Si eres de hacerte listas en cualquier papel que luego se queda perdido por cualquier sitio, si llevas el móvil cargado de notas o has hecho un grupo de whatsapp contigo misma para que no se te olviden algunas cosas, tienes que probar a organizarte tu propio Bullet Journal y verás como todo fluye. Los días no se vuelven más largos pero lo mismo te cunden más.
No me creo que no sepas que es un Bullet Journal o que por lo menos no hayas oído hablar de ello. Para entendernos, es algo así como una combinación de planificador, lista de tareas pendientes y un diario a base de viñetas.
Para mí personalmente es una forma rápida, flexible y sobre todo tan eficaz como sencilla de organizarme el día a día. Tan eficaz y sencilla que desde que he ido trabajando con BuJos (abreviatura de Bullet Journal) las agendas han pasado a mejor vida.
Una necesidad, una solución
El diseñador Ryder Carroll fue el padre de este invento que para él es un método que utiliza para “rastrear el pasado, organizar el presente y planificar el futuro.” Y es verdad, en esos tres aspectos es muy eficaz.
Como también es de gran ayuda que te organices tu propio BuJo para cumplir tus objetivos diarios, semanales y mensuales. Los que tú te marques, con la flexibilidad que tú decidas.
Vas organizando las tareas diarias, los compromisos sociales o familiares, las fechas importantes (hacienda, cumpleaños,…), las citas médicas, las vacaciones, las metas y propósitos. Todos tus objetivos de una forma personal al cien por cien. Incluso lo organizas visualmente, con dibujos, colores o espacios en las hojas más amplios unos días que otros. Lo que demanden tus necesidades organizativas.
Con esa misma filosofía tengo para mi bullet journal un “cuaderno inteligente” con el aspecto y el tamaño de una agenda tradicional. Share on XLos básicos del Bullet Journal
Esto es muy relativo, lo confieso. Si estamos alabando la flexibilidad del método, marcar unos básicos parece que le quita flexibilidad, eso es así. Lo bueno es que quizás tampoco sean tan básicos. Me explico.
En casi todas las páginas webs que hablan de cómo crear tu propio Bullet Journal apuntan la necesidad de un índice para los símbolos que se supone debes utilizar para las tareas. En mi caso no hay símbolos por lo que no hay índice y ese trabajo que me evito.
También verás en muchas webs que se organizan unas hojas al principio del Bullet Journal para los registros mensuales, semanales y diarios pero esto, como todo, dependerá de tus necesidades y de tu comodidad.
En mi caso no tengo esas hojas mensuales y semanales. Directamente he dedicado un número de hojas para cada mes. En la primera hoja de cada mes he añadido el calendario del mes completo y después he ido repartiendo los días en cada cara, en unas dos días y en otras tres, dependiendo de si son días de más o de menos trabajo para mí.
Una hoja para los teléfonos que he ido necesitando en ese mes y otra para los gastos más significativos. En mi caso estas son todas las necesidades que tengo que cubrir para que los días no se me vayan con la sensación de pérdida de tiempo.
Todo esto me funciona pero quizás también porque el soporte elegido, me acompaña dándome muchísima flexibilidad ¿te acuerdas de las carpetas de anillas que usábamos en el colegio? podías sacar una hoja de una posición y colocarla en otra porque te venía mejor así.
Con esa misma filosofía tengo para mi bullet journal un “cuaderno inteligente” que con el aspecto y el tamaño de una agenda tradicional (en mi caso tiene una preciosa portada con el mapa del mundo) me permite mover las hojas de sitio cuando lo necesito. Por ejemplo, tengo una hoja en la que anoto la fecha de la menstruación cada mes y cada vez que termina el mes, puedo mover la hoja al mes siguiente, para seguir la regularidad o no de la menstruación, algo que solo nosotras sabemos lo importante que es.
Para ponerlo aún más fácil, los cuadernos inteligentes tienen separadores que yo coloco delante de cada mes y uno de ellos tiene una forma de folder en el que puedo meter ese papel que necesito tener a mano pero que no quiero perder u olvidar en cualquier sitio.
Y para darle un poco más de color, los cuadernos inteligentes vienen con stickers y pegatinas, por aquello de darle un toque especial a los días en los que hay cumpleaños o fiestas o cuando empiezas las vacaciones o lo que te apetezca. Es lo bueno del Bullet Journal que tú decides qué es lo importante y cómo te organizas, al menos sobre el papel.
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