Te haces mayor y escuchas menos música actual, nos pasa a todas y tiene una explicación

Por lo que sea resulta que cumplir años hace que cada vez escuchemos menos música nueva. Cuanto mayor nos hacemos menos actualizamos nuestras playlists, es un hecho y eso a pesar de que por tercer año consecutivo Bad Bunny haya vuelto a ser el artista más escuchado del mundo con un total de 18.300 reproducciones en 2022. Nos hacemos mayores y escuchamos menos música actual pero no porque nos volvamos unas rancias, la ciencia tiene una explicación muy sencilla y muy convincente.

Es verdad que en la lista con las 10 canciones más escuchadas del año pasado también hay una canción publicada en 1985, “Runing up that hill” de Katie Rush. Un tema que aparecía en la cuarta temporada de la serie Stranger Things y que se convirtió en un fenómeno viral prácticamente durante todo el año.

Pero ¿por qué es? ¿es que la música nueva nos aburre en general? ¿es qué los más jóvenes están descubriendo que la música que escuchaban sus padres cuando tenían su edad no está nada mal? ¿es que los boomers y la generación Z son (o somos) los que consumimos más música?

¿Te acuerdas de esa emisora que ponía música de viejos?

Y el chiste continúa diciendo “Bueno, pues ya pone música buena”. ¿Ese es el resumen de lo que está pasando?

Según algunos locutores de radio, las emisoras están poniendo en rotación cada vez menos canciones nuevas, van a lo seguro y apuestan por los éxitos indiscutibles quizás porque el oyente de radio está envejeciendo y los más jóvenes seleccionan su propia música en sus playlists. 

¿La radio musical está condenada a desaparecer tal y como la conocemos? Clic para tuitear

Y no es algo que solo ocurra en las emisoras de radio más convencionales, en Spotify ya vienen señalando esto desde hace algunos años. 

La música de décadas pasadas está en ascenso entre los consumidores de música en España y la década de los 2.000 parece que es la clara favorita según los datos que maneja la plataforma.

Además, se ve esta tendencia en otros comportamientos como el hecho de que el consumo de álbumes de música lanzada al mercado hace menos de 18 meses, bajó frente a la compra de música de catálogo que creció durante el año 2021.

Las viejas canciones están de moda y no solo porque aparezcan en series como Stranger Things, capaz de rescatar del olvido temas publicados en 1985 o canciones quizás no tan conocidas de grupos consagrados como el tema de Metálica, Master of Pupetts, publicado en 1986 y que ha multiplicado las descargas en todas las plataformas en las que se puede escuchar.

¿Nos hacemos mayores para las nuevas músicas?

No se trata solo de que las emisoras de radio programen cada vez menos canciones nuevas, no es culpa exclusivamente de la industria musical que está completamente enfocada en controlar sus activos, en ir a lo seguro a la hora de ganar dinero.

Es que nuestro oído se resiste a las novedades musicales según vamos cumpliendo años y a partir de los 30 esto empieza a ser lo más habitual, salvo honrosas y escasas excepciones.

Una encuesta realizada a un millar de usuarios de la plataforma musical Deezer confirmó esta tendencia. A partir de los 30 años, los británicos señalaron mayoritariamente que dejan de descubrir música nueva, más de la mitad de los encuestados señaló que habitualmente solo escuchaban canciones que ya conocían, a partir de esta edad.

Por debajo de los 24 años, más o menos son diez los temas nuevos que los usuarios reconocen escuchar cada semana pero a partir de los 30 el interés por las novedades musicales se va apagando progresivamente y al mismo tiempo parece que en nuestro cerebro se va encendiendo un sentimiento de nostalgia que sobre todo se alimenta a través de la música.

De acuerdo con los estudios científicos desarrollados en este campo, nuestras canciones favoritas estimulan respuestas de placer en nuestro cerebro, se liberan oxitocina, dopamina y serotonina y nos sentimos bien con estos recuerdos.

No es que no nos interesen los nuevos sonidos, es que no nos hacen sentir tan bien como los que ya conocemos, los que relacionamos con recuerdos de nuestra vida. No hemos perdido el oído o el interés, es que nos hemos hecho mayores.

Pilar Fonseca

Primero fui mujer, después periodista, luego esposa y ahora además de todo eso madre. Esto último me obligó a reorganizar todo lo anterior.
Me gusta escribir y comunicar.
Disfruto con un buen libro, una buena película, una buena serie, un buen viaje y una buena charla con amigos.
Podría alimentarme sólo de queso y chocolate acompañados de un buen vino, una que es mujer de gustos sencillos.

Artículos recomendados

1 comentario

  1. […] Casi un 30% de las personas que viven en ciudades de entre 50.000 y 200.000 habitantes se exponen de forma continuada a ruidos intensos y lo peor es que son conscientes de que esto no es bueno para sus oídos y por tanto para su salud. […]

Los comentarios están cerrados.