrito, en el que no se pasaban páginas ni era posible abrazarlo dada su escasa corporeidad. Pero con el tiempo, y nuevas circunstancias en mi vida, tuve que recapacitar sobre mis convencimientos. Vayamos por partes.
Papel, el libro de toda la vida
Soy un poco friki de los libros. Presto atención a la cubierta, a las primeras páginas, a las dedicatorias, al tipo de papel… hubo un momento en el que hasta me fijaba en el número ISBN. Adoro hojearlos, aspirar su aroma, notar su peso… en fin, para mí, con un libro en papel, la experiencia lectora se convierte en algo completamente sensorial.
Me gusta ver mi estantería repleta de volúmenes, usar puntos de lectura, ver las hojas desgastadas de tanto pasarlas y, tras leerlos, recomendarlos y compartirlos. Los libros han de ser vividos para poder dotarlos así de más vidas. Las buenas historias deben seguir camino de una cabeza a otra para perpetuarse y hacerse más grandes.
E-Reader, el lector de libro digital
Los lectores de libros digitales dan la posibilidad de contar con gran número de títulos en una biblioteca en el propio dispositivo. Las grandes compañías como Amazon, que tiene un súper ventas con su e-Reader Kindle, te ponen muy fácil ampliarla gracias a las ofertas diarias en las que puedes encontrar un buen número de títulos por menos de 5 €.
Amazon además dispone de Kindle Unlimited, una suscripción mensual que por 9,99 € te permite acceder a más de un millón de títulos no solo en el lector, sino en cualquier dispositivo gracias a su app. Si eres de las que leen a la velocidad de la luz esta es tu opción.
Motivos para comprar un lector de libros electrónicos
Lo cierto es que, dada mi visión romántica de la literatura, el libro en papel es siempre el ganador, como comentaba más arriba estoy completamente enamorada de él. Cuanto más especial sea la edición, más se me alegran los ojitos al verla.
Pero desde que empecé a vivir a casi dos horas de trayecto del lugar en el que trabajaba, el lector fue ganando puntos. Me encantan las historias eternas, los libros de más de 400 páginas y cargar con ese tipo de tochos, la bolsa de la comida, el abrigo o el paraguas, no es cómodo. Con los años he descubierto que puedo leer en movimiento o de pie… pero no puedo manejarme con un libro tan grueso y todo lo demás si no voy sentada. Y muchas veces es imposible hacerlo. Así que compré un lector.
Por qué los dos
El de Amazon cuando aún no había desembarcado en España, yo lo llamo mi Kindle Vintage porque poco tiene que ver con los actuales, que me ha facilitado muchísimo la vida. Ocupa poco, pesa poco, no necesito las dos manos para sujetarlo ni pasar las páginas, en definitiva, me facilita la vida.
También he descubierto otras ventajas. Por un lado, me permite conocer autores nuevos, autores que probablemente no leería si no los tuviera a precios razonables en Kindle. Por otro, me permite leer literatura más ligera en la que es probable que no invirtiera mi dinero de tener que comprar la edición impresa, o acercarme a los clásicos, que también suelen estar a buen precio. Por contra, las novedades editoriales no suelen tener una gran diferencia de precio con la edición impresa, algo que no comprendo.
Otro punto a favor, para mí muy importante, es que me permite llevar encima el siguiente libro que voy a leer. Con esos trayectos tan largos, es un drama terminar la historia en la primera media hora del primer viaje del día y tener que pasar el resto sin nada con lo que entretenerse.
¿Cuándo sigo prefiriendo el libro en papel? Cuando el autor me gusta mucho o se trata de alguno de mis autores fetiche. También si se trata de alguno de los grandes títulos de la literatura actual, como Cien años de Soledad -del que tengo dos ejemplares- o de esas adicciones confesables, como la saga Harry Potter. O si se trata de una edición especial, el ganador de un premio importante o una novedad editorial que esté esperando con ansiedad.
Creo que la convivencia entre ambos tipos de libro no es solo posible, sino también deseable. Cada uno tiene sus momentos. Y tú, ¿por cuál te inclinas?
Imágenes: Pixabay y propias.
Soy de las tuyas. Me encantan los libros en papel pero he caído rendida a los encantos de los e-readers. También quiero tener ciertos libros en papel y también me ha ido genial el e-reader para no tener que mirar antes de salir de casa cuántas páginas me faltaba por leer para calcular si me quedaría sin lectura a medio trayecto o no, con el engorro consiguiente de llevarme dos libros o de llevarme el nuevo sin haber acabado el anterior: ahora llevo el e-reader cargadito y listos.
Sí que eres de las mías, sí, para todo 😉
Pues igual…me encantan los libros en papel, el olor y todo eso, pero el Kindle es taaaaan cómodo, que me he pasado a la tecnología sin ningún remordimiento
jajajajajaja. No te remuerdas, no, que no es pa tanto.
Me pasa como a Pilar y como comentabas tu en el post (y como comentaba yo ayer en el post también.. jejeje) adoro leer, me recuerdo leyendo desde bien pequeña y el libro electrónico es el mejor invento del mundo para potenciar la lectura.
Si además le damos al libro un valor como objeto en sí, más allá del que tiene por la historia que contiene, obviamente es imprescindible el papel pero eso ya no es leer.. 😉
Convivencia pacífica eso siempre..jejejeje